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No sabemos si, por costumbre en el ejercicio de su cargo de jueza o por el bolivianismo que la domina, parece como si prevaricas, hasta cuando habla con la prensa

La alcaldesa de Madrid se enroca en su fanatismo

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Ignoramos si todos los jueces del llamado tercer turno, tendrán parecidas reacciones o si, el substrato político que lastra la actuación de esta señora se sobrepone a su sentido común y la hace, en ocasiones, actuar como una perfecta ignorante; el casos es que, sólo de pensar en que, una ciudad como Madrid, pueda estar en manos de semejante alcaldesa y que, el consistorio madrileño, esté formado en gran parte por miembros de un partido como Podemos, basta para que, a muchos españoles, se nos pongan los vellos como escarpias, sólo de pensar lo que le sucedería a España si, todos estos engañabobos, doctrinarios del comunismo más drástico y propagadores de falsas doctrinas que, en todos los lugares donde se han intentado aplicar han llevado la miseria, la opresión, la falta de libertades y la dictadura, a aquellos pueblos que, de forma incauta, permitieron que alcanzaran el poder; llegaran a conseguir sus objetivos revolucionarios.

Con la habitual desfachatez de estos partidos asamblearios, con sus contradicciones endémicas y sus lapsus de memoria que les impiden recordar lo que ellos mismos han intentado imponer al resto de formaciones del arco parlamentario; la señora Carmena, pillada entre la realidad de unos hechos evidentemente con toda la apariencia de ser ilícitos, cometidos por unos de sus colegas del Ayuntamiento, acusados de prevaricación, malversación de fondos y delito monetario y, la imposibilidad de escurrir el bulto y mirar hacia el otro lado, se ha querido salir por peteneras, inventándose un tipo de situación jurídica, entre lo que se consideraría como la figura del testigo, que puede ser citado ante los jueces, para declarar sobre algo que ha presenciado o tiene noticia directa, sin responsabilidad penal o la del imputado, actualmente calificado como “investigado”, aquella persona sobre la que recaen sospechas o indicios de haber participado, directa o indirectamente, en un delito. La denominación de “querellado” mucho nos tememos que nada más está en la mente, evidentemente afectada de podemitis aguda, de la señora Manuela Carmena.

Es notoria la inconsecuencia de aquellos que, cuando se trata de juzgar a otros, se muestran extremadamente justicieros, intransigentes y puritanos, reclamando que el peso de la Ley caiga, con todas sus consecuencias, sobre los presuntos culpables que, en su caso, nunca admiten la “presunción de inocencia” debido a que, antes de que el fiscal haya iniciado procedimiento alguno o el juez se haya pronunciado sobre aquella persona sobre la que pudiera existir indicios de haber cometido un ilícito penal, ellos ya se han adelantado a juzgarle y dictar sentencia; de modo que, aquella persona que, pudiendo resultar inocente de los cargos que se le pudieran hacer, incluso antes de que sea juzgada, ya ha sido condenada por aquellos que, como Podemos, IU o cualquier otra de estas mafias comunistas, lo que desean es crear el ambiente desfavorable, la inquietud social y la condena del pueblo aunque, la lentitud del funcionamiento de la justicia y su falta de medios, de lugar a que, cuando se haya sustanciado el juicio y dictada la correspondiente sentencia, el acusado resulte ser inocente, como ha sucedido ya en varios juicios contra políticos. Después ya no hay reparación posible.

Escuchar a la señora Carmena frases del siguiente tenor: “Un político que es formalmente acusado de un delito de corrupción debe poner su cargo a disposición de los demás, pero aquí no tiene lógica hablar de dimisiones” ( referidas a los señores Mato, Mayer y Valera, investigados), añadiendo “ No es el caso con el delito de prevaricación, que no es más que dictar una resolución que no es conforme a derecho, no tiene nada que ver con corrupción” Evidentemente será para ella, porque no creemos que ningún tribunal que juzgue una prevaricación de un funcionario público, siempre que sea a sabiendas, vaya a tener un criterio tan condescendiente con una clase de delitos que, precisamente por ser cometidos por quien tiene la obligación de velar por el cumplimiento de las leyes, reviste una especialísima gravedad.

Lo malo, para los tres podemitas, es que están enfangados, presuntamente, en los delitos mencionados y no pueden acogerse a la ignorancia porque, es obvio y así consta, que los técnicos del Ayuntamiento se opusieron repetidamente a las pretensiones de los tres acusados que, finalmente, cogieron 100.000 euros para favorecer a dos despachos privados para que les hicieran los informes que, después, presentaron ante la Fiscalía. Una falsedad detrás de otra, una mentira pretendiendo justificar lo injustificable y una actitud evidentemente impropia y con visos de prevaricación, por parte de la alcaldesa de Madrid que, como es evidente, no se para en tonterías cuando ha de sacar las uñas en defensa de sus cachorros en el Ayuntamiento de Madrid.

Un artículo de Federico Jiménez Losantos, publicado hoy, contiene un párrafo que deja retratada la situación de Madrid bajo el mando de Carmena: “No hay mejor pasarela política ni termómetro más sensible que el de Madrid. Y el Ayuntamiento de Carmena va consiguiendo que se vayan resignando todos, de los concejales de la Oposición a la mayoría de los ciudadanos, hartos de quejarse en vano o de hablar del Muro de Berlín. ¿Resignarse a qué? A la mentira. Nunca en un gobierno alguno, sea nacional, regional o municipal, ha habido tal cantidad de mentirosos, tan burdos, tan descarados y tan absolutamente impunes. Del Zapata a Rita Maestre, del “sobrinísimo” al “Guillotinador”, de la Mayer al Sánchez Mato, o “analfamato”, no hay delito que no se sustancie en trola ni embuste que no camufle un delito”. Más claro agua.

Sin embargo, como ya dijimos en otro comentario, parece mentira que, en la España actual, todavía existan tantos incautos o tal número de resabiados y rencorosos, nostálgicos de aquella desastrosa II República, que tantas amarguras trajo a todos los españoles; grupos antisistema dispuestos a que, con sus votos, darles poder a semejantes estafadores, que intentan vendernos un sistema de gobierno que, aparte de haber fracasado rotundamente en todas aquellas naciones en las que se ha intentado implantar, siempre ha ido acompañado de limpiezas políticas ,acaparamiento de instituciones para monopolizarlas, disminución de libertades, desastre económico, miseria y opresión dictatorial; tal y como parece ser que pretenden los podemitas que intentan ir colando reformas del Reglamento del Congreso de Diputados, para ir creando cortapisas para su ágil funcionamiento, con el empeño absurdo de crear comisiones para cualquier cosa, una forma evidente de lastrar el funcionamiento de la cámara baja e hinchar los bolsillos de los diputados que participen en ellas.

Una de las particularidades de esta nueva propuesta de Podemos, consistiría en abrir el Congreso a los ciudadanos de manera que, en cada periodo de sesiones, se celebren tres audiencias ciudadanas, en las que colectivos de la sociedad civil, elegidos por sorteo entre los registrados, puedan plantear públicamente sus demandas sobre los trabajos legislativos en curso y obtener respuesta por parte de los grupos. (¿prácticas jacobinas?) cada periodo de sesiones. Sí, señores, ya estamos intentando implantar, en el órgano de representación pública, elegido mayoritariamente con los votos de los ciudadanos españoles, el sistema asambleario propio del anarquismo de la CNT o de la FAI, el mismo que teóricamente impera en Podemos. Aquí, lo que están pretendiendo todos estos discípulos de Stalin es crear controles, impulsados por los comunistas bolivarianos, para organizar, dentro mismo del Congreso, actos de propaganda en los que estos denominados “grupos de ciudadanos” integrados, evidentemente, por miembros activistas escogidos dentro de lo más selecto del anarquismo español, para que actuaran de vigilantes del Congreso y de paso, del propio Gobierno; a los que la prensa, la radio y las TV, en manos de la izquierda, les harían toda la propaganda precisa para que pudieran influir, por medio de manifestaciones de apoyo callejeras o actos vandálicos, en la actuación de las instituciones. Una vez más: intentar llevar la política fuera de las Cortes para trasladarla a las calles donde, con unos miles de adictos, se puede dar la sensación de que se tiene el apoyo de toda la ciudadanía, aunque, evidentemente, no sea así.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, observamos que, contrariamente a lo que parece que el señor Rajoy y su equipo parece que quieren que nos creamos, todo parece indicar que, el prolongar la legislatura durante los cuatro años previstos puede llegar a ser una tarea imposible si, como estamos viendo, el funcionamiento del Congreso de Diputados, con la actual oposición, parece acabar con todos los intentos de legislar del Ejecutivo y, todo ello, con grandes posibilidades de tener éxito, dada la actitud de la mayoría de los partidos, con la totalidad de la izquierda en contra del PP y Ciudadanos navegando en el terreno de la duda, previendo que, ante las próximas elecciones, su principal enemigo en las urnas va a ser el propio PP.

La alcaldesa de Madrid se enroca en su fanatismo

No sabemos si, por costumbre en el ejercicio de su cargo de jueza o por el bolivianismo que la domina, parece como si prevaricas, hasta cuando habla con la prensa
Miguel Massanet
lunes, 26 de junio de 2017, 00:04 h (CET)
Ignoramos si todos los jueces del llamado tercer turno, tendrán parecidas reacciones o si, el substrato político que lastra la actuación de esta señora se sobrepone a su sentido común y la hace, en ocasiones, actuar como una perfecta ignorante; el casos es que, sólo de pensar en que, una ciudad como Madrid, pueda estar en manos de semejante alcaldesa y que, el consistorio madrileño, esté formado en gran parte por miembros de un partido como Podemos, basta para que, a muchos españoles, se nos pongan los vellos como escarpias, sólo de pensar lo que le sucedería a España si, todos estos engañabobos, doctrinarios del comunismo más drástico y propagadores de falsas doctrinas que, en todos los lugares donde se han intentado aplicar han llevado la miseria, la opresión, la falta de libertades y la dictadura, a aquellos pueblos que, de forma incauta, permitieron que alcanzaran el poder; llegaran a conseguir sus objetivos revolucionarios.

Con la habitual desfachatez de estos partidos asamblearios, con sus contradicciones endémicas y sus lapsus de memoria que les impiden recordar lo que ellos mismos han intentado imponer al resto de formaciones del arco parlamentario; la señora Carmena, pillada entre la realidad de unos hechos evidentemente con toda la apariencia de ser ilícitos, cometidos por unos de sus colegas del Ayuntamiento, acusados de prevaricación, malversación de fondos y delito monetario y, la imposibilidad de escurrir el bulto y mirar hacia el otro lado, se ha querido salir por peteneras, inventándose un tipo de situación jurídica, entre lo que se consideraría como la figura del testigo, que puede ser citado ante los jueces, para declarar sobre algo que ha presenciado o tiene noticia directa, sin responsabilidad penal o la del imputado, actualmente calificado como “investigado”, aquella persona sobre la que recaen sospechas o indicios de haber participado, directa o indirectamente, en un delito. La denominación de “querellado” mucho nos tememos que nada más está en la mente, evidentemente afectada de podemitis aguda, de la señora Manuela Carmena.

Es notoria la inconsecuencia de aquellos que, cuando se trata de juzgar a otros, se muestran extremadamente justicieros, intransigentes y puritanos, reclamando que el peso de la Ley caiga, con todas sus consecuencias, sobre los presuntos culpables que, en su caso, nunca admiten la “presunción de inocencia” debido a que, antes de que el fiscal haya iniciado procedimiento alguno o el juez se haya pronunciado sobre aquella persona sobre la que pudiera existir indicios de haber cometido un ilícito penal, ellos ya se han adelantado a juzgarle y dictar sentencia; de modo que, aquella persona que, pudiendo resultar inocente de los cargos que se le pudieran hacer, incluso antes de que sea juzgada, ya ha sido condenada por aquellos que, como Podemos, IU o cualquier otra de estas mafias comunistas, lo que desean es crear el ambiente desfavorable, la inquietud social y la condena del pueblo aunque, la lentitud del funcionamiento de la justicia y su falta de medios, de lugar a que, cuando se haya sustanciado el juicio y dictada la correspondiente sentencia, el acusado resulte ser inocente, como ha sucedido ya en varios juicios contra políticos. Después ya no hay reparación posible.

Escuchar a la señora Carmena frases del siguiente tenor: “Un político que es formalmente acusado de un delito de corrupción debe poner su cargo a disposición de los demás, pero aquí no tiene lógica hablar de dimisiones” ( referidas a los señores Mato, Mayer y Valera, investigados), añadiendo “ No es el caso con el delito de prevaricación, que no es más que dictar una resolución que no es conforme a derecho, no tiene nada que ver con corrupción” Evidentemente será para ella, porque no creemos que ningún tribunal que juzgue una prevaricación de un funcionario público, siempre que sea a sabiendas, vaya a tener un criterio tan condescendiente con una clase de delitos que, precisamente por ser cometidos por quien tiene la obligación de velar por el cumplimiento de las leyes, reviste una especialísima gravedad.

Lo malo, para los tres podemitas, es que están enfangados, presuntamente, en los delitos mencionados y no pueden acogerse a la ignorancia porque, es obvio y así consta, que los técnicos del Ayuntamiento se opusieron repetidamente a las pretensiones de los tres acusados que, finalmente, cogieron 100.000 euros para favorecer a dos despachos privados para que les hicieran los informes que, después, presentaron ante la Fiscalía. Una falsedad detrás de otra, una mentira pretendiendo justificar lo injustificable y una actitud evidentemente impropia y con visos de prevaricación, por parte de la alcaldesa de Madrid que, como es evidente, no se para en tonterías cuando ha de sacar las uñas en defensa de sus cachorros en el Ayuntamiento de Madrid.

Un artículo de Federico Jiménez Losantos, publicado hoy, contiene un párrafo que deja retratada la situación de Madrid bajo el mando de Carmena: “No hay mejor pasarela política ni termómetro más sensible que el de Madrid. Y el Ayuntamiento de Carmena va consiguiendo que se vayan resignando todos, de los concejales de la Oposición a la mayoría de los ciudadanos, hartos de quejarse en vano o de hablar del Muro de Berlín. ¿Resignarse a qué? A la mentira. Nunca en un gobierno alguno, sea nacional, regional o municipal, ha habido tal cantidad de mentirosos, tan burdos, tan descarados y tan absolutamente impunes. Del Zapata a Rita Maestre, del “sobrinísimo” al “Guillotinador”, de la Mayer al Sánchez Mato, o “analfamato”, no hay delito que no se sustancie en trola ni embuste que no camufle un delito”. Más claro agua.

Sin embargo, como ya dijimos en otro comentario, parece mentira que, en la España actual, todavía existan tantos incautos o tal número de resabiados y rencorosos, nostálgicos de aquella desastrosa II República, que tantas amarguras trajo a todos los españoles; grupos antisistema dispuestos a que, con sus votos, darles poder a semejantes estafadores, que intentan vendernos un sistema de gobierno que, aparte de haber fracasado rotundamente en todas aquellas naciones en las que se ha intentado implantar, siempre ha ido acompañado de limpiezas políticas ,acaparamiento de instituciones para monopolizarlas, disminución de libertades, desastre económico, miseria y opresión dictatorial; tal y como parece ser que pretenden los podemitas que intentan ir colando reformas del Reglamento del Congreso de Diputados, para ir creando cortapisas para su ágil funcionamiento, con el empeño absurdo de crear comisiones para cualquier cosa, una forma evidente de lastrar el funcionamiento de la cámara baja e hinchar los bolsillos de los diputados que participen en ellas.

Una de las particularidades de esta nueva propuesta de Podemos, consistiría en abrir el Congreso a los ciudadanos de manera que, en cada periodo de sesiones, se celebren tres audiencias ciudadanas, en las que colectivos de la sociedad civil, elegidos por sorteo entre los registrados, puedan plantear públicamente sus demandas sobre los trabajos legislativos en curso y obtener respuesta por parte de los grupos. (¿prácticas jacobinas?) cada periodo de sesiones. Sí, señores, ya estamos intentando implantar, en el órgano de representación pública, elegido mayoritariamente con los votos de los ciudadanos españoles, el sistema asambleario propio del anarquismo de la CNT o de la FAI, el mismo que teóricamente impera en Podemos. Aquí, lo que están pretendiendo todos estos discípulos de Stalin es crear controles, impulsados por los comunistas bolivarianos, para organizar, dentro mismo del Congreso, actos de propaganda en los que estos denominados “grupos de ciudadanos” integrados, evidentemente, por miembros activistas escogidos dentro de lo más selecto del anarquismo español, para que actuaran de vigilantes del Congreso y de paso, del propio Gobierno; a los que la prensa, la radio y las TV, en manos de la izquierda, les harían toda la propaganda precisa para que pudieran influir, por medio de manifestaciones de apoyo callejeras o actos vandálicos, en la actuación de las instituciones. Una vez más: intentar llevar la política fuera de las Cortes para trasladarla a las calles donde, con unos miles de adictos, se puede dar la sensación de que se tiene el apoyo de toda la ciudadanía, aunque, evidentemente, no sea así.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, observamos que, contrariamente a lo que parece que el señor Rajoy y su equipo parece que quieren que nos creamos, todo parece indicar que, el prolongar la legislatura durante los cuatro años previstos puede llegar a ser una tarea imposible si, como estamos viendo, el funcionamiento del Congreso de Diputados, con la actual oposición, parece acabar con todos los intentos de legislar del Ejecutivo y, todo ello, con grandes posibilidades de tener éxito, dada la actitud de la mayoría de los partidos, con la totalidad de la izquierda en contra del PP y Ciudadanos navegando en el terreno de la duda, previendo que, ante las próximas elecciones, su principal enemigo en las urnas va a ser el propio PP.

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