Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Del poniente al naciente
La declaración del presidente Abbas ante la ONU para constituir un estado palestino de pleno derecho, divide a las potencias mundiales y pone de manifiesto los intereses de futuro que están en juego

Un estado para Palestina

|

En otras ocasiones nos hemos referido a como el conflicto palestino-israelí, puede servirnos como ejemplo particular para una visón global con respecto al estado del panorama político internacional. Este foco de obligada observación para comprender las relaciones trasnacionales de los estados de medio mundo, vuelve a ser referencia para hacernos una idea de por dónde soplarán los vientos en el futuro.

El pasado 23 de septiembre las intervenciones de los presidentes Abbas y Netanyahu ante la 66º asamblea de la ONU pusieron de manifiesto una vez más, la delicada situación existente entre dos posturas que parecen todavía lejos de llegar a acuerdo tras sesenta años de duro conflicto.
Por un lado tenemos la reivindicación palestina que, como se aprobó en la propia ONU en 1948 con la disposición 181 que hablaba del nacimiento de dos estados uno palestino y otro israelí, reclama el reconocimiento de su pueblo como estado independiente y de pleno derecho. Palestina representa para el imaginario colectivo, un pueblo oprimido, expoliado, una prisión a cielo abierto donde sus gentes se radicalizan y sus niños crecen en el odio.
Por su parte Israel es un modelo de democracia capitalista, de cultura occidental, una potencia todopoderosa que se defiende de los ataques terroristas de un pueblo sin infraestructura política ni reconocimiento internacional.

Y es aquí dónde surge una desigualdad en la forma que sirve para justificar ante la Asamblea de Naciones muchos abusos en la práctica. El hecho de que un pueblo sea reconocido como estado y el otro no, permite al primero tener la ley internacional de su parte y cometer crímenes de manera impune, respaldándose en la indeterminación, la falta de identidad, la falta de constitucionalidad de sus enemigos. Los ataques palestinos no son los de un ejército, son los de grupos terroristas o milicianos todo lo más. No es un pueblo que se defiende y defiende a los suyos; la reacción palestina es puesta ante la opinión mundial como grupos de exaltados que no respetan las leyes internacionales, precisamente las leyes que les tienen desamparados. En cambio a Israel, estado reconocidísimo, nadie se atreve a discutirle su derecho a defenderse como tal.

Sucede que en nuestro mundo el respeto por los derechos humanos no se mide por persona. Sucede además que las leyes internacionales se aplican a cuenta de que se cumplan de antemano una serie de requisitos previos. Así los apoyos de los estados poderosos y respetados resulta primordial para ser aceptado como socio en la asamblea de todas las naciones y así Palestina, tras el discurso de su presidente ha comenzado a recibir lo que pueden ser importantes muestras de apoyo. Rusia y las llamadas economías emergentes destinadas a reconfigurar el nuevo orden mundial, como son China, Brasil e India, han dado su aprobación a la creación de un estado palestino. Por su parte las veteranas potencias comandadas por EEUU, el mundo anglosajón y Alemania se han opuesto a dicha iniciativa.

Todo parece indicar que la situación seguirá estancada y que la solución todavía es difícil de alcanzar. Pero como puede comprobarse hoy por hoy, casi a diario, la crisis provoca cambios(es precisamente “cambio” el significado etimológico de κρίσις) y aunque los viejos amos se aferren a sus sillones, sabido es que cuando los de abajo se mueven los de arriba pueden caer.

Un estado para Palestina

La declaración del presidente Abbas ante la ONU para constituir un estado palestino de pleno derecho, divide a las potencias mundiales y pone de manifiesto los intereses de futuro que están en juego
Gonzalo Soria
lunes, 17 de octubre de 2011, 07:17 h (CET)
En otras ocasiones nos hemos referido a como el conflicto palestino-israelí, puede servirnos como ejemplo particular para una visón global con respecto al estado del panorama político internacional. Este foco de obligada observación para comprender las relaciones trasnacionales de los estados de medio mundo, vuelve a ser referencia para hacernos una idea de por dónde soplarán los vientos en el futuro.

El pasado 23 de septiembre las intervenciones de los presidentes Abbas y Netanyahu ante la 66º asamblea de la ONU pusieron de manifiesto una vez más, la delicada situación existente entre dos posturas que parecen todavía lejos de llegar a acuerdo tras sesenta años de duro conflicto.
Por un lado tenemos la reivindicación palestina que, como se aprobó en la propia ONU en 1948 con la disposición 181 que hablaba del nacimiento de dos estados uno palestino y otro israelí, reclama el reconocimiento de su pueblo como estado independiente y de pleno derecho. Palestina representa para el imaginario colectivo, un pueblo oprimido, expoliado, una prisión a cielo abierto donde sus gentes se radicalizan y sus niños crecen en el odio.
Por su parte Israel es un modelo de democracia capitalista, de cultura occidental, una potencia todopoderosa que se defiende de los ataques terroristas de un pueblo sin infraestructura política ni reconocimiento internacional.

Y es aquí dónde surge una desigualdad en la forma que sirve para justificar ante la Asamblea de Naciones muchos abusos en la práctica. El hecho de que un pueblo sea reconocido como estado y el otro no, permite al primero tener la ley internacional de su parte y cometer crímenes de manera impune, respaldándose en la indeterminación, la falta de identidad, la falta de constitucionalidad de sus enemigos. Los ataques palestinos no son los de un ejército, son los de grupos terroristas o milicianos todo lo más. No es un pueblo que se defiende y defiende a los suyos; la reacción palestina es puesta ante la opinión mundial como grupos de exaltados que no respetan las leyes internacionales, precisamente las leyes que les tienen desamparados. En cambio a Israel, estado reconocidísimo, nadie se atreve a discutirle su derecho a defenderse como tal.

Sucede que en nuestro mundo el respeto por los derechos humanos no se mide por persona. Sucede además que las leyes internacionales se aplican a cuenta de que se cumplan de antemano una serie de requisitos previos. Así los apoyos de los estados poderosos y respetados resulta primordial para ser aceptado como socio en la asamblea de todas las naciones y así Palestina, tras el discurso de su presidente ha comenzado a recibir lo que pueden ser importantes muestras de apoyo. Rusia y las llamadas economías emergentes destinadas a reconfigurar el nuevo orden mundial, como son China, Brasil e India, han dado su aprobación a la creación de un estado palestino. Por su parte las veteranas potencias comandadas por EEUU, el mundo anglosajón y Alemania se han opuesto a dicha iniciativa.

Todo parece indicar que la situación seguirá estancada y que la solución todavía es difícil de alcanzar. Pero como puede comprobarse hoy por hoy, casi a diario, la crisis provoca cambios(es precisamente “cambio” el significado etimológico de κρίσις) y aunque los viejos amos se aferren a sus sillones, sabido es que cuando los de abajo se mueven los de arriba pueden caer.

Noticias relacionadas

Al conocer la oferta a un anciano señor de escasos recursos, que se ganaba su sobrevivencia recolectando botellas de comprarle su perro, éste lo negó, por mucho que las ofertas se superaron de 10 hasta 150 dólares, bajo la razón: "Ni lo vendo, ni lo cambio. El me ama y me es fiel. Su dinero, lo tiene cualquiera, y se pierde como el agua que corre. El cariño de este perrito es insustituible; su cariño y fidelidad es hermoso".

Evidentemente, las pensiones no pueden subir menos que el IPC anual, porque la subida es del cómputo medio del año anterior y en febrero de cada nuevo año el coste de la vida ya se ha incrementado más, y los jubilados tienen que esperar a que transcurra el año, para que se revaloricen sus ingresos.

Como regalo de cumpleaños a Ali Khamenei, líder supremo de la República Islámica de Irán, Israel envió varios misiles sobre dicho país. Los persas han dicho que su defensa aérea ha interceptado estos, los cuales no han podido afectar sus plantas nucleares de Isfaham. Posiblemente, el intercambio de cohetes pudiese quedar allí, pues los que antes Irán envió a Israel tampoco causaron bajas civiles ni serios daños materiales.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto