No es un secreto decir que el actual alcalde de Valladolid me cae como "una patada en
los bajos" como no es secreto decir que tenemos el peor alcalde de la democracia,
desde que algunos españoles decidieron votar la actual Constitución allá por el año
1978. Nadie duda de que es el alcalde que menos ha hecho por mantener empleo en
Valladolid y fomentar la creación de otro de nueva planta. ¿Se acuerdan todos ustedes
de los insultos e improperios que lanzó contra Lauki? Pues miren lo que les voy a decir:
cuando la Junta de Castilla y León lo tenía todo controlado para que Lauki siguiera en
Valladolid, este "tuercebotas" de figurín, todavía alcalde pucelano, con sus insultos de
mal gusto y su reconocida falta de tacto, hizo que todo saltara por la borda con el
consiguiente cabreo de la presidencia de la Junta y de los trabajadores de la empresa
láctea "¡Mediocre Alcalde!" decían algunos, a lo que otros respondían: "¡No, perdedor
integral y con galones de alcanzar la excelencia de la indignidad!". Pues eso. Sobran
añadidos sobre el alcalde del tripartito perdedor.
Hoy me he encontrado con que ahora se nos "descuelga" con el colmo de la estupidez
que siempre acompaña a este burdo y vulgar alcalde. Sí, me refiero a la carta que
adjunta al programa de Ferias y Fiestas de Nuestra Señora de San Lorenzo, tan conocida
cariñosamente por los vallisoletanos como "La Lorenza". En esa carta que tanto deja
que desear en las formas, aparecen términos tan socorridos por la mediocre izquierda de
este país, como eso de "A los vecinos y vecinas de Valladolid", "...los vallisoletanos y
las vallisoletanas". Menos mal que no lo habrá leído Pérez-Reverte porque, de lo
contrario, hubiera puesto a caldo a los redactores ("y redactoras" como dice esa
izquierda impertinente lingüísticamente)
Ni siquiera respeta este "maletilla" las recomendaciones de la RAE: "Este tipo de
desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En
los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del
masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin
distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto".
Mencionar de forma explícita el femenino solo se justifica cuando hay oposición de
sexos y ésta es relevante en el contexto al que el hablante se refiere; por ejemplo,
cuando decirmos que "El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa
edad".
Con frecuencia hay cierta tendencia irresponsable, errónea y fea a desdoblar de forma
indiscriminada el sustantivo en sus formas masculina y femenina. Es un error de bulto y
de muy mal gusto porque, además de ir contra el principio de economía del lenguaje,
tiene su falso fundamento en motivos ajenos a lo puramente lingüístico. Sigue diciendo
la RAE que"...deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y
de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos".
Incluso añado yo que descentran al lector y hacen que pierda el hilo conductor de la
lectura, debiendo efectuar permanentes regresiones visuales.
Pero volvamos a la carta 'manchada' por el señor alcalde socialista y ‘socialisto’ de
Valladolid. De querer dar una imagen progresista (que suele ser una imagen pijiprogre y
de torpeza supina) con eso de vecinos y vecinas, vallisoletanos y vallisoletanas,... salta
de repente al genérico, como recomienda la RAE habitualmente, y se centra en el
masculino exclusivamente. Vean si no la siguiente expresión aunque también hay otras
correctas: "...parece costar mucho menos ser positivos, ser animosos, ser respetuosos,
ser solidarios, generosos y receptivos". Toda una contradicción con su masculino y
femenino del principio. Tal vez piense que no existe la posibilidad de ser positivas,
animosas, respetuosas, solidarias, generosas y receptivas. Por cierto, lo correcto es
utilizar el verbo "ser" una sola vez y evitarlo tras cada coma. Suena a cacofonía lo de
ser..., ser,..., ser,.....
Solo le ha faltado a mi alcalde -- para disgusto propio, ajeno y colectivo-- utilizar la
arroba (@) para "cubrirse de gloria". Entonces sí se hubiera convertido en el hazmerreír
más evidente. El mal uso del genérico y el abusivo uso de la arroba son algo así como
un querer destacar para tapar lo correcto, además de un abuso de lo contrario a las
formas correctas y elegantes. Por cierto, la irreverente izquierda hubiera escrito algo así
como: "...un abuso y abusa de las y los formas y formos correctas y correctos y
elegantes y elegantas". Creo que mi deducción es la misma que hace otra mucha gente
(no hace falta usar "genta").
En fin, señor alcalde socialista y socialisto, como le dirían sus colegas, tras sus
contradicciones convertidas en mofa de todos los vallisoletanos (verá que solo utilizo el
genérico porque sirve para lo que usted erróneamente alude como "vallisoletanos y
vallisoletanas") cierra su carta con toda una enumeración de adjetivos que solo usa en
femenino. ¿Por qué no añade, en este caso, el masculino que empezó utilizando al
comienzo de la carta? Siempre el genérico, señor, siempre el genérico. Y ese es el
masculino.
Finalmente, le insto a que haga una redacción correcta de la carta y vuelva a reenviarla
escrita correctamente a la ciudadanía de su ciudad. De lo contrario pensaremos que le
importamos un bledo como ciudadanos (solo el genérico, una vez más) y que usted,
como alcalde, no es capaz de llegar más allá. Por cierto, no estaría de más que se
rodease de asesores que también sepan ser eficaces correctores ortográficos, sintácticos
y estilísticos. No dude en apartar de su lado a todos esos gaznápiros que le han
asesorado tan mal a la hora de escribir esa carta que acompaña al programa de Ferias y
Fiestas de Nuestra Señora de San Lorenzo de Valladolid.