Dice un refrán que de todos los presagios siniestros, el más temible e infalible es el optimismo. Es lo que sucedió con la izquierda latinoamericana que impulsó propagandísticamente al cura Fernando Lugo, hoy férreo defensor del intervencionismo imperialista norteamericano en Paraguay.

Según informan en Paraguay los medios vinculados al National Endowment for Democracy, el mismo cura presidente Fernando Lugo hace todo lo posible por involucrar a Estados Unidos en la actual guerra personal que libra contra sus ex aliados políticos, hoy aglutinados en la guerrilla marxista conocida como EPP. El ministro del interior del gobierno arzobispal, reconoció no sólo que el embajador yanqui James Thessin supervisó las acciones contra la guerrilla en el norte de Paraguay, sino que lo hizo invitado por el mismo “defensor de la soberanía”, el “marxista y bolivariano obispo de los pobres”, Fernando Lugo.

Según declaró Filizzola a radio Ñandutí, vocera en Paraguay del National Endowment for Democracy y USAID, "El Presidente de la República fue el que invitó a James Thessin, embajador de los Estados Unidos al norte del país, y, a su vez, el embajador se interesó por el trabajo que se está haciendo, en lo que a seguridad respecta, en la localidad. Yo recuerdo que existe un convenio con USAID para equipar, con tecnología de punta, las comisarías".

Ver: http://www.nanduti.com.py/v1/noticias-mas.php?id=44411&cat=Politica

Hacia una privatización de la guerra
Una vez involucrada la USAID en el equipamiento de las comisarías, la privatización de la guerra queda a un paso. Basta revisar los datos de los beneficios que reporta la guerra en Colombia a las grandes empresas norteamericanas.

Sólo la Lockhed Martin, gran empresa del complejo militar industrial norteamericano, embolsa más de 52 millones de dólares por el Plan Colombia. Otra beneficiaria, la DynCorp, recibe más de 164 millones, la ARINC Inc. Más de 27 millones. Oakley Networks se lleva más de 5 millones por sus software de monitoreo de Internet para la Policía Nacional de Colombia, y la ITT más de 6,5 millones por sus sistemas de radares.

La lista sigue con otras empresas como el Grupo Rendon, que gerencia el uso de la plataforma del programa Echelon de la NSA, el programa de espionaje y comunicaciones más grande del mundo.

En el Paraguay, aún nadie ha informado sobre las enormes ganancias que reporta a empresas norteamericanas el Plan Umbral, que maneja desde las identificaciones de los paraguayos hasta las balas con la cual los policías matan ladrones de gallinas.

Amigo de tus enemigos
Sólo el año pasado la USAID y el departamento de estado norteamericano aumentaron en un 12 por ciento, unos 2,2 mil millones de dólares, el dinero que destinan a América Latina, y ello en plena crisis. De esta cifra, 447, 7 millones de dólares fueron destinados al loable pero nebuloso objetivo de “promover la democracia” en América Latina.

Con el disfraz de “promover la democracia”, la embajada norteamericana coopta con este dinero a numerosas ONG, organizaciones sociales y grupos diversos, así como gremios y medios de comunicación, y se hace de un ejército de abogados en la sociedad paraguaya.

De este ejército de personajes a sueldo del imperialismo surgió, precisamente, la candidatura del cura Fernando Lugo a la presidencia del Paraguay. Su principal soporte en sus inicios, el grupo Tekojoja, era apenas la fachada de una ONG fantasma que recibía fuertes sumas de USAID.

Y como lo expresara Eva Golinger, no hay que tener dudas que aquellos que reciben estos fondos, son agentes del imperio estadounidense, son sus lacayos, sus portavoces y siempre estarán bajo su control y su dominación.

Fernando Lugo y su séquito son apenas un “experimento controlado” urdido en beneficios de lo afirmado por Golinger, aunque ciertos intereses creados sigan encubriéndolo.