"Sé lo que tenemos que hacer para crear empleo", decía Rubalcaba en Santiago en julio. Preguntado por esas recetas, días más tarde se hacía el interesante: "Como en el cine, próximamente". Cinco millones de parados le agradecen ese emplazamiento de soluciones, si es que las tiene. Cuatro meses después conocemos las medidas de Alfredopepunto para crear empleo: subvencionar la contratación a través del impuesto del patrimonio. Esa es la única idea del candidato socialista, subir los impuestos y más gasto público en contra de la política pactada por la Unión Europea de reducir el déficit.
Señor Rubalcaba, como le gusta que le llamemos, sus medidas, una vez más como viene haciendo desde que estalló la crisis en 2008, son improvisadas, ineficaces y electoralistas. Subir los impuestos tiene la consecuencia inmediata de la reducción del consumo y de la productividad. Recuperar la confianza y la credibilidad en los mercados no se consigue aumentando los impuestos y el gasto público, sino con una política fiscal adecuada para pymes y autónomos, una reforma financiera para que les llegue el crédito y una reforma laboral que propicie la creación de empleo. Ese es el deber del Estado, dotar de las condiciones adecuadas para que la economía se relance, lo demás es pan para hoy y hambre para mañana.
Es cierto, el impuesto de patrimonio sólo afecta a los ricos, pero es que los ricos ya pagan más impuestos, además es un impuesto injusto por reiterativo. Recuerde que usted mismo proclamó su inutilidad votando a favor de su eliminación. Sabe que es un impuesto que incluso empobrece provocando la fuga de capitales y la pérdida de empleos. Permítame que no me trague que con los ingresos que éste genera vaya usted a subvencionar la contratación ni muchísimo menos a disminuir la tasa de desempleo. Lo que tiene que pregonar es una reforma fiscal que elimine el fraude y la evasión de capitales. Usted se limita a que eso del impuesto sobre los ricos vende mucho a la izquierda radical y las medidas antisociales llevadas a cabo por su Gobierno, como fue la reducción del salario de los funcionarios o la congelación de las pensiones, han desmovilizado a su electorado.
Usted ahora tan solo trata desesperadamente de rascar votos de la izquierda más extremista y, por eso, lleva a cabo una campaña demagoga provocando el enfrentamiento, y así lo hemos visto en su último vídeo que ha escandalizado incluso a los suyos. Señor Rubalcaba creerá que vuelve a engañarnos como hace casi cuatro años, pero ahí están las encuestas que, después de tantas mentiras, le dan a uno lo que merece, una derrota sin precedentes.