Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cataluña
Activar el estado de excepción es otra posibilidad abierta

Estado de excepción en Cataluña

|

Ante el incumplimiento de algunas normas legales y de parte de las sentencias de los tribunales en Cataluña y el desafío independentista en marcha parece que restan pocas opciones. Si la suspensión de la autonomía a través de la aplicación del artículo 155 puede ser compleja por los trámites existe la ley que regula los estados de alarma, excepción y sitio.

Ya que el gobierno autonómico catalán está dando sobradas pruebas de incumplimiento de las leyes y de los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, en lo relativo al uso del español en los centros educativos catalanes.

El ejecutivo ya baraja la posibilidad de aplicar el estado de excepción. Y que lo sepan en el Consejo de Venecia está bien, ya que es una prueba más de la legitimidad que posee un estado democrático para preservar el orden legal existente. Puesto que los planteamientos de los independentistas no dejan lugar a dudas.

Aunque parezca mejor, en principio, la vía del artículo 155, si por falta de tiempo no puede ser aplicada, el Gobierno posee otros procedimientos legales que puede poner en marcha para superar una situación muy grave. El motivo por el que puede aplicarse el estado de excepcionalidad es evidente: “cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, el de los servicios públicos esenciales, o cualquier otro aspecto del orden público, resulten tan gravemente alterados que el ejercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantenerlo”.

Se puede asistir al desgajamiento progresivo de la unidad española, si se permite la creación de la república catalana, puesto que a continuación el País Vasco podría pretender ser un estado independiente, también Galicia, Andalucía, etcétera. Sería el fin del estado español después de más de 500 años.

El uso proporcionado de la fuerza es legítimo. Respetando, claro está, el ordenamiento legal y los principios y derechos. Simplemente, la participación de las fuerzas de seguridad policiales podrían lograr que se respetaran las leyes y las sentencias judiciales.

Y, si no fuera suficiente, siempre está disponible el Ejército para mantener el cumplimiento de las normas y el correcto funcionamiento institucional en el territorio de Cataluña. Por supuesto, con el respeto a los derechos individuales.

Está claro que podría haber puestos armados. El derecho es coercitivo. Ante los delitos se puede usar la fuerza, de modo proporcionado y coherente y con unas garantías que se derivan de los derechos o normas en vigor.

Lógicamente, este escenario que estoy trazando parece apocalíptico, pero, por desgracia, puede llegar a ser necesario, si no se va a tolerar la separación a la fuerza de Cataluña.

Más de la mitad de la ciudadanía catalana está satisfecha de ser española. Gran parte de los empresarios en Cataluña no están de acuerdo con la creación de una república catalana independiente. En pocos meses se sabrá el desenlace de este reto secesionista. Veo dos resultados posibles: uno es que se celebre un referéndum sin peso político y sin consecuencias y otro que se inicie un proceso unilateral de independencia en toda regla, y que sea prácticamente imparable, ya que sería una cuestión de hecho. Y sería muy difícil de reconducir a la situación política anterior.

Estado de excepción en Cataluña

Activar el estado de excepción es otra posibilidad abierta
José Manuel López García
miércoles, 12 de julio de 2017, 08:06 h (CET)
Ante el incumplimiento de algunas normas legales y de parte de las sentencias de los tribunales en Cataluña y el desafío independentista en marcha parece que restan pocas opciones. Si la suspensión de la autonomía a través de la aplicación del artículo 155 puede ser compleja por los trámites existe la ley que regula los estados de alarma, excepción y sitio.

Ya que el gobierno autonómico catalán está dando sobradas pruebas de incumplimiento de las leyes y de los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, en lo relativo al uso del español en los centros educativos catalanes.

El ejecutivo ya baraja la posibilidad de aplicar el estado de excepción. Y que lo sepan en el Consejo de Venecia está bien, ya que es una prueba más de la legitimidad que posee un estado democrático para preservar el orden legal existente. Puesto que los planteamientos de los independentistas no dejan lugar a dudas.

Aunque parezca mejor, en principio, la vía del artículo 155, si por falta de tiempo no puede ser aplicada, el Gobierno posee otros procedimientos legales que puede poner en marcha para superar una situación muy grave. El motivo por el que puede aplicarse el estado de excepcionalidad es evidente: “cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, el de los servicios públicos esenciales, o cualquier otro aspecto del orden público, resulten tan gravemente alterados que el ejercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantenerlo”.

Se puede asistir al desgajamiento progresivo de la unidad española, si se permite la creación de la república catalana, puesto que a continuación el País Vasco podría pretender ser un estado independiente, también Galicia, Andalucía, etcétera. Sería el fin del estado español después de más de 500 años.

El uso proporcionado de la fuerza es legítimo. Respetando, claro está, el ordenamiento legal y los principios y derechos. Simplemente, la participación de las fuerzas de seguridad policiales podrían lograr que se respetaran las leyes y las sentencias judiciales.

Y, si no fuera suficiente, siempre está disponible el Ejército para mantener el cumplimiento de las normas y el correcto funcionamiento institucional en el territorio de Cataluña. Por supuesto, con el respeto a los derechos individuales.

Está claro que podría haber puestos armados. El derecho es coercitivo. Ante los delitos se puede usar la fuerza, de modo proporcionado y coherente y con unas garantías que se derivan de los derechos o normas en vigor.

Lógicamente, este escenario que estoy trazando parece apocalíptico, pero, por desgracia, puede llegar a ser necesario, si no se va a tolerar la separación a la fuerza de Cataluña.

Más de la mitad de la ciudadanía catalana está satisfecha de ser española. Gran parte de los empresarios en Cataluña no están de acuerdo con la creación de una república catalana independiente. En pocos meses se sabrá el desenlace de este reto secesionista. Veo dos resultados posibles: uno es que se celebre un referéndum sin peso político y sin consecuencias y otro que se inicie un proceso unilateral de independencia en toda regla, y que sea prácticamente imparable, ya que sería una cuestión de hecho. Y sería muy difícil de reconducir a la situación política anterior.

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto