Socha (Firma colectiva)

“El BBVA se ha bajado los pantalones con Madrid, Nuevo Norte”. Fue la frase de uno de los analistas que conocen los entresijos de la Operación Chamartín. Con ella definía, o disimulaba, la postura del BBVA en el acuerdo llamado ‘Madrid, Nuevo Norte’ (M.N.N.) recientemente hecho público desde el ministerio de Fomento por el ministro De la Serna, la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena y el Presidente de Distrito Castellana Norte (DCN) Antonio Béjar.

La frase, según dijo, no era suya. Procedía de un antiguo compañero del sevillano Antonio Béjar, que tenía dificultades para compatibilizar las gestiones (supuestas cesiones) de su otrora compañero con el hacer y la postura de una entidad bancaria que debe velar por los intereses de sus accionistas; y que habría transigido con lo que se apuntaba desde el ministerio de Fomento y se divulgaba en una Nota de Prensa.

Abundando en el contenido de esa Nota de Prensa, las contradicciones, entre los teóricos intereses de los accionistas del banco y lo pactado, son tan consistentes que, por necesidad intelectual, había que buscar una herramienta capaz de dar salida al marasmo de indefiniciones y confusiones que hay en ella. Esa herramienta, necesaria para hacer posible y dar credibilidad a lo apuntado, el analista la encontró en algo tan versátil como el nexo adversativo (o conjunción) ‘sin embargo’ y en unos puntos suspensivos: EL BBVA se baja los pantalones. Sin embargo...

Tras el ‘sin embargo’, las posibilidades son enormes. También las tácticas, los argumentos y los planes. Usando la adversativa, es posible encontrar acomodo a todo, o a casi todo de lo que existe en la Operación Chamartín: Lo declarado por el trío Ministerio-Ayuntamiento-DCN. Lo ocultado tras el M.N.N. Lo sospechado. Lo maliciado, especialmente un maliciado sagaz y propio de banqueros que puede cambiar todo de sentido (incidiremos en él). Los candores bondadosos que - la buena intención obliga - no cabe excluir como posibles. Y todo lo que puede contener un M.N.N. que en sí no es más que un conjunto de intenciones, sólo divulgado en esbozo y redactado con una recopilación de bocetos que han de ser sometidos a concreciones (de quienes han de concretar); y en el que estarán las aportaciones, oposiciones e imposiciones que aparezcan.

Mientras tanto, surge lo que ya se toma por puerta de entrada a un mundo fabuloso, de auténtica fábula, en el que pueden coexistir los seres e intereses del momento con las aspiraciones de todos y las fábulas añejas de siempre.

De esta forma, junto a las primeras figuras de la Operación Chamartín (ministro de la Serna, alcaldesa Carmena y Presidente de BBVA Francisco González - parece que en esta ocasión activo), se mueven los que diseñan operaciones y hacen particiones (Bravo, por ADIF; Calvo, por el Ayuntamiento de Madrid y Béjar, por DUCH-DCN), los actores de reparto (Cristina Cifuentes, José Luis Martínez-Almeida, Begoña Villacís, Bosco Labrado, Purificación Causapié, Mercedes González, Sara Hernández, Jesús Montero, Lorena Ruiz-Huerta, Montserrat Galcerán, Rommy Arce, Pablo Carmona...). Y los figurantes de diversa condición, unos activos, asesorando, participando en las Mesas de Negociación o desarrollando los proyectos que han de hacerse, y otros, pasivos y expectantes, esperando soluciones o a que llegue su momento,

Buceando entre el revoltijo de noticias, intoxicaciones y sospechas, junto al pacto (parto) ‘Madrid, Nuevo Norte’, aparece una fábula vieja, de Esopo, que por afinidad llama la atención: ‘El Parto de los Montes’ (Los montes daban señales de parir y los hombres esperaban con miedo para saber qué clase de monstruo iban los montes a abortar. Al fin, resultó que el fruto de los montes fue un minúsculo ratón).

Ciertamente, el resultado conocido del pacto-parto del trío Ministerio-Ayuntamiento-DCN, como está expuesto, no es el ratón del fabulista griego. No lo es. El llamado M.N.N. ni siquiera es un ratón. El animal al que se refería Esopo, minúsculo, era un ser conocido, con una existencia y entidad definidas sólo condicionadas por sus limitaciones naturales. El M.N.N., por contra, a pesar de sus orígenes (23 años desde el inicio de la Operación Chamartín), del tiempo fijado para su su gestación (6 meses que se dilataron a 7) y de quienes intervienen (Ministerio de Fomento, Ayuntamiento de Madrid y DCN), ni siquiera es un ratón. De momento, sólo es el contenido de una Nota de Prensa algo vidriosa, que trata de resumir un pacto de 18+1 puntos de acuerdo (a saber si el resumen es fiel y acertado), que sólo sirve de inicio para algo que está por concretar y depende de muchas contingencias: Modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Ley del Suelo en coherencia con las directrices europeas. Acomodación de un contrato de adjudicación (A DUCH-DCN) a las leyes de la U.E. Posturas de las Administraciones estatal, autonómica y local. Derechos de afectados. Y un largo etcétera en el que conviene tener en cuenta, además de los litigios posibles -algunos anunciados-, las circunstancias e imponderables que el M.N.N. habrá de soportar.

Como motivo de reflexión, que abunda en lo anterior, aparecen algunas circunstancias que aún no merecen análisis, porque no hay datos objetivos, pero sí cita:

- La campaña de imagen, parece que graciosamente cedida por el BBVA al Ayuntamiento de Madrid en favor del M.N.N., de la que es muestra el artículo de la Alcaldesa Carmena y el concejal José Manuel Calvo, publicado en el Diario El País (página 26 del 28 de julio) sin que nadie advierta, ni corrija, las falsedades y las inducciones que existen y conducen a error.

- El silencio del PP, que permite prescindir de los gestores y técnicos del Ministerio (RENFE y ADIF) para proyectar y dirigir las obras en favor de los municipales.

- La confrontación entre las facciones del grupo municipal Ahora Madrid, donde surge la postura adversa del ala anticapitalista de Podemos, acusando a su alcaldesa de acomplejada y pusilánime por ‘favorecer a la banca para dar un nuevo pelotazo urbanístico’ (Diario El Mundo de 31 de julio, trabajo de Marta Belver y Álvaro Carvajal)

- La situación voluble de los socialistas, en el grupo municipal (Purificación Causapié y Mercedes González) y en la Secretaría General madrileña (Sara Hernández), que han pasado de criticar con dureza la información sobre la Operación Chamartín (Sesión 006/2017/053, de 21 de junio de 2017. Solicitud de comparecencia nº 2017/8000971, del Delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible. En ella se advirtió que la postura del concejal Calvo podría producir la ruptura) a mostrarse satisfechos con la recibida del equipo de gobierno (aunque declararan no tener más información que la publicada por la prensa) y estar dispuestos a colaborar.

- La divergencia de las Asociaciones de Empresarios y Vecinos. Unos favorables a los prolegómenos que condujeron al M.N.N. Y otros en oposición.

Desde esta realidad, la afirmación “El BBVA se ha bajado los pantalones con Madrid, Nuevo Norte” no deja de ser una simple opinión a la que, por lo pronto, le falta la adversativa: Un ‘sin embargo’ amplísimo en el que, ya se ha dicho, cabe casi todo. También el ‘maliciado sagaz, propio de banqueros’, que puede convertir la ‘bajada de pantalones’ en lo contrario: La aquiescencia dócil y obediente de la alcaldesa Carmena con la rabieta de su concejal Calvo y otros. La conformidad del grupo Socialista, entretenido en sus cuitas internas y en las posturas de grupos y personas. Los brindis al Sol de Ciudadanos en el Ayuntamiento, o a la luna en la Comunidad Autónoma. Y el beneplácito callado del Gobierno nacional y autonómico que hoy ejerce el PP.

Sin embargo,...