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Seguramente, el choque
no llega en las mejores condiciones para el Espanyol. El cansancio tras el
correcalles y posterior fiasco copero se acumulará, como todos los equipos del
mundo, al ir detrás de la pelota, del jugador y del hueco. La disposición
táctica de Pochettino irá por aquí, presumiblemente, con Forlín y Romaric
haciendo muchos kilómetros, sino Baena, y el desfondo de Sergio García, Verdú y
Weiss para ayudar a Álvaro y llegar, en la medida de posible, a situaciones
peligrosas para Valdés. El Barça, qué decir, seguirá a lo suyo. La duda está en
la titularidad de Iniesta, recién salido de una lesión, y de si Thiago o Keita
le sustituirían. Arriba, el omnipresente Cesc, Messi y muy seguramente Alexis
en detrimento de Pedro.
Desafío Messi
Lionel se recuperó milagrosamente para la ida de octavos ante Osasuna, y estará a tope ante uno de los equipos menos fetiche para el astro argentino. Su reto: marcar en Cornellá-El Prat, cosa que no ha hecho aún.
Buena sintonía en el
banquillo
No es nada nuevo el
agradable tuteo entre Pochettino y Guardiola horas antes de estos derbis. El
uno alaba al mejor pero se muestra confiado y promete guerra; el otro rechaza
las flores, pone al rival por las nubes y filosofea un poquito sobre el qué del
partido. Mejor así que sin guerras absurdas vecinales.
No habrá azulgrana en la
grada
La zona habilitada para
los seguidores del contrincante quedará vacía, ya que no ha pedido entradas el
Barcelona…ni tampoco estaban muy por la labor. Más de 40000 almas reventarán el
aforo del feudo blanquiazul, vigiados desde tribuna por dos presidentes que en
principio sí que se entienden y se respetan.
Minuto 21 muy especial
Como siempre, Jarque
volará por el campo con los cánticos hondos de su afición, la cual también
retribuirá homenaje a Andrés Iniesta en el mismo minuto, seguro.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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