Tras la lamentable imagen ofrecida ayer Domingo en el Palau Blaugrana en un partido que los murcianos perdieron por 37 puntos (90-53), la entidad dirigida por los hermanos Carabante ha decidido prescindir de los servicios de Luis Guil como primer entrenador para intentar voltear una delicadísima situación. La mala racha que viene atravesando el UCAM Murcia le ha hundido hasta el penúltimo puesto en la clasificación con un pésimo bagaje de 4 triunfos y 14 derrotas, ofrenciendo una imagen de indolencia y falta de espíritu competitivo que el preparador sevillano no ha podido atajar.
La destitución de Luis Guil como entrenador de UCAM Murcia era algo que numerosos aficionados venían reclamando tras la derrota frente a Lagun Aro GBC en la pasada jornada, en la que el equipo murciano desperdició una renta de 15 puntos para ver como los donostiarras se llevaban finalmente una victoria que les aupaba a la Copa del Rey.
Luis Guil recaló en Murcia la pasada campaña para dirigir un proyecto llamado a devolver al club a la Liga ACB y consolidarlo en la misma tras una amarga temporada que concluyó con el inapelable descenso a la Adecco Leb Oro. No sin mucho sufrimiento debido a la tenacidad de Obradoiro (dirigido, curiosamente, por Moncho Fernández, el técnico elegido para entrenar al primer equipo el año del descenso), el CB Murcia logró el ansiado ascenso por la vía rápida.
Para esta temporada el club consiguió un patrocinador de envergadura como es la UCAM, universidad privado con mucho calado en la Región, y se confeccionó un equipo llamado a cotas más altas que la mera salvación. La plaga de lesiones y la falta de ambición manifestada por jugadores y cuerpo técnico preparando y jugando muchos de los partidos han llevado al equipo a su precaria situación actual. Todavía no se sabe cual será el sustituto de Luis Guil en el banquillo, si bien han salido a la palestra nombres como Oscar Quintana o Trifon Poch.