Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Baloncesto
Etiquetas | EUROLIGA / 5 JORNADA
Llull (15 puntos), Carroll (13) y Mirotic (20) comandaron el triunfo frente a Unicaja de Málaga

El Real Madrid alarga su vida en Euroliga (86-65)

|

FICHA TÉCNICA
86- Real Madrid: Llull (15), Suárez (6), Singler (6), Mirotic (20) y Tomic (2) -quinteto titular- Reyes (7), Velickovic (4), Carroll (13), Pocius (6), Begic (2), Jorge Sanz (3) y Sergio Rodríguez (4).
65 – Unicaja Málaga: Rowland (5), Fitch (15), Darden (4), Lima (12) y Zoric (2)-quinteto inicial- Berni Rodríguez (7), Valters (3), Peric (11), Abrines (1) y Sinanovic (5).
Parciales: 14-22, 27-19, 18-12, 27-12.
Árbitros: Ilija Belosevic (SER), Sreten Radovic (CRO) y Panagiotis Anastopoulos (GRE).
Incidencias: Quinta jornada correspondiente a la segunda fase de la Euroliga, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 7.342 espectadores.

Ni corrió en ataque, ni defendió fuerte en el cuerpo a cuerpo, ni fue constante en sus virtudes, ni siquiera contuvo tensión en sus venas en un encuentro determinante para su futuro en Euroliga. El Real Madrid de Europa, el que se midió a Unicaja, se pareció en poco a ese Real Madrid que tanto éxito cosechó en Barcelona. A pesar de jugar a medio gas, el Real Madrid se apuntó el triunfo, algo que le permite seguir con esperanzas de clasificarse para los cuartos de la máxima competición continental.

 

Fue una victoria con carácter administrativo. Suficiente aunque preocupante teniendo en cuenta cómo está el camino con desembocadura en los cuartos de Euroliga: ganar en Siena (a ser posible por una suculenta renta) y esperar que el Gescrap Bizkaia tenga un accidente en Málaga. Quizá ambas cosas sean posibles (aunque hay más cábalas). Posible porque este Real Madrid parece desenvolverse mejor en situaciones de pánico. Lo hace de forma sobresaliente. Es decir, necesita un susto de verdad para reaccionar y encauzar situaciones complicadas. Lo demostró en Barcelona, adonde acudió en un mar de dudas y lo confirmó ante Unicaja, después de un desastroso comienzo.

 

Porque alcanzar el descanso con vida fue lo mejor que le pudo pasar al Real Madrid (41-41). Su puesta en escena fue, sencillamente, desastrosa: 3-14. Un marcador justo a tenor de cómo estaba jugando el conjunto de Laso. Estaban como ausentes, como recordando la Copa del Rey, aupado por los vítores de ‘campeones, campeones’ desde la grada. En el primer cuarto, estuvo paupérrimo en el tiro y peor aún en defensa. Y sólo tres jugadores anotaron: Pocius, Reyes y Llull (éstos dos últimos más de una canasta). Unicaja, sin hacer nada del otro mundo, sólo un encuentro serio, empezó a creérselo. Y más cuando no tenía presión. Sólo estaba en juego su honor.

 

De menos a más

El colapso empezó a desaparecer a medida que se acercó el descanso. Irrumpieron en juego dos variantes: el cansancio de los andaluces, con un escaso fondo de armario (sin Freeland ni Garbajosa) y la actuación de Carroll (8 puntos consecutivos) y de Mirotic (con tres triples consecutivos en los últimos minutos de cuarto). Consecuencia: de los menos once puntos se pasó a la igualdad. A volver a empezar. Como sucedió en las gradas. El público volvió a engancharse.

 

Y cuando el Real Madrid dispone de dos vidas, no suele desaprovecharlas. Se engancha con fuerza al encuentro y acaba cerrándolos y enamorando al público. No fue nada del otro mundo, pero sí suficiente dar más velocidad al juego, más agresividad en defensa y más precisión en ataque. La maquinaria se calentó en el tercer cuarto (acabó con 59-53) y entró en combustión durante los diez minutos finales. Fue el momento de Llull, Carroll y Mirotic. El Real Madrid entonces se empezó a parecer a ese que hundió al Barcelona. Apretó el acelerador y alcanzó los 10 de ventaja a siete para el final (65-55). Ahí se acabó el partido. El Real Madrid ya estaba en estado de gracia. Todo lo mal que lo hizo al principio, lo bordó a la conclusión. Hubo hasta tiempo de recordar el campeonato de Copa del Rey, el MVP de Llull, el buen hacer de Carroll y repartir gratitud con todo el grupo. Lo dicho, el Real Madrid alagar su vida en Euroliga.

El Real Madrid alarga su vida en Euroliga (86-65)

Llull (15 puntos), Carroll (13) y Mirotic (20) comandaron el triunfo frente a Unicaja de Málaga
Rafael Merino
jueves, 23 de febrero de 2012, 21:26 h (CET)
FICHA TÉCNICA
86- Real Madrid: Llull (15), Suárez (6), Singler (6), Mirotic (20) y Tomic (2) -quinteto titular- Reyes (7), Velickovic (4), Carroll (13), Pocius (6), Begic (2), Jorge Sanz (3) y Sergio Rodríguez (4).
65 – Unicaja Málaga: Rowland (5), Fitch (15), Darden (4), Lima (12) y Zoric (2)-quinteto inicial- Berni Rodríguez (7), Valters (3), Peric (11), Abrines (1) y Sinanovic (5).
Parciales: 14-22, 27-19, 18-12, 27-12.
Árbitros: Ilija Belosevic (SER), Sreten Radovic (CRO) y Panagiotis Anastopoulos (GRE).
Incidencias: Quinta jornada correspondiente a la segunda fase de la Euroliga, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 7.342 espectadores.

Ni corrió en ataque, ni defendió fuerte en el cuerpo a cuerpo, ni fue constante en sus virtudes, ni siquiera contuvo tensión en sus venas en un encuentro determinante para su futuro en Euroliga. El Real Madrid de Europa, el que se midió a Unicaja, se pareció en poco a ese Real Madrid que tanto éxito cosechó en Barcelona. A pesar de jugar a medio gas, el Real Madrid se apuntó el triunfo, algo que le permite seguir con esperanzas de clasificarse para los cuartos de la máxima competición continental.

 

Fue una victoria con carácter administrativo. Suficiente aunque preocupante teniendo en cuenta cómo está el camino con desembocadura en los cuartos de Euroliga: ganar en Siena (a ser posible por una suculenta renta) y esperar que el Gescrap Bizkaia tenga un accidente en Málaga. Quizá ambas cosas sean posibles (aunque hay más cábalas). Posible porque este Real Madrid parece desenvolverse mejor en situaciones de pánico. Lo hace de forma sobresaliente. Es decir, necesita un susto de verdad para reaccionar y encauzar situaciones complicadas. Lo demostró en Barcelona, adonde acudió en un mar de dudas y lo confirmó ante Unicaja, después de un desastroso comienzo.

 

Porque alcanzar el descanso con vida fue lo mejor que le pudo pasar al Real Madrid (41-41). Su puesta en escena fue, sencillamente, desastrosa: 3-14. Un marcador justo a tenor de cómo estaba jugando el conjunto de Laso. Estaban como ausentes, como recordando la Copa del Rey, aupado por los vítores de ‘campeones, campeones’ desde la grada. En el primer cuarto, estuvo paupérrimo en el tiro y peor aún en defensa. Y sólo tres jugadores anotaron: Pocius, Reyes y Llull (éstos dos últimos más de una canasta). Unicaja, sin hacer nada del otro mundo, sólo un encuentro serio, empezó a creérselo. Y más cuando no tenía presión. Sólo estaba en juego su honor.

 

De menos a más

El colapso empezó a desaparecer a medida que se acercó el descanso. Irrumpieron en juego dos variantes: el cansancio de los andaluces, con un escaso fondo de armario (sin Freeland ni Garbajosa) y la actuación de Carroll (8 puntos consecutivos) y de Mirotic (con tres triples consecutivos en los últimos minutos de cuarto). Consecuencia: de los menos once puntos se pasó a la igualdad. A volver a empezar. Como sucedió en las gradas. El público volvió a engancharse.

 

Y cuando el Real Madrid dispone de dos vidas, no suele desaprovecharlas. Se engancha con fuerza al encuentro y acaba cerrándolos y enamorando al público. No fue nada del otro mundo, pero sí suficiente dar más velocidad al juego, más agresividad en defensa y más precisión en ataque. La maquinaria se calentó en el tercer cuarto (acabó con 59-53) y entró en combustión durante los diez minutos finales. Fue el momento de Llull, Carroll y Mirotic. El Real Madrid entonces se empezó a parecer a ese que hundió al Barcelona. Apretó el acelerador y alcanzó los 10 de ventaja a siete para el final (65-55). Ahí se acabó el partido. El Real Madrid ya estaba en estado de gracia. Todo lo mal que lo hizo al principio, lo bordó a la conclusión. Hubo hasta tiempo de recordar el campeonato de Copa del Rey, el MVP de Llull, el buen hacer de Carroll y repartir gratitud con todo el grupo. Lo dicho, el Real Madrid alagar su vida en Euroliga.

Noticias relacionadas

El Betis Baloncesto falló en el momento clave. O, mejor dicho, un Covirán Granada guerrero y voluntarioso le hizo fallar, hasta el punto de meterlo en un lío del que probablemente no vaya a salir. Los granadinos, que perdían hasta por nueve puntos a menos de cuarto y medio para el final, se repusieron hasta el punto de lograr una victoria que le deja con más vida aún de lo que ya parece. El Betis depende de sí mismo pero tendrá que ganar nada menos que en Madrid si no quiere consumar el descenso.

El Betis Baloncesto ha caído esta tarde en San Pablo ante el Barça, cuya victoria le sirve para mantener el liderato de la liga ACB justo antes de desplazarse a Kaunas para intentar certificar su clasificación para la "Final Four" de la Euroliga. Los verdiblancos, muy laxos y endebles durante la primera mitad, han llegado demasiado tarde al choque y, cuando han despertado, ya era demasiado tarde para intentar apretar de verdad. Pese a ello la derrota previa del Covirán Granada le sirve para permanencer fuera del descenso,

El Betis Baloncesto ha conseguido esta noche una victoria tan necesaria como ciertamente engañosa frente al colista de la liga ACB, el Carplus Fuenlabrada que, pese a sumar solamente cuatro triunfos y ponerse veinte abajo en el segundo cuarto, le ha peleado el triunfo a los de Casimiro -aunque sin llevarles al límite- casi hasta el final.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto