Los números avalan a la reina de la sincronizada. Se ha colgado 46 medallas entre europeos, mundiales, juegos olímpicos, World Trophy. Se dice pronto, pero la sirena mas galardonada de la natación sincronizada española ha brindado mas de 20 años a este deporte y siempre ha defendido mejor que nadie todas sus actuaciones a lo largo de cientos de piscinas nacionales e internacionales.

Muchos años que no se han visto empañados por fuertes lesiones o por malos espectáculos. La carrera de Gemma Mengual se perfila como impecable, pero como todo, hay un inicio y también un final. La nadadora ha puesto punto y final a su carrera profesional con 34 años y con muchos sueños conseguidos. En un futuro no descarta volver a las piscinas, pero esta vez como entrenadora para enseñar los “truquitos” que da a experiencia. Ana Tarres, actual seleccionadora de sincronizada, no ha dudado ni un momento en la valía de la deportistas y anima a Gemma a seguir vinculada a un mundo que tantas cosas le ha exigido y también que tantas alegrías le ha concedido.

Gemma desde sus inicios cuando con tan solo 15 años se presentaba como el futuro y la revelación de la sincronizada, ha sido un ejemplo a seguir. Su vida, que nada tenía que ver con la vida que una niña de su edad podría tener, ha sido reflejo de perseverancia, trabajo, compañerismo y de mucho esfuerzo por seguir mejorando día a día hasta alcanzar la perfección y la elegancia de la que siempre ha hecho gala.

Las señas de identidad de Gemma en la piscina son la plasticidad y sin duda la capacidad de emocionar. Siempre ha conectado muy bien con la gente, con los jueces e incluso con el resto de candidatas que competían contra ella. Su personalidad arrolladora se dejaba ver en la piscina en cada uno de sus números y actuaciones. Hay que sentir y disfrutar con todo lo que se hace. Abanderada de la sensibilidad ha hecho que todos nos emocionemos y creamos en que el sueño de la natación sincronizada siempre era posible.

Es un referente mundial y el reflejo de una grandísima generación de nadadoras. Trabajo y disciplina, disciplina y trabajo han marcado el día a día de estos 20 años de dedicación absoluta que dejan paso a muchos más donde su hija y su afán de empresaria coparán sus minutos y horas.  

La natación tiene mucho que agradecer a esta grandísima nadadora que ha hecho de su devoción, su vida y la vida de muchos seguidores y apasionados de una competición de tantísima exigencia y delicadeza.

Ella misma ha confesado que lamenta no haber podido colgarse un oro olímpico, sin embargo, en estos próximos juegos olímpicos de 2012 tenemos un gran filón con su sucesora. Andrea Fuentes nos ha sorprendido ya y todavía tiene mucho más que ofrecer. No descarto que en un futuro no muy lejano veamos a estas dos grandes de la sincronizada compartiendo tiempo y piscina como entrenadora y competidora. Gracias Gemma por tantos años de alegrías y tantos bonitos momentos dentro y fuera del agua.