Alemania está asustada. "Si ganamos, las cosas cambiarán en Europa", afirman el responsable de política europea de Syriza. Yiannis Bournos opina que la acuación es muy sencilla: la salida de Grecia del euro llevará al colapso de los bancos franceses y otros países de Europa expuestos a la deuda griega. Y nadie quiere ese.

En el diario británico "Telegraph", Bournos acusa a Alemania de estar planificando una estrategia del género de la Guerra Fría. La victoria de Syriza obligará a los alemanes a repensar su estrategia porque "sería un suicidio para la zona euro si el gobierno alemán no decidiese cambiar". También acusa al país germana de estar "aterrorizando" la campaña electorial en Grecia, chantageando a los electores griegos con la posibilidad de descender al infierno en caso de votar a los radicales.

Antonis Samaras, líder de Nueva Democracia, el partido más votado en las elecciones del 6 de mayo, también es de los que se empeña en agitar la bandera del peligro asociado a Syriza. "Si cancelamos el plan de rescate nos transformaremos en la oveja engra de Europa. Esto solo servirá para que algunos países nos utilicen como ejemplo para asustar a otros". Para Samaras, Syriza está jugando con el futuro del país: "si quieren jugar a pócker, que jueguen en casa. No se juega con Grecia".

Nueva Democracia ve en estas elecciones una lucha entre los que son favorables a la aplicación del plan de rescate financiero y las fuerzas que defienden la renegociación de las medidas de austeridad. Teniendo esto en cuenta, Samaras se muestra disponible a hacer lo que sea necesario para que conseguir una coalición pro-plan para gobernar.

Evangelos Venizelos, actual líder del PASOK, también promete que intentará negociar el aplazamiento del plazo de pago de la deuda. Es uno de sus ocho puntos del plan de cooperación que presentó el domingo. Este plan, denominado "responsabilidad nacional compartida", prevé la creación de un gobierno de unidad hasta al menos las elecciones europeas de 2014, la "renegociación de los términos más onerosos del rescate" y el "aplazamiento del período de austeridad fiscal en tres años".

Sin embargo, los socialistas parecen incapaces, según los sondeos, de invertir su caída vertiginosa de apoyo popular. El PASOK fue el partido más votado en 2009 con un 38,1% de los votos y pasó a ser la tercera fuerza más votada con un 13,18% en las últimas elecciones.