Dice Eduardo Galeano que el olvido está lleno de memoria, algo que se corrobora en la semana de la memoria paraguaya bajo el régimen arzobispal del cura Fernando Lugo, enemigo público número uno de la memoria.
Dentro de un clima abúlico que hace recordar precisamente al que se vivía en tiempos de la dictadura neo nazi de Alfredo Stroessner, al secretario de comunicación del gobierno arzobispal, Augusto dos Santos, se le ocurrió denunciar que los archivos de la radio nacional del Paraguay habían desaparecido. Por razones obvias no mencionó que los que no desaparecieron con los archivos, lamentablemente, son los radialistas y publicistas que encumbraron al dictador Stroessner y que hoy trabajan para el mismo patrón que Dos Santos.
Y no sólo no desaparecieron, sino que nunca devolvieron las radios y diarios que la dictadura erigió con dinero público. Y es más, no sólo no desaparecieron ni devolvieron los medios malhabidos, sino que siguen mamando de las tetas del estado a través de millonarias dádivas que reciben del gobierno arzobispal, como ayer las recibían del dictador.
Viene al caso recordar, a propósito de la semana de la memoria, quiénes fueron los puntales propagandísticos del dictador Stroessner, y sus estrechos vínculos con la campaña proselitista del cura Fernando Lugo, y el apuntalamiento de su gobierno que sigue hasta hoy.
Nada más y nada menos que el ministro consorte, ex animador de los cumpleaños de Stroessner y beneficiario de las tierras del IBR sin ser sujeto de reforma agraria, Humberto Rubin. A propósito ver lo expuesto por Nemesio Barreto en el sitio:
http://twincities.indymedia.org/2009/oct/humberto-rub%C3%ADn-la-verdadera-historia-de-un-trepador
A propósito del ideólogo del gobierno luguista, quien co-gobierna la república a través de sus editoriales, el ex propagandista de Videla, Pinochet y Stroessner, Aldo Zucolillo, Ver enlace:
http://lagranestafaalaizquierda.blogspot.com/2009/03/aldo-zucolillo-el-gran-responsable-del.html
Existen más ejemplos, lógicamente, pero con estos dos especímenes basta para dejar bien sentada la tesis de que la semana de la memoria paraguaya está llena de olvido.
Carperos desmemoriados
Dijo Jean Paul que la memoria es el único paraíso del que no pueden expulsarnos, aunque deberíamos agregar otros edenes tales como las estancias de los personeros de la dictadura estronista, que jamás fueron desalojadas por sus ilegítimos dueños.
Si hubo alguien lúcido y memorioso por estas fechas en las que al gobierno arzobispal se le ha dado por hablar de memoria, ha sido el diputado por Patria Querida Sebastián Acha, quien se preguntó porqué los carperos luguistas no se trasladan para ocupar la estancia del cura presidente Fernando Lugo y de su abogado Marcos Fariña, situada en el kilómetro 63 de la ruta Transchaco, jurisdicción de Benjamín Aceval.
Acha también recordó que dicha estancia perteneció al general Hugo de Jesús Araújo, recordado jerarca de la dictadura de Stroessner y vaciador de las arcas del seguro social de aquel tiempo.
A estas puntualizaciones podrían agregarse las opulentas propiedades que hoy ostentan muchos de los comunicadores y empresarios de medios enriquecidos durante la dictadura, y que solo han cambiado de patrón, dado que el actual inquilino del Palacio decidió administrar el poder con los viejos códigos y con los mismos colaboradores escombros.
Ya lo advirtió el genial Jorge Luis Borges: la memoria es apenas un montón de espejos rotos.