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Pienso luego estorbo

Cuatro textos y un vídeo muy críticos

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Cuatro textos y un vídeo políticamente incorrectos pero certeramente apuntados, que pueden ayudarnos a reflexionar.

Probablemente uno de los errores más graves que cometemos de forma habitual es el de no reflexionar lo suficiente sobre la realidad que nos rodea y en la que, de forma más o menos activa, participamos. La observación, el análisis y la reflexión son elementos básicos para comprender mejor lo que nos pasa. Pero es cierto que ese camino, aun siendo indispensable, es muy criticado. Así lo atestiguan las  tantas pancartas  en las que se ha podido leer pienso luego estorbo.

En ello abunda la habitual marginación a la que se suele ver sometido el que se aproxima a las cuestiones analizando su fondo y mirando sus imperfecciones. Los adjetivos radical y crítico se han popularizado como sinónimos de violento y opositor, cuando su valor principal es muy otro, positivo. El radical se aproximará a la raíz de las cuestiones, normalmente interesado en su naturaleza y características reales, más allá de su aspecto. El crítico lo hará a su vez desde el cuestionamiento de los enunciados, intentando también llegar a entender la realidad que se oculta tras el planteamiento criticado. Y de nuevo lo hace desde el interés (positivo) y la proximidad. Nadie desinteresado por una cuestión buscará criticarla y llegar a su raiz.

En la línea de lo anteriormente descrito he seleccionado cuatro textos, tal vez demasiado largos y quizá un tanto densos, que por su capacidad de mover a la reflexión he creído interesante compartirlos juntos. Son políticamente incorrectos, están escritos desde periferias ideológicas muy alejadas del actual estándar de pensamiento dominante, pero me parece que pueden ser excelentes herramientas que motiven al que los lea otra forma de mirar a su alrededor.

En Construir el presente, dibujar el futuro, el autor hace un muy amplio análisis de cómo y por qué en su criterio debe producirse la presión popular hacia una revolución socialista. A pesar de que avisa al principio que es un texto dirigido solo a comunistas el texto aporta ideas y planteamientos válidos para un espectro ideológico más amplio.  Muy crítico en general, de una longitud muy extensa (5500 palabras, algo más que el panfleto de Hessel), contiene perlas como esta (referida al retrato del momento presente):

“A muchos anticapitalistas les ha entrado en los últimos tiempos, expresada en los movimientos antiglobalización y la multinacional de franquicias “indignadas” un buenismo gandhiano profundamente reaccionario, al crear la falsa esperanza de suave “aterrizaje” desde las turbulencias del capitalismo enloquecido a las verdes praderas de un socialismo utópico con cierto tufillo espiritual y neocristiano. No es el que la toma del poder por la fuerza se niegue. Es simplemente que, al hablar de transiciones, se escamotea“. O esta otra, entre las razones del no levantamiento de la clase trabajadora:

“La dureza de unas condiciones de vida en las que el esfuerzo por sobrevivir ocupa la mayor parte del tiempo y la tarea de la reproducción social el resto (atención al hogar y los hijos, gestiones, obligaciones con el entorno afectivo de familia y amigos, desplazamientos entre el hogar y el trabajo,…). Los rostros de cansancio y hastío de trabajadores inmigrantes y nativos que regresan a sus hogares al final del día enseña mucho sobre la dificultad de su incorporación a las luchas.
· La alineación en la producción y en la reproducción sociales. Cuando el trabajador dice “mi empresa” expresa hasta qué punto ignora las relaciones de producción en las que se encuentra atrapado. Cuando la gente busca abstraerse en esos utensilios tecnológicos (Ipod, móviles,…) o aislarse del mundo mediante los auriculares, cuando se cuelga de los programas de telerealidad, cuando se engancha a la prensa “rosa”, está expresando que lo que hay fuera no le interesa en absoluto o que le gusta tan poco que, en vez de cambiarlo, prefiere pensar que no existe, poniéndole fácil al poder la perpetuación de su propia reproducción“

En El mito de la moderación, un artículo breve, Manuel Navarrete nos enfrenta a la ineludible necesidad de buscar un objetivo muy ambicioso para optar a obtener logros medibles. Se puede leer:

“Si se niegan a hacer uso del racionalismo, podrían al menos emplear el puro empirismo. ¿Dónde están los supuestos logros de la moderación? Treinta años de moderación política y sindical no han hecho otra cosa que mermar nuestros derechos hasta llegar a la situación actual. El marco de relaciones laborales más avanzado fue conquistado durante la llamada “transición” por una izquierda radicalizada y volcada en la calle. Desde entonces, no hemos hecho más que perder.

¿Acaso alguien podría sorprenderse? Más allá de la ingenuidad reformista, que concibe al Estado como un árbitro neutral situado por encima de la lucha de clases, la realidad es que no se trata de cuánto pides, sino de cuánto puedes arrancar en función de tus fuerzas. Apocarse, pedir menos y moderarse jamás ha dado esos frutos tan maravillosos que algunos se empeñan en prometernos; de hecho, todos los logros sociales de la historia tuvieron que ser arrancados a sangre y fuego“

En Dialéctica del Cénit y el Ocaso, cuyo audio también está disponible, Miguel Amorós nos enfrenta al fin del capitalismo, detallando las características que lo han hecho exitoso pero que son la causa de su inevitable final. Y también la forma en que ello afecta a nuestra comprensión de la actual situación. Podemos leer:

“El crecimiento de las fuerzas productivas ponía de relieve su carácter destructivo cada vez más preponderante. La fe en el progreso hacía aguas; el desarrollo material esterilizaba el terreno de la libertad y amenazaba la supervivencia. La revelación de que una sociedad libre no vendría jamás de la mano de una clase directora, que mediante un uso racional del saber científico y técnico multiplicase la producción e inaugurara una época de abundancia donde todos quedaran ahítos, no era más que una consecuencia de la crítica de la función socialmente regresiva de la ciencia y la tecnología, o sea, del cuestionamiento de la idea de progreso. Pero el progresismo no era solamente un dogma burgués, era la característica principal de la doctrina proletaria. La crítica del progreso implicaba pues el final no sólo de la ideología burguesa sino de la obrerista“, y también:

“Paradójicamente, en la fase actual de descomposición del sistema dominante, las contradicciones internas ocultan las externas. El drama de la exclusión, el paro, la precariedad, los recortes, los desahucios y el empobrecimiento de las clases medias asalariadas, al poner por delante sus intereses inmediatos todavía ligados al mantenimiento de un estilo de vida urbano, artificial y consumista, han oscurecido momentáneamente la cuestión esencial, el rechazo del credo del progreso, y, por consiguiente, el del modelo social y urbano que le es inherente. En consecuencia, la creciente “huella ecológica” y la insostenibilidad intrínseca de la supervivencia bien o mal abastecida bajo el capitalismo no se han tenido en consideración, por lo que las exigencias desindustrializadoras y desurbanizadoras parecen fuera de lugar“

El último texto de la selección de hoy,En mi llanto mando yo, Joaquín Maidagan nos enfrenta a la dictadura del pensamiento único y a la virulencia del control de la ‘libertad’ de expresión, mediante la represión casi patológica de ideas y planteamientos subversivos o de denuncia. Lo hace desde el uso de un tema que casi condena a la exclusión a cualquiera que lo toque: la cuestión vasca. Empieza así :

“Es evidente que vivimos en un país en el que ir un poco más allá de lo que dicta el guión del pensamiento único es patrimonio de una minoría. Es más, ya no me sorprende que en España haya que pasar por la Aduana de dicho pensamiento único antes de expresar/cantar según qué cosas. Me provoca asco y rabia, pero no me sorprende. Obviamente, que no me sorprenda no significa que acepte, bajo ningún concepto, que a día de hoy se sigan persiguiendo ideas cuyo único pecado ha sido  no aceptar ponerse el traje del bienpensante a cualquier precio“, y ya metido en harina:

“Lo peor de todo es que la gente pasa por alto otro dato que me resulta fundamental. Y es que detrás de toda esta censura se nos envía un peligroso mensaje subliminal: nosotros, los oyentes, somos retrasados mentales. Carecemos de personalidad. Somos incapaces de decidir por nosotros mismos y de canalizar de forma apropiada las letras de Hasel, LCDM y Soziedad Alkohólika. Tampoco estamos preparados para escuchar lo que nos quieren transmitir Jone Goirizelaia, Doris Benegas y Haizea Ziluaga en la charla de Salamanca. Es por eso que nuestros salvadores se han tomado la libertad de decidir (por nuestro bien, claro) que lo mejor es que sólo escuchemos su versión… ¡no sea que estemos de acuerdo con los malos (Hasel, Soziedad Alkohólika o Berri Txarrak)  o que las letras de LCDM (cargadas de  un recurrente e inteligente humor negro) nos causen gracia!“

Finalmente el vídeo Manipulación de masas nos invita a reflexionar sobre La manipulación del ciudadano a través de la televisión y el futbol. ¿Por que hay miles de estadios de futbol?

Manipulación de masas from nodos on Vimeo.

Cuatro textos y un vídeo muy críticos

Pienso luego estorbo
Luis W. Sevilla
martes, 27 de diciembre de 2011, 08:09 h (CET)

Cuatro textos y un vídeo políticamente incorrectos pero certeramente apuntados, que pueden ayudarnos a reflexionar.

Probablemente uno de los errores más graves que cometemos de forma habitual es el de no reflexionar lo suficiente sobre la realidad que nos rodea y en la que, de forma más o menos activa, participamos. La observación, el análisis y la reflexión son elementos básicos para comprender mejor lo que nos pasa. Pero es cierto que ese camino, aun siendo indispensable, es muy criticado. Así lo atestiguan las  tantas pancartas  en las que se ha podido leer pienso luego estorbo.

En ello abunda la habitual marginación a la que se suele ver sometido el que se aproxima a las cuestiones analizando su fondo y mirando sus imperfecciones. Los adjetivos radical y crítico se han popularizado como sinónimos de violento y opositor, cuando su valor principal es muy otro, positivo. El radical se aproximará a la raíz de las cuestiones, normalmente interesado en su naturaleza y características reales, más allá de su aspecto. El crítico lo hará a su vez desde el cuestionamiento de los enunciados, intentando también llegar a entender la realidad que se oculta tras el planteamiento criticado. Y de nuevo lo hace desde el interés (positivo) y la proximidad. Nadie desinteresado por una cuestión buscará criticarla y llegar a su raiz.

En la línea de lo anteriormente descrito he seleccionado cuatro textos, tal vez demasiado largos y quizá un tanto densos, que por su capacidad de mover a la reflexión he creído interesante compartirlos juntos. Son políticamente incorrectos, están escritos desde periferias ideológicas muy alejadas del actual estándar de pensamiento dominante, pero me parece que pueden ser excelentes herramientas que motiven al que los lea otra forma de mirar a su alrededor.

En Construir el presente, dibujar el futuro, el autor hace un muy amplio análisis de cómo y por qué en su criterio debe producirse la presión popular hacia una revolución socialista. A pesar de que avisa al principio que es un texto dirigido solo a comunistas el texto aporta ideas y planteamientos válidos para un espectro ideológico más amplio.  Muy crítico en general, de una longitud muy extensa (5500 palabras, algo más que el panfleto de Hessel), contiene perlas como esta (referida al retrato del momento presente):

“A muchos anticapitalistas les ha entrado en los últimos tiempos, expresada en los movimientos antiglobalización y la multinacional de franquicias “indignadas” un buenismo gandhiano profundamente reaccionario, al crear la falsa esperanza de suave “aterrizaje” desde las turbulencias del capitalismo enloquecido a las verdes praderas de un socialismo utópico con cierto tufillo espiritual y neocristiano. No es el que la toma del poder por la fuerza se niegue. Es simplemente que, al hablar de transiciones, se escamotea“. O esta otra, entre las razones del no levantamiento de la clase trabajadora:

“La dureza de unas condiciones de vida en las que el esfuerzo por sobrevivir ocupa la mayor parte del tiempo y la tarea de la reproducción social el resto (atención al hogar y los hijos, gestiones, obligaciones con el entorno afectivo de familia y amigos, desplazamientos entre el hogar y el trabajo,…). Los rostros de cansancio y hastío de trabajadores inmigrantes y nativos que regresan a sus hogares al final del día enseña mucho sobre la dificultad de su incorporación a las luchas.
· La alineación en la producción y en la reproducción sociales. Cuando el trabajador dice “mi empresa” expresa hasta qué punto ignora las relaciones de producción en las que se encuentra atrapado. Cuando la gente busca abstraerse en esos utensilios tecnológicos (Ipod, móviles,…) o aislarse del mundo mediante los auriculares, cuando se cuelga de los programas de telerealidad, cuando se engancha a la prensa “rosa”, está expresando que lo que hay fuera no le interesa en absoluto o que le gusta tan poco que, en vez de cambiarlo, prefiere pensar que no existe, poniéndole fácil al poder la perpetuación de su propia reproducción“

En El mito de la moderación, un artículo breve, Manuel Navarrete nos enfrenta a la ineludible necesidad de buscar un objetivo muy ambicioso para optar a obtener logros medibles. Se puede leer:

“Si se niegan a hacer uso del racionalismo, podrían al menos emplear el puro empirismo. ¿Dónde están los supuestos logros de la moderación? Treinta años de moderación política y sindical no han hecho otra cosa que mermar nuestros derechos hasta llegar a la situación actual. El marco de relaciones laborales más avanzado fue conquistado durante la llamada “transición” por una izquierda radicalizada y volcada en la calle. Desde entonces, no hemos hecho más que perder.

¿Acaso alguien podría sorprenderse? Más allá de la ingenuidad reformista, que concibe al Estado como un árbitro neutral situado por encima de la lucha de clases, la realidad es que no se trata de cuánto pides, sino de cuánto puedes arrancar en función de tus fuerzas. Apocarse, pedir menos y moderarse jamás ha dado esos frutos tan maravillosos que algunos se empeñan en prometernos; de hecho, todos los logros sociales de la historia tuvieron que ser arrancados a sangre y fuego“

En Dialéctica del Cénit y el Ocaso, cuyo audio también está disponible, Miguel Amorós nos enfrenta al fin del capitalismo, detallando las características que lo han hecho exitoso pero que son la causa de su inevitable final. Y también la forma en que ello afecta a nuestra comprensión de la actual situación. Podemos leer:

“El crecimiento de las fuerzas productivas ponía de relieve su carácter destructivo cada vez más preponderante. La fe en el progreso hacía aguas; el desarrollo material esterilizaba el terreno de la libertad y amenazaba la supervivencia. La revelación de que una sociedad libre no vendría jamás de la mano de una clase directora, que mediante un uso racional del saber científico y técnico multiplicase la producción e inaugurara una época de abundancia donde todos quedaran ahítos, no era más que una consecuencia de la crítica de la función socialmente regresiva de la ciencia y la tecnología, o sea, del cuestionamiento de la idea de progreso. Pero el progresismo no era solamente un dogma burgués, era la característica principal de la doctrina proletaria. La crítica del progreso implicaba pues el final no sólo de la ideología burguesa sino de la obrerista“, y también:

“Paradójicamente, en la fase actual de descomposición del sistema dominante, las contradicciones internas ocultan las externas. El drama de la exclusión, el paro, la precariedad, los recortes, los desahucios y el empobrecimiento de las clases medias asalariadas, al poner por delante sus intereses inmediatos todavía ligados al mantenimiento de un estilo de vida urbano, artificial y consumista, han oscurecido momentáneamente la cuestión esencial, el rechazo del credo del progreso, y, por consiguiente, el del modelo social y urbano que le es inherente. En consecuencia, la creciente “huella ecológica” y la insostenibilidad intrínseca de la supervivencia bien o mal abastecida bajo el capitalismo no se han tenido en consideración, por lo que las exigencias desindustrializadoras y desurbanizadoras parecen fuera de lugar“

El último texto de la selección de hoy,En mi llanto mando yo, Joaquín Maidagan nos enfrenta a la dictadura del pensamiento único y a la virulencia del control de la ‘libertad’ de expresión, mediante la represión casi patológica de ideas y planteamientos subversivos o de denuncia. Lo hace desde el uso de un tema que casi condena a la exclusión a cualquiera que lo toque: la cuestión vasca. Empieza así :

“Es evidente que vivimos en un país en el que ir un poco más allá de lo que dicta el guión del pensamiento único es patrimonio de una minoría. Es más, ya no me sorprende que en España haya que pasar por la Aduana de dicho pensamiento único antes de expresar/cantar según qué cosas. Me provoca asco y rabia, pero no me sorprende. Obviamente, que no me sorprenda no significa que acepte, bajo ningún concepto, que a día de hoy se sigan persiguiendo ideas cuyo único pecado ha sido  no aceptar ponerse el traje del bienpensante a cualquier precio“, y ya metido en harina:

“Lo peor de todo es que la gente pasa por alto otro dato que me resulta fundamental. Y es que detrás de toda esta censura se nos envía un peligroso mensaje subliminal: nosotros, los oyentes, somos retrasados mentales. Carecemos de personalidad. Somos incapaces de decidir por nosotros mismos y de canalizar de forma apropiada las letras de Hasel, LCDM y Soziedad Alkohólika. Tampoco estamos preparados para escuchar lo que nos quieren transmitir Jone Goirizelaia, Doris Benegas y Haizea Ziluaga en la charla de Salamanca. Es por eso que nuestros salvadores se han tomado la libertad de decidir (por nuestro bien, claro) que lo mejor es que sólo escuchemos su versión… ¡no sea que estemos de acuerdo con los malos (Hasel, Soziedad Alkohólika o Berri Txarrak)  o que las letras de LCDM (cargadas de  un recurrente e inteligente humor negro) nos causen gracia!“

Finalmente el vídeo Manipulación de masas nos invita a reflexionar sobre La manipulación del ciudadano a través de la televisión y el futbol. ¿Por que hay miles de estadios de futbol?

Manipulación de masas from nodos on Vimeo.

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Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
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