Al tiempo que media España ejercía su derecho a voto, en Londres se dio el pistoletazo de salida a la Copa Masters. Dos realidades bien distintas que, una vez más, demostraron el porqué deporte y política deben servirse en platos diferentes.

La rutina de lo previsible frente a la adrenalina de lo inesperado. Mientras en el instituto elegían a su nuevo delegado, la capital británica ensalzaba la simpleza de una pelota y dos raquetas para volver a encender el espíritu de los aficionados. En un panorama como el actual, adueñarse de la palabra 'importante' está menos justificado que nunca.

Ha sido un día de tenis fantástico. Un primer sorbo intenso y, sobre todo, extraordinariamente largo. Por fin empezaba lo serio, y hasta el clima se puso en modo clásico para conseguir ese sabor único de la Copa de Maestros incluso antes de entrar al estadio.

La reflexión tras lo visto es clara. Quien se despiste esta semana puede dar por finalizado el año antes de lo esperado. El 6-2 con el que Federer y Nadal destrozaron a sus rivales en el primer set no fue traba alguna para ver dos partidos muy intensos, a tres mangas, y con los favoritos dejándose la piel sobre la rapidísima pista inglesa.

Tsonga y Fish no desaprovecharon el regalo de sus rivales, y ponen el Grupo B al rojo vivo. El descanso que Nadal se había tomado con su ausencia en Shanghái lo ha devorado en buena parte la gran sorpresa de la jornada. Porque a Tsonga ya lo vimos espectacular en París, pero la demostración de poder de Mardy, del que muchos dudábamos respecto a su forma física, fue descomunal.

Aguantó lo indecible frente a un Rafa que terminó exhausto, hasta conseguir poner el 5-4 a favor en el tercero, saque incluido. Lo demás es un grano añadido a una mazorca legendaria. Ni los problemas de estómago (que obligaron a Nadal a "huir" a vestuarios durante varios minutos) pudieron con la roca de Manacor.

Yannick se mete en las Finales
Con tenis, la vida en el O2 se hace frenética. La jornada vespertina fue de las de versión extendida sin subtítulos, y al maratón Rafa-Fish se le sumó un dobles eterno en la derrota de Llodra y Zimonjic (obligatorio ver en acción al polaco Matkowski, puro espectáculo). Un regalo en caja grande que, por cierto, nos llevó hasta horas donde el servicio de transportes londinense no tiene a bien contemplar (quéjate, quéjate, que algo queda).

Pero despilfarros en taxis aparte (nos encanta impulsar las economías), el día cumplió ampliamente con las expectativas. Sigue siendo trending topic en la sala de prensa el vómito verbal de Yannick Noah respecto al dopaje del deporte español. Que nadie salte ya a la chepa de la Galia. Entre filete y arroz (la organización nos cuida con esmero) descubrimos que si alguien respalda el movimiento de indignados contra Noah son sus compatriotas. Eso sí, de Le Monde no había ni rastro.

Toca descanso tras una doble sesión infinita. El lunes Ferru en su número más difícil y el estreno de la bestia del 2011. Dos nuevas oportunidades para seguir disfrutando con ese teatro del deporte que han conseguido construir en pleno Londres.

Comenzamos además los directos con la pluma experta de Miguel Cañigral, que se unen a las crónicas de todos los partidos de individuales. El lunes más, mejor y, con un poco de suerte, menos largo. No lo olvidéis. Contra la resaca electoral, la mejor pastilla es un par de pelotas. De tenis, claro. Hasta mañana.

La misma foto de ayer, pero en versión londinense. ¿Consigues ver el estadio? (Diario Siglo XXI) VUELVE ARRIBA

Mercadillo completo para periodistas. Se admiten apuestas sobre la funcionalidad de los avioncitos de marras. (Diario Siglo XXI) VUELVE ARRIBA

Todavía quedaban las dos ruedas de prensa y rozábamos medianoche. Lo veíamos así de borroso... (Diario Siglo XXI) VUELVE ARRIBA