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El Sevilla firma otro horrible partido para clasificarse para octavos ante un Segunda B
Clasificación con mínimo esfuerzo (2-1)
Salvador Nieto |
martes, 20 de diciembre de 2011, 23:13
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sevilla FC: Varas (1), Coke (1), Cáceres (1), Escudé (1), Luna (2), Navas (1), Medel (1), Campaña (2), Armenteros (0), Rakitic (0), Negredo (0) .Tuvo que ser de nuevo Kanouté, al igual que en la ida, el que solucionara el embrollo y certificara el pase a octavos de final de Copa.
A pesar de la aparencia de trámite del envite, el varapalo sufrido por los blancos ante el Real Madrid sólo tres días antes invitaba a afrontar el partido con cautela y seriedad.
Muchos pesos pesados en el equipo titular, y la muy loable voluntad de ir a por el partido desde primera hora y no dar lugar a inesperadas sorpresas.
Sin embargo, el Sevilla anda sumergido en una crisis de identidad y confianza que raya en el complejo; dudas que se acrecientan además cuando se trata de jugar en la pradera nervionense.
El equipo es incapaz de mandar con autoridad ni tan siquiera ante un segunda B, y fruto de ello fue una primera parte para devolver el carnet de aficionado al fútbol. Mucho fútbol trompicado, nula claridad de ideas, y un San Roque que con el paso de los minutos iba gustándose y acomodándose en el coliseo nervionense.
La profundidad de Luna y un gol justamente anulado a Coke fue lo único destacable.
Marcelino, que ve claramente que el entorno sevillista no está para bromas, vio oportuno meter a Kanouté en el descanso. El gigante malí es sinónimo de peligro e incomodidad para cualquier defensa rival de primer nivel, de manera que una de segunda B debe temblar ante su sola presencia, como efectivamente sucedió.
El Sevilla entendió que debía acabar de un plumazo con cualquier tentativa de sorpresa onubense, y consiguió hilar varias ocasiones; la más clara, una errada increíblemente por Armenteros debajo de la portería.
De juzgado de guardia lo de este jugador, que para opinión de este humilde cronista (y de la casi totalidad de la afición sevillista), no da la talla para jugar en ningún equipo de la primera división española.
Sin embargo, lo único meritorio que el argentino hizo en todo el partido, una tímida internada por la izquierda, fue cortada en penalty por Albentosa.
Kanouté transformó el penalti, e hizo el segundo de cabeza diez minutos después. Nadie apostaba por una goleada sevillista, pues el Sevilla ahora mismo no está para esas empresas ni ante equipos como el San Roque, pero tampoco contaba nadie con el postrimero gol de Adrián para los onubenses, que dio algo de emoción a los instantes finales de partido.
En definitiva, un verdadero martirio para todos los valientes que se acercaron al Sánchez Pizjuán, y un bálsamo a medias para el equipo nervionense, que al menos repite en octavos de final un año más. Habrá que esperar que lo reyes traigan al menos resultados para 2012, porque parece que el fútbol tardará aún más en llegar.
Clasificación con mínimo esfuerzo (2-1) | ||||||
| El Sevilla firma otro horrible partido para clasificarse para octavos ante un Segunda B | ||||||
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Tuvo que ser de nuevo Kanouté, al igual que en la ida, el que solucionara el embrollo y certificara el pase a octavos de final de Copa.
A pesar de la aparencia de trámite del envite, el varapalo sufrido por los blancos ante el Real Madrid sólo tres días antes invitaba a afrontar el partido con cautela y seriedad. Muchos pesos pesados en el equipo titular, y la muy loable voluntad de ir a por el partido desde primera hora y no dar lugar a inesperadas sorpresas. Sin embargo, el Sevilla anda sumergido en una crisis de identidad y confianza que raya en el complejo; dudas que se acrecientan además cuando se trata de jugar en la pradera nervionense. El equipo es incapaz de mandar con autoridad ni tan siquiera ante un segunda B, y fruto de ello fue una primera parte para devolver el carnet de aficionado al fútbol. Mucho fútbol trompicado, nula claridad de ideas, y un San Roque que con el paso de los minutos iba gustándose y acomodándose en el coliseo nervionense. La profundidad de Luna y un gol justamente anulado a Coke fue lo único destacable.
Marcelino, que ve claramente que el entorno sevillista no está para bromas, vio oportuno meter a Kanouté en el descanso. El gigante malí es sinónimo de peligro e incomodidad para cualquier defensa rival de primer nivel, de manera que una de segunda B debe temblar ante su sola presencia, como efectivamente sucedió. El Sevilla entendió que debía acabar de un plumazo con cualquier tentativa de sorpresa onubense, y consiguió hilar varias ocasiones; la más clara, una errada increíblemente por Armenteros debajo de la portería. De juzgado de guardia lo de este jugador, que para opinión de este humilde cronista (y de la casi totalidad de la afición sevillista), no da la talla para jugar en ningún equipo de la primera división española.
Sin embargo, lo único meritorio que el argentino hizo en todo el partido, una tímida internada por la izquierda, fue cortada en penalty por Albentosa. Kanouté transformó el penalti, e hizo el segundo de cabeza diez minutos después. Nadie apostaba por una goleada sevillista, pues el Sevilla ahora mismo no está para esas empresas ni ante equipos como el San Roque, pero tampoco contaba nadie con el postrimero gol de Adrián para los onubenses, que dio algo de emoción a los instantes finales de partido. En definitiva, un verdadero martirio para todos los valientes que se acercaron al Sánchez Pizjuán, y un bálsamo a medias para el equipo nervionense, que al menos repite en octavos de final un año más. Habrá que esperar que lo reyes traigan al menos resultados para 2012, porque parece que el fútbol tardará aún más en llegar.
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