Ya van 6 años que la editorial Alpha Decay anima el panorama español con publicaciones insólitas, autores desconocidos pero prometedores, y muchas referencias universales todavía sin traducir.
| Ana S. Pareja. Directora de Alpha Decay.
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Sólo basta con verlos en las redes sociales y en las tertulias organizadas en las librerías de la ciudad condal.
La última charla que ha tenido lugar en la librería Laie nos ha permitido apreciar ese gusto por la edición y esa fascinación por el descubrimiento de perlas raras. La directora de Alpha Decay, Ana S. Pareja, subraya el carácter atípico de su editorial y la búsqueda de referencias actuales o contraculturales, obras que pueden considerarse como “cool” o diferentes.
La apuesta queda clara: descubrir jóvenes talentos y traer obras del extranjero que todavía no han sido traducidas. Un buen ejemplo es el de “Black Bazar” de Alain Mabanckou ––una obra que ha tenido un gran impacto en Francia–– o, más recientemente, “Los electrocutados” de J.P. Zooey, un joven escritor argentino que escribe bajo seudónimo.
Sin embargo, pese al amor que profieren por los libros “bien editados” y la euforia de los primeros años, la vuelta al realismo parece inevitable. El mercado editorial es muy competitivo, el lector es muy volátil y, además, la situación económica no parece ayudar. Quizás por eso, la editorial ––que empezó con 7 colecciones–– ha decidido centrarse en 3 de ellas. “Éramos muy optimistas al principio y luego nos tocó reducirlas”, ha expresado Ana S. Pareja. En todo caso, este camino permite a la empresa mantener el buen gusto y la excelencia de sus ediciones, así como seguir buscando las perlas raras y traer nuevas obras del extranjero.
Al ritmo de un libro por mes ––y a veces dos––, la labor de la editorial puede considerarse como un trabajo artesanal, sobre todo si lo comparamos con el ritmo de otros grandes grupos en España.
“Siempre es satisfactorio descubrir un autor clásico y traducirlo. También es satisfactorio descubrir a jóvenes talentos y acompañarlos”. Ana S. Pareja habla con resolución y desvela las nuevas metas de su editorial: “Hemos publicado autores latinos y, sobre todo, autores argentinos ––expresa––. Allí, en Argentina, hemos empezado a distribuir y a crear un puente cultural… Es un mercado fascinante donde hay una cultura literaria muy arraigada”.
Más allá de los mercados nacionales, y con respecto al libro electrónico, las decisiones de la editorial parecen ser guiadas por un sentimentalismo (o tradicionalismo) que contrasta con esa imagen de cazadores de tendencias. “Seguimos defendiendo mucho el libro en papel ––argumenta Ana––. Somos de los pocos editores jóvenes y modernos que se mantienen en el formato clásico”. ¿Y el motivo? La política de la empresa, quizás. O mejor dicho, el contacto con lo auténtico. La necesidad de sentir y valorar la obra publicada. “Siempre trasladamos las cosas a lo local o a la casa”, explica la directora y luego añade: “Tengo un Kindle [lector de ebooks], pero mi experiencia ha sido muy decepcionante. Tengo la sensación de que me gustan menos los libros en formato electrónico. No se les valora de la misma forma”.
Si bien la editorial no muestra mucho entusiasmo con el nuevo formato electrónico, no sucede lo mismo con las redes sociales. “Hacemos un uso diario de las redes ––sostiene Ana S. Pareja con una sonrisa que delata una cierta adicción––. Publicamos de todo, absolutamente de todo”. Ella prefiere el Facebook porque ve enseguida el impacto de los comentarios pero ciertas personas de su equipo se decantan por Twitter. Lo cierto es que la editorial Alpha Decay está llena de vida y nos promete meses y años de buenas lecturas.