| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
| |||
En Valencia en cambio, bajan revueltas las aguas del
Turia. El conjunto che ha dilapidado poco a poco el gran colchón de puntos que
le separaba del cuarto y quinto clasificado; además, pasó sin convencer en
demasía con su juego en la Europa League. Todo ello ha dado de bruces con la
posibilidad de que el ciclo de Emery a los mandos de la nave valenciana haya
acabado, algo que ni el propio técnico descarta al ser cuestionado sobre ello
esta semana en rueda de prensa.
Las lesiones,
protagonistas otra vez en Getafe.
Es la tónica general de la temporada, Luis García no ha
podido completar en lo que va de temporada una convocatoria a sus anchas. El
técnico madrileño vuelve a tener la defensa en jaque después de la reincidencia
de Rafa en su lesión. El central pucelano arrastra una rotura fibrilar de grado
dos en el bíceps femoral de su pierna derecha, la suerte no h acompañado al
zaguero este año ya que ha recaído de la misma dolencia que le obligó a
retirarse el pasado 18 de febrero de el encuentro que enfrentaba a su equipo
con el Espanyol, lo que le obligará a parar durante tres semanas.
La zaga es la zona del campo que mayores quebraderos de
cabeza le está dando a Luis esta campaña. Ya que con Rafa lesionado y con Lopo
de baja para toda la temporada, el técnico madrileño deberá tirar de “Cata”
Díaz y Alexis como centrales titulares y contar con Miguel Torres como
recambio, a pesar de que el puesto natural del canterano madridista es el
lateral derecho. Por otra parte, Pedro León y Barrada son duda debido a
diversas molestias musculares, que ya les impidieron viajar a Pamplona, sin
embargo todo hace indicar que Luis García podrá contar con ellos y que serán de
la partida.
El Valencia debe
vencer y convencer.
La parroquia valencianista está francamente descontenta
con el nivel que viene ofreciendo el equipo en los últimos partidos. Después de
empatar ante el Mallorca en casa se esperaba que el Valencia respondiese ante
el Zaragoza. Sin embargo, el colista de la Primera División, se llevó los tres
puntos con remontada incluida el pasado miércoles en Mestalla, lo que ocasionó
que el público despidiera al equipo con una sonora pitada y con pañuelos al
viento. Emery vuelve a estar otra vez en el foco de todas las miradas, el
técnico valencianista está siendo muy cuestionado y una nueva derrota en Getafe
supondría avivar un fuego, que quizá sería demasiado difícil de apagar.
El hecho es que el Valencia ha visto menguado en exceso
el colchón de puntos que le distanciaban de sus inmediatos perseguidores. A
pesar de haber sacado resultados positivos de plazas complicadas como el
Calderón, donde se empató, o de San Mamés, donde se ganó, los ches han
comprobado cómo les comían la tostada en varias jornadas en las que se han
dormido en los laureles. El Valencia necesita los tres puntos para calmar su
nerviosismo y la cólera de una afición que no les perdonará un nuevo tropiezo.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
|