Hace casi dos años de ello y en ambos contendientes todavía quedan vestigios de resquemor. En Mallorca perdonan pero no olvidan que fuera el Villarreal quien acabara agenciándose la plaza de Europa League tras los consabidos problemas económicos de los bermellones. Un aliciente más para una tarde donde se disputará, de nuevo, un enfrentamiento para intentar escapar de las garras del descenso entre dos rivales directos.

Parece que finalmente el Villarreal ha logrado alzar el vuelo tras la turbulenta temporada que se le había venido encima. Ya ha encarrilado dos victorias consecutivas y desde que José Molina está al frente del equipo, los amarillos han conseguido once de los dieciocho puntos posibles, o lo que es lo mismo, el Villarreal de Molina tan sólo lleva sumados 4 puntos menos en 6 partidos (11) que el Villarreal de Garrido en 17 jornadas (15).

La precaución invita a pensar que pese a la mejoría del equipo, el margen para el error no hace pie en las aspiraciones de los amarillos, puesto que un nuevo tropiezo podría trasportarlos de nuevo a la frontera de los puestos de descenso. Molina sabe cuán desalentador sería si se produjera tal resultado: “lo más importante es no volver a donde estábamos. Estamos en una posición complicada, ya que hemos perdido muchos puntos en la primera vuelta y eso nos obliga hacer una segunda vuelta casi perfecta”.

Respecto a la convocatoria, una de cal y una de arena. Vuelven al once jugadores importantes como Gonzalo o Bruno tras cumplir su partido de suspensión. Musacchio también se reincorpora después de superar las molestias que le impidieran participar en el duelo de la semana pasada frente el Granada. En contraposición, Nilmar vuelve a causar baja tras sufrir una pequeña distensión en el aductor izquierdo. Para apaliar este contratiempo, Joselu acompañará de nuevo a la expedición del primer equipo, aunque todo apunta que será Camuñas quien suplirá al brasileño en la alineación inicial. 

Un punto y una posición por debajo se encuentra el Mallorca. Los bermellones vienen de perecer por goleada frente el Málaga y una nueva derrota en su estadio ante el conjunto amarillo podría dejarlos en los puestos de descenso, por lo que las mentes de los pupilos de Caparros sólo albergan un pensamiento: “ganar o ganar”. Si finalmente se consuma la victoria, podría tratarse de un gran paso para el equipo insular en sus aspiraciones de conseguir la permanencia, puesto que acarrearía una considerable escalada hacia la zona media de la tabla.

No obstante, los precedentes le dan la razón al Submarino Amarillo. En sus diez visitas a tierras baleares, tan sólo se ha contabilizado una única victoria de los locales. Hacer cábalas sobre el resultado final es tarea ardua, puesto que la irregularidad a la que nos ha acostumbrado el Mallorca en estos últimos meses invita a pensar en un desenlace incierto. Desde el día después de Reyes donde empató en casa del levante (0-0), las siguientes jornadas ligueras las ha ido alternando entre victorias y derrotas.

Si tal bucle continua, esta semana tocaría ganar. Para ello Caparros recupera a Martí, Víctor e Iván Ramis, quienes vienen de cumplir sus respectivos partidos de sanción. Chico se queda fuera por acumulación de tarjetas, por lo que todo indica que Ramis y Nunes formarán como pareja de centrales. La única duda en el once se cierna sobre la banda derecha. Veremos si el técnico de Utrera saca finalmente de ostracismo a Zuiverloon o, si por el contrario, seguirá contando con un reconvertido Crespí para cubrir la baja del lateral diestro Pau Cendrós.