| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
“Sea temeroso cuando otros son codiciosos, y sólo codicioso cuando otros son temerosos” (Warren Buffett). Ya lo escribí hace meses. Nos quieren atemorizar. Grandes casas de bolsa y bancas de inversión se enriquecen a nuestra costa. Aprovechan situaciones de vulnerabilidad para emitir opiniones e incluso rumores que, lo saben muy bien, afectan al mercado. Y lo hacen en función de sus intereses. Así lo vimos la semana pasada, cuando el famoso periódico estadounidense, The Wall Street Journal, publicó que el Fondo Monetario Internacional trabajaba en un rescate a España. Un bulo que hizo que se hundiera la bolsa española y la prima de riesgo aumentara a máximos históricos.
Durante esta crisis, España ha estado en situaciones más complicadas, como antes de que el BCE inyectara liquidez a los bancos. Se han hecho reformas estructurales; se han corregido las finanzas públicas y las autonomías han cerrado con déficit cero; instituciones públicas y pymes trabajan para recuperar la competitividad y potenciar el sector exportador del país; nuestra productividad aumenta; la relación deuda-PIB es inferior a la media europea; y además, gozamos de estabilidad política. Sin embargo, el anuncio de la nacionalización de Bankia y la amenaza de que se meriende todo el ahorro de las medidas de austeridad, dio pie a los especuladores. Nos entregó a los tiburones, que vieron una oportunidad para rentabilizar alimentando el pánico. Se lanza el bulo y caos servido.
La crisis es un gran negocio para unos pocos
Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.
Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.
El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.
|