El bipartidismo del PSOE y del PP, que en 2008 copaba casi el 85 por ciento de los votos al Congreso, ha disminuido siete puntos en las elecciones generales de ayer por la caída del PSOE, posibilitando la mayor representación de las formaciones minoritarias en la Cámara Baja, con un total de 54 escaños.
Hasta ahora, la máxima representación de las formaciones minoritarias se alcanzó en 1989 cuando tuvieron 68 escaños frente a los 282 de la suma del PSOE (175) y del PP (107). También había más diversidad en las dos primeras elecciones generales tras la dictadura, cuando la UCD de Adolfo Suárez y el PSOE sumaron 284 en 1977 y 289 en 1979, si bien en esos años la Alianza Popular (antecedente del PP), era una de las formaciones minoritarias.
Por contra, las dos últimas citas electorales marcaron el punto álgido del bipartidismo. En 2004, el PSOE y el PP sumaron 312 diputados pero el cénit fue en 2008, cuando coparon el 83,61 por ciento de los votos y llegaron incluso a los 323 escaños, dejando sólo 27 plazas del Congreso para todas las formaciones minoritarias.
En estas elecciones, el PSOE y el PP han sumado 296 diputados y las minorías han duplicado su presencia logrando 54 escaños repartidos entre CiU, IU-ICV, UPyD, Amaiur, PNV, BNG, Esquerra (ERC), Coalición Canaria y Geroa Bai.
Pero habrá más voces en el hemiciclo pues también han conseguido diputados la Chunta Aragonesista, que concurría con IU, así como Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el Partido Aragonés (PAr), que estaban asociados al PP.