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No seré yo quien defienda indignación alguna mientras la misma no carezca de interés político

La arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada

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Ya lo decía Ciceron: "El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota". Ciceron, Año 55 A.C.

Arsenales de carnes plenas; caudales de sangre en el infierno, cual difuntas montañas de pérfidos protagonistas políticos- absolutos culpables de las desdichas- que gobiernan el mundo con los votos de los parias, agradecidos y fanáticos.

No seré yo quien defienda indignación alguna mientras la misma no carezca de interés político… Pero tampoco seré yo quien no diga que en la actualidad la mayoría de la humanidad no fanatizada exige “la inmediata reparación de la dignidad” que mediante sistemas elitistas e interesados un pequeño grupo de humanos conocidos como eruditos cantamañanas, además de pérfidos suntuosos, han manipulado hasta la saciedad en beneficio de sus glotonas y bien alimentadas heces. Me estoy refiriendo a presidentes, políticos, economistas, banqueros y demás diplomáticos que sientan sus crasos culos en distinguidas y lujosas sedes mundiales. FMI. ONU. UE. BCE. OTAN y otros estamentos desde donde una pocos miles de individuos atrevidos osan gobernar a toda la humanidad, mediante la simpleza, la gula, el narcisismo y en muchos casos mediante el nepotismo.

La humanidad está como está porque la inmensa mayoría de quienes la dirigen- en todas las facetas- son unos lujuriosos déspotas elitistas, y si no lo son al principio, a medida que sienten tener el poder en sus manos, acaban siéndolo.

En cuanto al titular; yo no tengo dudas de que la tercera guerra mundial será una guerra entre castas, es más, ya es una guerra entre castas en determinados países africanos: lo único que falta es que la misma se extienda a otros lugares del mundo. Los últimos acontecimientos en multitud de países es una señal equívoca de lo que puede venir…

Los llamados indignados son jóvenes de determinadas culturas y oficios varios cuya calidad de vida en el peor de los casos es bastante más placida que la de los jóvenes de África. Sin embargo, yo no tengo dudas de que es el principio de un nuevo conflicto mundial, entre ciudadanos y gobernantes. Lo cual traerá consigo un nuevo sistema donde el pueblo en su conjunto ostente todo el poder de decisión, para mayor lógica libertad y convivencia.

Los sistemas, invento del hombre para subyugar a los Hombres, actualmente no funcionan. Y no funcionan porque es imposible que funcionen una vez los mismos se normalizan dentro de la sociedad. Un ejemplo es el sistema financiero que actualmente no funciona como debiera porque sus responsables son unos infames corruptos. La masa monetaria actualmente en circulación sigue siendo la misma e incluso más que en los años de bonanza en todos los sentidos, ya sea empleo, créditos, alimentos, etc. Lo que ocurre actualmente es que esta masa monetaria se halla en manos de infames corruptos que mediante las normas del propio sistema, en particular el bursátil, y la permisividad de gobiernos, políticos y jueces, se apalanca hasta la infamia al objeto de llenar aún más sus asquerosas tripas de vil metal. Sabiendo que de nada les servirá una vez, que lo es siempre, que sus glotonas carnes queden a merced de los gusanos. Es tal el apalancamiento de estos satánicos crasos que el mismísimo José Manuel Durão Barroso afirmó que «algunos comportamientos concretos» del sector financiero «han sido irresponsables y de naturaleza criminal y por tanto merecedores de una sanción penal».

En resumen, lo que no deja lugar a dudas es que estos mediocres sujetos que gobiernan el mundo han conseguido, mediante sus ignorantes sapiencias políticas, que el dinero, objeto artificial, influya de manera infame en la naturaleza efectiva de las cosas y los alimentos. El trigo crece por efectos naturales, mientras que el vil metal crece o decrece interesadamente mediante un sistema corrupto gestionado por corruptos de toda índole. Estos individuos que componen las castas elitistas, me refiero a gobernantes y políticos, banqueros y especuladores, jueces y fiscales, bajo excepciones, son el actuar cáncer de la humanidad.

La absoluta impunidad ante la justicia además de la extremada protección de los cuerpos de seguridad a su disposición, hace que estos individuos se sientan en un mundo irreal donde los caros perfumes se elevan por encima que sus fétidos pedos .Un mundo repleto de lujos donde ellos son el bien y el mal. Es por eso que hacen y deshacen, se agasajan y se ceban, se reúnen y se vuelven a reunir, todo sea por los festines. En definitiva, estos individuos que gobiernan a la humanidad a pesar de los execrables vicios a cuenta del sudor de la humanidad, son unos incompetentes incapaces, incluso, de evitar en lo posible que una parte de la humanidad se muera por no tener agua que beber.

Para finalizar: simplemente decir que aquellos que gobiernan a la humanidad, lo único que en realidad hacen es vivir a cuenta de la humanidad. Verdad es que toman decisiones, pero siempre que las mismas no perjudique intereses, amigos o personales.

Y es que de nada sirven a la humanidad castas elitistas algunas que aparte de trincar lo que se pueda, ordenar, prohibir y redactar normas, están exentos de responsabilidades por muy delictivas que sean que no sean las políticas mediante las urnas, cuando en realidad, el único voto que se merecen muchos, es el voto de la horca…

En África así se viene haciendo… ¡ O aprendemos o pereceremos

La arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada

No seré yo quien defienda indignación alguna mientras la misma no carezca de interés político
José Luis Palomera Ruiz
lunes, 31 de octubre de 2011, 08:05 h (CET)
Ya lo decía Ciceron: "El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota". Ciceron, Año 55 A.C.

Arsenales de carnes plenas; caudales de sangre en el infierno, cual difuntas montañas de pérfidos protagonistas políticos- absolutos culpables de las desdichas- que gobiernan el mundo con los votos de los parias, agradecidos y fanáticos.

No seré yo quien defienda indignación alguna mientras la misma no carezca de interés político… Pero tampoco seré yo quien no diga que en la actualidad la mayoría de la humanidad no fanatizada exige “la inmediata reparación de la dignidad” que mediante sistemas elitistas e interesados un pequeño grupo de humanos conocidos como eruditos cantamañanas, además de pérfidos suntuosos, han manipulado hasta la saciedad en beneficio de sus glotonas y bien alimentadas heces. Me estoy refiriendo a presidentes, políticos, economistas, banqueros y demás diplomáticos que sientan sus crasos culos en distinguidas y lujosas sedes mundiales. FMI. ONU. UE. BCE. OTAN y otros estamentos desde donde una pocos miles de individuos atrevidos osan gobernar a toda la humanidad, mediante la simpleza, la gula, el narcisismo y en muchos casos mediante el nepotismo.

La humanidad está como está porque la inmensa mayoría de quienes la dirigen- en todas las facetas- son unos lujuriosos déspotas elitistas, y si no lo son al principio, a medida que sienten tener el poder en sus manos, acaban siéndolo.

En cuanto al titular; yo no tengo dudas de que la tercera guerra mundial será una guerra entre castas, es más, ya es una guerra entre castas en determinados países africanos: lo único que falta es que la misma se extienda a otros lugares del mundo. Los últimos acontecimientos en multitud de países es una señal equívoca de lo que puede venir…

Los llamados indignados son jóvenes de determinadas culturas y oficios varios cuya calidad de vida en el peor de los casos es bastante más placida que la de los jóvenes de África. Sin embargo, yo no tengo dudas de que es el principio de un nuevo conflicto mundial, entre ciudadanos y gobernantes. Lo cual traerá consigo un nuevo sistema donde el pueblo en su conjunto ostente todo el poder de decisión, para mayor lógica libertad y convivencia.

Los sistemas, invento del hombre para subyugar a los Hombres, actualmente no funcionan. Y no funcionan porque es imposible que funcionen una vez los mismos se normalizan dentro de la sociedad. Un ejemplo es el sistema financiero que actualmente no funciona como debiera porque sus responsables son unos infames corruptos. La masa monetaria actualmente en circulación sigue siendo la misma e incluso más que en los años de bonanza en todos los sentidos, ya sea empleo, créditos, alimentos, etc. Lo que ocurre actualmente es que esta masa monetaria se halla en manos de infames corruptos que mediante las normas del propio sistema, en particular el bursátil, y la permisividad de gobiernos, políticos y jueces, se apalanca hasta la infamia al objeto de llenar aún más sus asquerosas tripas de vil metal. Sabiendo que de nada les servirá una vez, que lo es siempre, que sus glotonas carnes queden a merced de los gusanos. Es tal el apalancamiento de estos satánicos crasos que el mismísimo José Manuel Durão Barroso afirmó que «algunos comportamientos concretos» del sector financiero «han sido irresponsables y de naturaleza criminal y por tanto merecedores de una sanción penal».

En resumen, lo que no deja lugar a dudas es que estos mediocres sujetos que gobiernan el mundo han conseguido, mediante sus ignorantes sapiencias políticas, que el dinero, objeto artificial, influya de manera infame en la naturaleza efectiva de las cosas y los alimentos. El trigo crece por efectos naturales, mientras que el vil metal crece o decrece interesadamente mediante un sistema corrupto gestionado por corruptos de toda índole. Estos individuos que componen las castas elitistas, me refiero a gobernantes y políticos, banqueros y especuladores, jueces y fiscales, bajo excepciones, son el actuar cáncer de la humanidad.

La absoluta impunidad ante la justicia además de la extremada protección de los cuerpos de seguridad a su disposición, hace que estos individuos se sientan en un mundo irreal donde los caros perfumes se elevan por encima que sus fétidos pedos .Un mundo repleto de lujos donde ellos son el bien y el mal. Es por eso que hacen y deshacen, se agasajan y se ceban, se reúnen y se vuelven a reunir, todo sea por los festines. En definitiva, estos individuos que gobiernan a la humanidad a pesar de los execrables vicios a cuenta del sudor de la humanidad, son unos incompetentes incapaces, incluso, de evitar en lo posible que una parte de la humanidad se muera por no tener agua que beber.

Para finalizar: simplemente decir que aquellos que gobiernan a la humanidad, lo único que en realidad hacen es vivir a cuenta de la humanidad. Verdad es que toman decisiones, pero siempre que las mismas no perjudique intereses, amigos o personales.

Y es que de nada sirven a la humanidad castas elitistas algunas que aparte de trincar lo que se pueda, ordenar, prohibir y redactar normas, están exentos de responsabilidades por muy delictivas que sean que no sean las políticas mediante las urnas, cuando en realidad, el único voto que se merecen muchos, es el voto de la horca…

En África así se viene haciendo… ¡ O aprendemos o pereceremos

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