En 2012 los países asiáticos, por primera vez en la historia, invertirán más en asuntos militares que las naciones del continente europeo. Así lo estima una publicación reciente del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés).

Entre 2008 y 2010 al menos 16 naciones europeas, miembros de la OTAN, llevaron a cabo recortes en su presupuesto defensivo. En muchas de ellas, según el informe de ISS, el ahorro ronda el 10%.

En 2011, los estados asiáticos gastaron 262 mil millones de dólares en defensa, frente a los 270 mil millones invertidos por los países europeos miembros de la OTAN. Se espera que el desembolso asiático supere al europeo este año.

La decadencia militar en Europa preocupa a Estados Unidos, cuyo gasto militar (693 mil millones, según los datos de 2010) sigue siendo indiscutiblemente superior al resto. La primera potencia mundial está desviando su atención hacia Asia, precisamente, y no desea que una Europa débil le cubra las espaldas en la región.

La reciente intervención en Libia, durante la que se demostraron problemas en labores de vigilancia e inteligencia, entre otros, puso en evidencia la situación de los ejércitos europeos.

El aumento del gasto militar en Asia en 2011 fue apenas un 3% superior al de 2010, aunque se concentró en China, Japón, Corea del Sur y la India. China representa el 30% del presupuesto militar asiático. Se prevé que en 2015 este país invierta más en su ejército que las ocho naciones europeas más importantes de la OTAN, incluyendo España.

En principio, los países europeos no estarían dispuestos a aumentar sus presupuestos militares antes de haber salido de la crisis económica. Es más, de acuerdo con el estudio del IISS, es poco probable que la mejora de los ejércitos sea una prioridad, sin que tenga lugar una amenaza palpable a la seguridad del continente.