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En España nadie puede echar la primera piedra porque todos pecan

Españoles por el mundo y destino Marbella

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Les prometo que hace unas semanas que intento alejar estas líneas de temas sobre corrupción política, crisis financiera y demás memeces asociadas a nuestra casta política, carroña de una España en la que jamás dejaron de existir las clases sociales. Seguimos inmersos en una sociedad estamental en la que ha surgido un nuevo grupo junto a la clásica división medieval del clero, la nobleza y la burguesía, los políticos, y todos de la mano centrados en oprimir con nuevas fórmulas y engaños al ciudadano.

Hace tiempo que no albergo la esperanza de que aquellos que nos han puesto la soga al cuello pasen por el banquillo de los acusados, y aunque queden libres de prisión tras el juicio, sufran algo de vergüenza en sus carnes.


Corrupción, carlos divar, CGPJ
Carlos Dívar
Esta semana me vuelve a hervir la sangre ante dos nuevos casos de corrupción por parte de personas que ostentan cargos o presiden órganos encargados de velar por el correcto funcionamiento de las instituciones públicas y el cumplimiento de las leyes. Personas a las que se les presupone una conciencia social y cívica digna de emular.

Por un lado tenemos al presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el señor Carlos Dívar, que presuntamente ha cargado a las arcas del Estado alguna que otra estancia por Marbella, viajes que poco tenían que ver con su actividad profesional. Cada uno se aprovecha un poco de su posición, mientras usted o yo hacemos una llamada privada o una fotocopia a costa de la empresa, colegio, instituto, ayuntamiento, etc., otros se calzan una breves vacaciones.


Rafael Ribó, corrupción, sindic de greuges, viajes
Rafael Ribó
En la misma línea, pero con más morro si cabe, se encuentra el Síndic de Greuges de Cataluña, Rafael Ribó, que ha gozado, nada más y nada menos, de unos 60 viajes en los últimos tres años. Imaginen que si un año tiene 52 semanas este se ha pasado un año sabático, si los viajes han sido de 15 días este señor no sabe ni donde tiene el despacho.

¿Saben que es lo que más pena me produce? Que sigan en el cargo, o que dimitan del mismo sin responsabilidad alguna, y que los que siguen en el Gobierno no tomen cartas en el asunto, mientras me continúan pidiendo responsabilidad.

Como todo no va a ser malo en esta España de pandereta, de momento el señor Ribó ha solicitado a la presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, comparecer ante la cámara catalana para detallar los 60 viajes internacionales. Por el contrario, el señor Dívar hace oídos sordos hasta que se calme la tormenta. Ahora querido lector, no se preocupe que ninguno de los dos pasará por el banquillo y tampoco nadie les pedirá cuentas, porque aquí:

Todos tienen una piedra en la mano y una culpa que esconder

Españoles por el mundo y destino Marbella

En España nadie puede echar la primera piedra porque todos pecan
Jose Pérez Suria
viernes, 8 de junio de 2012, 06:58 h (CET)
Les prometo que hace unas semanas que intento alejar estas líneas de temas sobre corrupción política, crisis financiera y demás memeces asociadas a nuestra casta política, carroña de una España en la que jamás dejaron de existir las clases sociales. Seguimos inmersos en una sociedad estamental en la que ha surgido un nuevo grupo junto a la clásica división medieval del clero, la nobleza y la burguesía, los políticos, y todos de la mano centrados en oprimir con nuevas fórmulas y engaños al ciudadano.

Hace tiempo que no albergo la esperanza de que aquellos que nos han puesto la soga al cuello pasen por el banquillo de los acusados, y aunque queden libres de prisión tras el juicio, sufran algo de vergüenza en sus carnes.


Corrupción, carlos divar, CGPJ
Carlos Dívar
Esta semana me vuelve a hervir la sangre ante dos nuevos casos de corrupción por parte de personas que ostentan cargos o presiden órganos encargados de velar por el correcto funcionamiento de las instituciones públicas y el cumplimiento de las leyes. Personas a las que se les presupone una conciencia social y cívica digna de emular.

Por un lado tenemos al presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el señor Carlos Dívar, que presuntamente ha cargado a las arcas del Estado alguna que otra estancia por Marbella, viajes que poco tenían que ver con su actividad profesional. Cada uno se aprovecha un poco de su posición, mientras usted o yo hacemos una llamada privada o una fotocopia a costa de la empresa, colegio, instituto, ayuntamiento, etc., otros se calzan una breves vacaciones.


Rafael Ribó, corrupción, sindic de greuges, viajes
Rafael Ribó
En la misma línea, pero con más morro si cabe, se encuentra el Síndic de Greuges de Cataluña, Rafael Ribó, que ha gozado, nada más y nada menos, de unos 60 viajes en los últimos tres años. Imaginen que si un año tiene 52 semanas este se ha pasado un año sabático, si los viajes han sido de 15 días este señor no sabe ni donde tiene el despacho.

¿Saben que es lo que más pena me produce? Que sigan en el cargo, o que dimitan del mismo sin responsabilidad alguna, y que los que siguen en el Gobierno no tomen cartas en el asunto, mientras me continúan pidiendo responsabilidad.

Como todo no va a ser malo en esta España de pandereta, de momento el señor Ribó ha solicitado a la presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, comparecer ante la cámara catalana para detallar los 60 viajes internacionales. Por el contrario, el señor Dívar hace oídos sordos hasta que se calme la tormenta. Ahora querido lector, no se preocupe que ninguno de los dos pasará por el banquillo y tampoco nadie les pedirá cuentas, porque aquí:

Todos tienen una piedra en la mano y una culpa que esconder

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