Los medios de comunicación norcoreanos han atribuido las bajas temperaturas de esta semana a la muerte del líder del país, Kim Jong Il, a quien consideraban capaz de controlar el clima.

Desde que la televisión estatal anunciara el lunes su muerte, al parecer a causa de un infarto que sufrió el sábado durante un viaje en tren, apenas se han conocido más detalles. Si bien, este jueves KCNA apunta que las temperaturas eran entre cuatro y siete grados menores que las registradas hasta ahora.

"Esta información hace más dolorosa la muerte de Kim Jong Il, que continuó su tarea con patriótica devoción, a pesar del mal tiempo. Viendo su dedicación, la gente le habría pedido con lágrimas que no hiciera más viajes con las carreteras heladas", destaca la agencia de noticias KCNA.

Además, añade que el día de su muerte, Kim Jong Il "trabajó muy duro, a pesar de que había dormido mal y había tomado bolas de arroz". Esta información refuerza la versión oficial, según la cual el líder norcoreano murió por exceso de trabajo.

No obstante, KCNA ha indicado que después de su muerte, "vendrá una próspera primavera bajo el socialismo gracias a la patriótica devoción de Kim Jong Il, que ha bloqueado los vientos huracanados de la historia hasta su último día".