No valen excusas, el Rayo salió desde el principio dormido, anestesiado, nublado, como el tiempo presente en Vallecas durante toda la mañana dominical. En frente, un equipo que supo desde el principio a lo que venía, un equipo que necesitaba salvarse las castañas. Sobre el tapiz, unas alineaciones repletas de bajas en los dos equipos que ponían más incertidumbre a un partido que comenzó dominando el cuadro de Manuel Preciado, más incisivo, más atrevido y más despierto que el Rayo.

De esa forma, y a penas completados los primeros diez minutos de partido, Barral demostraba ser el más listo entre Cobeño y Labaka para hacer subir el primero del partido. Incomprensible error en la salida del guardameta que ponía más nublado el tono del partido para los franjirrojos.

Nervios en la grada vallecana y felicidad contenida en la zona de la Mareona cuando Nacho Novo, quizás el jugador más destacado del partido, volvía  a poner el corazón en un puño a la parroquia vallecana tras mandar un potente disparó que fue repelido por Cobeño. Con el paso de los minutos, los ánimos comenzaban a decaer en el lado local que veían como el Sporting buscaba el segundo. De las Cuevas desbordó por banda y en su camino encontró a Novo, que con la ayuda de Arribas iba a hacer el gol de la tranquilidad para el conjunto asturiano.

Mismos errores

El Rayo pareció despertar, teniendo más la pelota y disimulando con algún tímido disparo de lejos, pero le costaba horrores traspasar una línea defensiva sportinguista que era el antagonismo de la franjirroja. Tras el descanso, Sandoval movió ficha y apostó por el delantero del filial, Rayco en sustitución de Movilla. El cambio pareció dar esa frescura y dinamismo que le faltaba al Rayo en el primer acto, pero todo fue un espejismo.

Como no podía ser de otra forma, el Rayo iba a cometer su tercer error fatal en el partido, después de que Tito retrasase desde campo contrario un balón con destino para Cobeño pero ante el que se interpuso la fe y la lucha de Novo, que conseguía sacar provecho de la falta de comunicación rayista para cruzar el balón y crear el delirio en la hinchada sportinguista.

Sandoval tiró de hombres de ataque que veían impasibles como los pases de Trashorras se perdían sin crear peligro alguno sobre la meta de Juan Pablo. Un disparo de Koke y una jugada de Rayco en el borde del área que nadie supo mandar entre los tres palos desquiciarían a un Rayo que solo en el tiempo de descuento vería reducida su distancia en el marcador con un gol del asturiano Michu.

El Rayo no pudo, finalmente, despedir el año liguero de Vallecas con una victoria y de esta manera acumula cuatro partidos consecutivos sin conocer la victoria, desinflándose en la clasificación con un partido más. Mientras que el Sporting con estos tres puntos sale del descenso y acecha la posición del Rayo, del que solamente le separa un punto.

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