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El juez Garzón ha sido condenado a la hoguera antes que los “herejes” que él señaló como culpables de cometer presuntos hechos delictivos

Españoles, Franco no ha muerto

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Nos mintió el último presidente del último gobierno franquista, Carlos Arias Navarro, cuando nos comunicó a los españoles, con los ojos llenos de lágrimas,  que Franco había muerto. Que se podía esperar de un jefe de Gobierno que siguió los mismos pasos que sus predecesores en los gobiernos de la dictadura sino que nos mintiera a los españoles como se hizo durante casi cuarenta años.
   
No, Franco no ha muerto, puede que una pesada losa selle su tumba en el monumento a la ignominia enclavado en lo que se ha dado en llamar El Valle de los Caídos, pero no, aquello de que el dictador lo había dejado todo atado y bien atado era verdad, es la única verdad del dictador que ha pasado a la historia. La sentencia condenando al juez Baltasar Garzón, a once años de inhabilitación por las escuchas del caso Gürtel, da buena cuenta de ello. El juez que instruyó el caso y puso en el “escaparate” a una serie de presuntos delincuentes, de los cuales el que la prensa señala como número dos de la trama, Pablo Crespo, ya está en la calle después de pagar una fianza que se podría incluir dentro del tiempo de las rebajas, le fijaron 200.000 euros y después quedó en 100.000, el juez Garzón ha sido condenado a la hoguera antes que los “herejes” que él señaló como culpables de cometer presuntos hechos delictivos.
    
Pero no para ahí la cosa, no, recordemos que al juez Francisco Javier de Urquía, le impusieron una pena de 21 meses de inhabilitación por haber aceptado un soborno de 73.800 euros que le entregó Juan Antonio Roca y que con aquel dinero se compró una vivienda. Por este hecho el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le condenó a dos años de cárcel y 17 años de inhabilitación, De Urquía recurrió ante el Supremo, el mismo tribunal que ha condenado a Garzón, y este tribunal le rebajó la pena hasta dejarla en 21 meses que ya han cumplido y se ha reintegrado a su trabajo. De Urquía vuelve a ser juez. Garzón no lo será nunca más.
    
Creo que todos tenemos muy claro que Garzón, no ha sido condenado por haber prevaricado ni por nada que se lo parezca, la mayoría de los españoles tienen muy claro que a Garzón le han condenado por querer castigar a los poderosos y a los que cometieron crímenes de lesa humanidad, eso no se le podía consentir y había que dar un escarmiento y que al propio tiempo sirviera de aviso para aquellos otros jueces que en un futuro pudieran sentir la tentación de poner coto a los casos de corrupción e intentar hacerles justicia a las víctimas del franquismo cuya “desaparición” relatada por sus familiares en ese otro juicio que se le sigue a Garzón en el Tribunal Supremo por haber “osado” remover el tenebroso pasado de un régimen totalitario que masacró a centenares de miles de españoles cuyo único delito fue servir a un régimen político legalmente establecido: A la República Española. Esos relatos son horrorosos. Pero es cierto, efectivamente, Franco no ha muerto, Lo dejó todo atado y bien atado.
     
Creo que no se llegará al punto de querer “machacar” a Garzón, condenándole por intentar investigar los crímenes del franquismo ni por la otra causa relacionada con sus conferencias en Estados Unidos. Si así fuera, sería el colmo del esperpento, por ello creo que en esos dos juicios pendientes pueden darse sentencias absolutorias, porque la vida, la profesional, esta ya se la han quitado. Más daño ya no le pueden hacer.

Españoles, Franco no ha muerto

El juez Garzón ha sido condenado a la hoguera antes que los “herejes” que él señaló como culpables de cometer presuntos hechos delictivos
Pascual Mogica
viernes, 10 de febrero de 2012, 08:09 h (CET)
Nos mintió el último presidente del último gobierno franquista, Carlos Arias Navarro, cuando nos comunicó a los españoles, con los ojos llenos de lágrimas,  que Franco había muerto. Que se podía esperar de un jefe de Gobierno que siguió los mismos pasos que sus predecesores en los gobiernos de la dictadura sino que nos mintiera a los españoles como se hizo durante casi cuarenta años.
   
No, Franco no ha muerto, puede que una pesada losa selle su tumba en el monumento a la ignominia enclavado en lo que se ha dado en llamar El Valle de los Caídos, pero no, aquello de que el dictador lo había dejado todo atado y bien atado era verdad, es la única verdad del dictador que ha pasado a la historia. La sentencia condenando al juez Baltasar Garzón, a once años de inhabilitación por las escuchas del caso Gürtel, da buena cuenta de ello. El juez que instruyó el caso y puso en el “escaparate” a una serie de presuntos delincuentes, de los cuales el que la prensa señala como número dos de la trama, Pablo Crespo, ya está en la calle después de pagar una fianza que se podría incluir dentro del tiempo de las rebajas, le fijaron 200.000 euros y después quedó en 100.000, el juez Garzón ha sido condenado a la hoguera antes que los “herejes” que él señaló como culpables de cometer presuntos hechos delictivos.
    
Pero no para ahí la cosa, no, recordemos que al juez Francisco Javier de Urquía, le impusieron una pena de 21 meses de inhabilitación por haber aceptado un soborno de 73.800 euros que le entregó Juan Antonio Roca y que con aquel dinero se compró una vivienda. Por este hecho el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le condenó a dos años de cárcel y 17 años de inhabilitación, De Urquía recurrió ante el Supremo, el mismo tribunal que ha condenado a Garzón, y este tribunal le rebajó la pena hasta dejarla en 21 meses que ya han cumplido y se ha reintegrado a su trabajo. De Urquía vuelve a ser juez. Garzón no lo será nunca más.
    
Creo que todos tenemos muy claro que Garzón, no ha sido condenado por haber prevaricado ni por nada que se lo parezca, la mayoría de los españoles tienen muy claro que a Garzón le han condenado por querer castigar a los poderosos y a los que cometieron crímenes de lesa humanidad, eso no se le podía consentir y había que dar un escarmiento y que al propio tiempo sirviera de aviso para aquellos otros jueces que en un futuro pudieran sentir la tentación de poner coto a los casos de corrupción e intentar hacerles justicia a las víctimas del franquismo cuya “desaparición” relatada por sus familiares en ese otro juicio que se le sigue a Garzón en el Tribunal Supremo por haber “osado” remover el tenebroso pasado de un régimen totalitario que masacró a centenares de miles de españoles cuyo único delito fue servir a un régimen político legalmente establecido: A la República Española. Esos relatos son horrorosos. Pero es cierto, efectivamente, Franco no ha muerto, Lo dejó todo atado y bien atado.
     
Creo que no se llegará al punto de querer “machacar” a Garzón, condenándole por intentar investigar los crímenes del franquismo ni por la otra causa relacionada con sus conferencias en Estados Unidos. Si así fuera, sería el colmo del esperpento, por ello creo que en esos dos juicios pendientes pueden darse sentencias absolutorias, porque la vida, la profesional, esta ya se la han quitado. Más daño ya no le pueden hacer.

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