Rajoy volvió a ser captado el miércoles por las cámaras mientras intercambiaba un saludo con Artur Mas. Dos en una semana, con lo cauto y prudente que es cuando quiere. “Vivo en el lío”, decía en esta ocasión. Bueno, no todo son líos presidente, las noticias buenas también asoman cuando se trabaja y existe un proyecto y estrategia. Lo digo por la visita en Moncloa de los senadores norteamericanos, entre los que se encontraban el que fuera candidato presidencial, John McCain, o el demócrata Joe Lieberman. Es conocido al otro lado del charco que el encuentro fue un éxito, gracias al que España recuperará su vocación de liderazgo y volverá a proyectarse hacia el exterior. Los dirigentes estadounidenses querían averiguar de mano de quien más manda las estrategias del Gobierno en materia económica y la verdadera la situación en la que se encuentra España.
Si Mariano Rajoy aporta algo, es experiencia. Cinco veces ministro y también vicepresidente y portavoz. Serio, firme, de pocas palabras pero con las ideas muy claras sobre cuáles son los intereses nacionales. Y el país que dirige, España, aporta un enorme potencial. El jefe del Ejecutivo les explicó las iniciativas ya adoptadas y los planes que tiene previstos. Y así quedaron, pues "enormemente impresionados con el presidente Rajoy". Todos han coincidido en su capacidad para recuperar el rumbo y el prestigio internacional de nuestro país y han apuntado a España como un fuerte socio estratégico y aliado para Estados Unidos.
Ese mismo día, José Manuel García Margallo, se reunía con Hillary Clinton en Munich y garantizaba la lealtad de España con un proyecto en común que es Europa. Margallo aseguró a su colega que no habrá maniobras unilaterales sin contar con sus aliados, como hizo Carme Chacón en Kosovo generando cierta incomodidad y molestia entre los socios de la OTAN. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación trató temas de gran importancia y trascendencia, pero sobre todo estrechó una relación que estaba dañada y que nos convierte en socios serios. Lo veremos cuando EEUU lleve a cabo guiños como la retirada de la tierra contaminada de Palomares o la retirada de España de la lista de paraísos de la piratería.
Una semana de intensos movimientos en materia de política exterior. Margallo también se entrevistó con el jefe de la diplomacia marroquí para renovar el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, que caducaba en los próximos días. El objetivo, permitir a los barcos españoles pescar en aguas marroquíes. Marruecos pasa así a formar parte de la estrategia de intensificación de lazos que habían quedado deteriorados. Parece que consolidaremos nuestra imagen internacional como país potente. Lo que conlleva la atracción de inversores, la promoción de nuestras exportaciones y la internacionalización de nuestras empresas. Mariano Rajoy progresa adecuadamente en política exterior. Sin ninguna duda, durante los últimos días ha demostrado estar a la altura de las circunstancias. Promover la cooperación y estrechar lazos entre los países aliados es una magnífica noticia para recuperar la senda del crecimiento y el prestigio de España. Es indudable que vamos por el buen camino, pero aún nos queda mucho por recorrer. Así que, como diría al que continuamente captan los micrófonos y cámaras: ¡al lío!