Este lunes se ha cumplido un año desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco impuesta por la ministra de Sanidad del momento, Leire Pajín. En aquel momento fueron muchas las voces que se alzaron contra la normativa, sobre todo desde el sector hostelero que auguraba miles de euros en pérdidas.
Ha pasado un año y yo sigo viendo la misma gente en los bares y además las terrazas , -muchas de ellas con sistema de calefacción-, están repletas de clientes incluso en los meses de invierno . Muchas veces parece que es más fácil criticar e ir en contra de lo establecido que pensar un poco y buscar alternativas . Ahora lo fácil es apuntarse al carro de la crisis y decir que estamos todos mal.
Ante el posible cambio de la Ley con la llegada del Partido Popular al Gobierno muchos fueron los hosteleros que mostraron su apoyo al partido liderado por Mariano Rajoy pero lo cierto es que la ley se quedará, al menos de momento, como está.
Y es que las cifras hablan por sí solas. En un año hay 600.000 fumadores menos y el sistema sanitario calcula que se el número de ingresos hospitalarios por infarto de miocardio ha caído en un 10% así como el asma infantil que se ha reducid en un 15%.
En el lado opuesto se encuentran los hosteleros y las tabacaleras. Los primeros aún mantienen que han registrado pérdidas en torno al 15% respecto a años anteriores. Las tabacaleras se quejan de que la venta de cajetillas ha descendido un 17% dejando alrededor de 500 millones de cajetillas sin vender .
A buen seguro que muchas cosas cambiarán con el nuevo gobierno del Partido Popular liderado por Mariano Rajoy pero, al menos de momento, la Ley Antitabaco sigue como hasta ahora y los malos humos seguirán en la calle .