La editorial Alrevés presentó la semana pasada en Barcelona un estudio literario titulado “Pasolini y la cultura española”. En él, la dramaturga y escritora Francesca Falchi describe la trayectoria atípica de este intelectual y su relación cercana con los más ilustres artistas, escritores y poetas españoles.
| Francesca Falchi.
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La vida del poeta italiano sigue siendo relativamente desconocida en el panorama ibérico. Pocas son las obras que han tratado de explorar sus múltiples facetas. Por eso, el director de la editorial Alrevés no ha dudado en describir este ensayo como “el primero y único en el panorama de la lengua española”.
Pier Paolo Pasolini es posiblemente una de las personalidades del siglo XX que mejor encarnan el humanismo. Es conocido por su prolífica obra y la versatilidad de sus creaciones. No hay campo creativo en el que no se haya atrevido a penetrar. Empezó con la poesía y, luego, se aventuró en la narrativa, los ensayos y, finalmente, el cine.
Pero se destaca sobre todo por el uso de las lenguas romances en su obra literaria y en especial el dialecto fruliano. En 1945, sus experimentaciones lingüísticas le llevaron a constituir una academia ––o “Accademiuta”–– en el que se atrevió a fundir distintas lenguas de Italia, Francia y España con el fin de crear una lengua absoluta, idónea para la poesía y para promover la cultura de las pequeñas patrias de las lenguas romances.
La presencia de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, García Lorca o Rafael Alberti en la obra de Pasolini es innegable. El propio autor lo reconoció en una entrevista concedida en 1975: “Jiménez y Machado han tenido una gran influencia sobre mí. Luego, he amado a los poetas catalanes, como por ejemplo Carlos Escardó, que conocí en aquellos años. Conocí un periodo en el que la poesía española tuvo una gran importancia para mí”.
| Pier Paolo Pasolini.
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Su homosexualidad ––al igual que otros artistas españoles–– le generó problemas. Pasolini fue expulsado del partido comunista italiano dos años después de haberse inscrito y este suceso provocó posiblemente su amarga y polémica reacción en sus obras periodísticas y ensayísticas. El hombre no dudó en hablar del marxismo oficial y el catolicismo como “las dos iglesias” y les reprochó no entender la cultura de sus propias bases proletarias y campesinas. Su defensa de la cultura popular le llevó incluso a criticar el papel destructor y unificador de la televisión.
Con la gracia y la energía que la caracterizan, la dramaturga Francesca Falchi leyó algunos de los poemas más impactantes de Pasolini y habló desatadamente de la admiración que sentía por el poeta. Un momento inolvidable para una obra que rescata un episodio literario destacable de la historia entre Italia y España.