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Es lógico que a medida que se acerca la fecha del 1 de octubre, fijada
por los independentistas catalanes para celebrar el referéndum
secesionista, crezca la ansiedad entre la inmensa mayoría de los
españoles. La Generalitat, tras las prohibiciones del Tribunal
Constitucional, ha ido más allá de lo que se esperaba. Pero a pesar de
esa ansiedad conviene seguir manteniendo la sangre fría.
Después del 1
de octubre viene el 2 de octubre, y no solo hay que impedir el
referéndum. No solo es necesario vencer con el Estado de Derecho, sino
convencer a un gran sector de la población catalana de que la
pretensión secesionista, y el modo en el que se está llevando a cabo
es un atropello y un despropósito.
Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto, habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.
Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.
Las conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.
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