Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Hablemos sin tapujos | Política
“No me acostumbro a este mundo de cosas caras, personas baratas, valores en rebajas y sentimientos en liquidación” Desconocido

La obsesión enfermiza de P. Sánchez: acabar con el PP

|

El 39 congreso de los socialistas no ha aportado nada nuevo más que en lo referente a la entrada, como elefante en cacharrería, de Pedro Sánchez con la brigada de limpieza, para deshacerse de todos aquellos que se le pusieron en frente, tanto en el momento en el que fue defenestrado de su cargo de secretario general del partido, como durante todo este largo periodo en el que se han desarrollado las primarias, que si en algo se han caracterizado, ha sido en haberse desarrollado a cara de perro, especialmente entre los dos principales candidatos a la secretaría del partido, porque el señor Patxi López, el tercero en discordia, se merece un comentario aparte por su papel equívoco en todo este proceso.

En realidad, todos los discursos mitinescos que ha pronunciado el aspirante, en el congreso del PSOE, han estado dedicados a pedir la unidad del partido; a buscar el apoyo de otros partidos para llevar a cabo su campaña personal contra Rajoy y el PP; a reafirmar el apoyo que ha recibido de las bases del partido y en dejar claro que, en el caso de conseguir vencer en las próximas legislativas, su empeño se centrará en deshacer, de la A a la Z, todo lo que el Partido Popular ha realizado durante sus dos legislaturas; especialmente, en cuanto a la reforma laboral y todas cuantas otras leyes haya dictado que, a juicio del nuevo secretario del PSOE, han constituido la época más negra por la que ha pasado España desde que vino la democracia. Nada sobre un plan económico, nada sobre futuras relaciones con la CE, nada respecto a la fiscalidad, la deuda pública y el control del déficit público; nada sobre nuestras relaciones exteriores con los EE. UU; nada sobre responsabilidades en la lucha contra el EI o en los países donde nuestras FF. AA desempeñan alguna actividad de vigilancia. Nada respecto a la política de empleo, la lucha contra el paro y la incentivación de las empresas.

En realidad, el señor Sánchez no tiene ningún plan como no sea imitar al señor Rodríguez Zapatero que, cuando consiguió el poder y el gobierno de España, lo primero a lo que se dedicó fue a anular todas las leyes que su predecesor, el señor Aznar, había promulgado. Incluso el proyecto Hidrológico nacional, que estaba preparado para ser implantado inmediatamente y había conseguido el apoyo de todas las partes, fue despreciado y apartado sin que, a esta acción negativa, se acompañara otra por la que se atendiese, de una forma racional y consensuada, al importante problema que sigue representando para España los distintos enfrentamientos que vienen surgiendo entre las distintas autonomías, relacionados con el aprovechamiento de sus ríos y sus aguas.

A pesar de la parafernalia que ha existido alrededor de este congreso, de la propaganda con la que han intentado dar la apariencia de unidad y del intento de dar la sensación de que el PSOE, con el señor Sánchez al frente, haya ya recuperado los millones de votos que se le han ido yendo hacia Ciudadanos y los comunistas bolivarianos de Podemos. Todo está por ver y, con toda probabilidad, si las elecciones tardan en producirse, pueden suceder muchas cosas, de aquí a entonces, para que los efectos de la euforia de estos días, ya hayan desaparecido. En realidad, la aclamación con la que se esperaba que sería elegido el nuevo secretario general de los socialistas no ha existido, Sólo un 70% de los congresistas lo han apoyado, demostrando que las heridas de las pasadas primarias siguen si cicatrizar y que un 30% de los asistentes (ya no hablemos de los que han decidido no acudir a la cita) sigue pensando que la llegada de Sánchez al poder es algo difícil de digerir.

En realidad, la nueva directiva del PSOE está formada, como se podía esperar, de los adictos a P. Sánchez, los que votaron en contra de la abstención en la investidura de Rajoy y los que fueron los culpables de su expulsión de la secretaria general con algunas excepciones como la de Fernández Vara y Patxi López. Dos casos muy curiosos, ambos suficientemente ilustrativos de lo que vulgarmente se califica de “chaqueteo” aunque, en el caso de Patxi López mucho nos tememos que tenga otra explicación que es posible que nunca se pueda demostrar. Guillermo Fernández Vara, después de apoyar a Susana Díaz la telefoneó para decirle que había decido formar parte del proyecto de Sánchez, participando en su equipo. Un barón del partido con un sentido muy especial de lo que significa fidelidad y un ejemplo de lo que, en su día, fue aquel noble conocido como Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido, asesino del Rey Sancho II de Castilla, cuando excusaba su crimen con aquellas palabras, recogidas en el romancero : “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”

El caso de Patxi López forma, sin duda, parte de su larga tradición de deslealtad con todos los que le ayudaron a gobernar, como fue el caso del apoyo que recibió del PP, en el 2009, cuando con sus votos le ayudó a presidir el gobierno vasco, lehendakari, para evitar que los independentistas se apoderaran de él. Su forma de corresponder a este favor fue todo menos correcta, caballerosa o decente. Su irrupción, como tercero en discordia, en la campaña de las primarias, aparte de sorprendente (todo indicaba que no tenía posibilidad alguna de ganar) no parecía tener explicación alguna ya que él siempre fue partidario de P. Sánchez y el hecho de enfrentarse a su compañero de partido, no parecía tener mucho sentido. Se ha pensado que quizá a Sánchez le interesase la presencia de Patxi para que moderase la campaña, presentara el papel (como se demostró en el debate a tres que tuvo lugar) de hombre bueno más que el de candidato que lucha por ganar y, cómo es posible que sucediera, consiguiera arrancarle algún voto de los socialistas más moderados a su verdadera rival, la presidenta de la Junta de Andalucía.

Visto así, una vez cumplido con su objetivo, no es raro que reciba un premio por su fidelidad, sus servicios prestados y facilidad para pasarse de bando. Y es que los hay que siempre están preparados para acudir allí donde hay un sueldo que conseguir, apoltronarse ante cualquier butacón libre que les garantice una buena retribución y vivir a lo grande, que la vida es corta y es preciso sacarle todo el jugo que se pueda; aunque sea a costa de cambiarse de chaqueta continuamente. Un sujeto acostumbrado a ocupar, gracias a saberse trabajar a sus superiores, puestos muy por encima de sus méritos y de sus conocimientos: todo consiste en procurar no pillarse los dedos, no tomar decisiones que puedan comprometer y procurar estar siempre a bien con quienes son los que disponen de poder en cada momento. ¡Es un arte, no cabe duda!

Hasta sería divertido si lo que tiene en mente, el señor Sánchez, no constituyera un plan, largamente meditado, para poner todo su esfuerzo y experiencia al servicio de lo que se pudiera considerar como la maquinación de un golpe de Estado para hacer caer a Rajoy, sin que, para conseguirlo, tenga el menor problema respecto a llegar a acuerdos con los señores de Podemos, en la actualidad poco coordinados, con disputas internas y, su cabecilla, Pablo Iglesias, haciendo de mangas capirotes porque, a pesar de su victoria sobre Inigo Errejón, no parece que vaya consiguiendo aplacar los conatos de algunos de los suyos, que ya parece que no se conforman con estar supeditados a las órdenes de un dictador, cuando sus sentimientos, convicciones ácratas y su opción política les pide una actuación de tipo asamblearia. Conseguir atrapar en su cepo al fatuo de Sánchez, aunque le cediera, durante un tiempo, el gobernar la nación para, desde los ministerios más importantes, poder ir imponiendo sus planes de hacerse con los resortes del poder, como vienen haciendo, a menor escala, miembros de su partido como son la señora Carmena en Madrid y Ada Colau desde la de Barcelona.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, tenemos la malísima impresión de que, aquello que llevamos intuyendo desde hace demasiado tiempo, tiene visos de poder llegar a ser una amarga realidad porque, mal que nos pese, parece que la recuperación del PSOE se está convirtiendo en un hecho; el regreso del señor P.Sánchez, algo que parecía imposible, ya es una realidad y un partido que había quedado prácticamente descartado como oponente en unos posibles comicios, sin posibilidades verdaderas de optar al poder, parece ser que ha resurgido de sus propias cenizas y es muy posible, como ya se viene anunciando, que consiga recuperar votos de aquellos que se fueron a Ciudadanos y a Podemos, algo que ya está sucediendo y siendo recogido en las últimas encuestas sobre la intención de voto en España. El PP retrocede; Ciudadanos se mantiene; Podemos retrocede y, el PSOE, parece que sigue recuperándose. ¿Se ha equivocado en su estrategia don Mariano?, ¿menospreció la capacidad de recuperación del PSOE? El tiempo nos lo dirá.

La obsesión enfermiza de P. Sánchez: acabar con el PP

“No me acostumbro a este mundo de cosas caras, personas baratas, valores en rebajas y sentimientos en liquidación” Desconocido
Miguel Massanet
martes, 20 de junio de 2017, 00:00 h (CET)
El 39 congreso de los socialistas no ha aportado nada nuevo más que en lo referente a la entrada, como elefante en cacharrería, de Pedro Sánchez con la brigada de limpieza, para deshacerse de todos aquellos que se le pusieron en frente, tanto en el momento en el que fue defenestrado de su cargo de secretario general del partido, como durante todo este largo periodo en el que se han desarrollado las primarias, que si en algo se han caracterizado, ha sido en haberse desarrollado a cara de perro, especialmente entre los dos principales candidatos a la secretaría del partido, porque el señor Patxi López, el tercero en discordia, se merece un comentario aparte por su papel equívoco en todo este proceso.

En realidad, todos los discursos mitinescos que ha pronunciado el aspirante, en el congreso del PSOE, han estado dedicados a pedir la unidad del partido; a buscar el apoyo de otros partidos para llevar a cabo su campaña personal contra Rajoy y el PP; a reafirmar el apoyo que ha recibido de las bases del partido y en dejar claro que, en el caso de conseguir vencer en las próximas legislativas, su empeño se centrará en deshacer, de la A a la Z, todo lo que el Partido Popular ha realizado durante sus dos legislaturas; especialmente, en cuanto a la reforma laboral y todas cuantas otras leyes haya dictado que, a juicio del nuevo secretario del PSOE, han constituido la época más negra por la que ha pasado España desde que vino la democracia. Nada sobre un plan económico, nada sobre futuras relaciones con la CE, nada respecto a la fiscalidad, la deuda pública y el control del déficit público; nada sobre nuestras relaciones exteriores con los EE. UU; nada sobre responsabilidades en la lucha contra el EI o en los países donde nuestras FF. AA desempeñan alguna actividad de vigilancia. Nada respecto a la política de empleo, la lucha contra el paro y la incentivación de las empresas.

En realidad, el señor Sánchez no tiene ningún plan como no sea imitar al señor Rodríguez Zapatero que, cuando consiguió el poder y el gobierno de España, lo primero a lo que se dedicó fue a anular todas las leyes que su predecesor, el señor Aznar, había promulgado. Incluso el proyecto Hidrológico nacional, que estaba preparado para ser implantado inmediatamente y había conseguido el apoyo de todas las partes, fue despreciado y apartado sin que, a esta acción negativa, se acompañara otra por la que se atendiese, de una forma racional y consensuada, al importante problema que sigue representando para España los distintos enfrentamientos que vienen surgiendo entre las distintas autonomías, relacionados con el aprovechamiento de sus ríos y sus aguas.

A pesar de la parafernalia que ha existido alrededor de este congreso, de la propaganda con la que han intentado dar la apariencia de unidad y del intento de dar la sensación de que el PSOE, con el señor Sánchez al frente, haya ya recuperado los millones de votos que se le han ido yendo hacia Ciudadanos y los comunistas bolivarianos de Podemos. Todo está por ver y, con toda probabilidad, si las elecciones tardan en producirse, pueden suceder muchas cosas, de aquí a entonces, para que los efectos de la euforia de estos días, ya hayan desaparecido. En realidad, la aclamación con la que se esperaba que sería elegido el nuevo secretario general de los socialistas no ha existido, Sólo un 70% de los congresistas lo han apoyado, demostrando que las heridas de las pasadas primarias siguen si cicatrizar y que un 30% de los asistentes (ya no hablemos de los que han decidido no acudir a la cita) sigue pensando que la llegada de Sánchez al poder es algo difícil de digerir.

En realidad, la nueva directiva del PSOE está formada, como se podía esperar, de los adictos a P. Sánchez, los que votaron en contra de la abstención en la investidura de Rajoy y los que fueron los culpables de su expulsión de la secretaria general con algunas excepciones como la de Fernández Vara y Patxi López. Dos casos muy curiosos, ambos suficientemente ilustrativos de lo que vulgarmente se califica de “chaqueteo” aunque, en el caso de Patxi López mucho nos tememos que tenga otra explicación que es posible que nunca se pueda demostrar. Guillermo Fernández Vara, después de apoyar a Susana Díaz la telefoneó para decirle que había decido formar parte del proyecto de Sánchez, participando en su equipo. Un barón del partido con un sentido muy especial de lo que significa fidelidad y un ejemplo de lo que, en su día, fue aquel noble conocido como Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido, asesino del Rey Sancho II de Castilla, cuando excusaba su crimen con aquellas palabras, recogidas en el romancero : “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”

El caso de Patxi López forma, sin duda, parte de su larga tradición de deslealtad con todos los que le ayudaron a gobernar, como fue el caso del apoyo que recibió del PP, en el 2009, cuando con sus votos le ayudó a presidir el gobierno vasco, lehendakari, para evitar que los independentistas se apoderaran de él. Su forma de corresponder a este favor fue todo menos correcta, caballerosa o decente. Su irrupción, como tercero en discordia, en la campaña de las primarias, aparte de sorprendente (todo indicaba que no tenía posibilidad alguna de ganar) no parecía tener explicación alguna ya que él siempre fue partidario de P. Sánchez y el hecho de enfrentarse a su compañero de partido, no parecía tener mucho sentido. Se ha pensado que quizá a Sánchez le interesase la presencia de Patxi para que moderase la campaña, presentara el papel (como se demostró en el debate a tres que tuvo lugar) de hombre bueno más que el de candidato que lucha por ganar y, cómo es posible que sucediera, consiguiera arrancarle algún voto de los socialistas más moderados a su verdadera rival, la presidenta de la Junta de Andalucía.

Visto así, una vez cumplido con su objetivo, no es raro que reciba un premio por su fidelidad, sus servicios prestados y facilidad para pasarse de bando. Y es que los hay que siempre están preparados para acudir allí donde hay un sueldo que conseguir, apoltronarse ante cualquier butacón libre que les garantice una buena retribución y vivir a lo grande, que la vida es corta y es preciso sacarle todo el jugo que se pueda; aunque sea a costa de cambiarse de chaqueta continuamente. Un sujeto acostumbrado a ocupar, gracias a saberse trabajar a sus superiores, puestos muy por encima de sus méritos y de sus conocimientos: todo consiste en procurar no pillarse los dedos, no tomar decisiones que puedan comprometer y procurar estar siempre a bien con quienes son los que disponen de poder en cada momento. ¡Es un arte, no cabe duda!

Hasta sería divertido si lo que tiene en mente, el señor Sánchez, no constituyera un plan, largamente meditado, para poner todo su esfuerzo y experiencia al servicio de lo que se pudiera considerar como la maquinación de un golpe de Estado para hacer caer a Rajoy, sin que, para conseguirlo, tenga el menor problema respecto a llegar a acuerdos con los señores de Podemos, en la actualidad poco coordinados, con disputas internas y, su cabecilla, Pablo Iglesias, haciendo de mangas capirotes porque, a pesar de su victoria sobre Inigo Errejón, no parece que vaya consiguiendo aplacar los conatos de algunos de los suyos, que ya parece que no se conforman con estar supeditados a las órdenes de un dictador, cuando sus sentimientos, convicciones ácratas y su opción política les pide una actuación de tipo asamblearia. Conseguir atrapar en su cepo al fatuo de Sánchez, aunque le cediera, durante un tiempo, el gobernar la nación para, desde los ministerios más importantes, poder ir imponiendo sus planes de hacerse con los resortes del poder, como vienen haciendo, a menor escala, miembros de su partido como son la señora Carmena en Madrid y Ada Colau desde la de Barcelona.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, tenemos la malísima impresión de que, aquello que llevamos intuyendo desde hace demasiado tiempo, tiene visos de poder llegar a ser una amarga realidad porque, mal que nos pese, parece que la recuperación del PSOE se está convirtiendo en un hecho; el regreso del señor P.Sánchez, algo que parecía imposible, ya es una realidad y un partido que había quedado prácticamente descartado como oponente en unos posibles comicios, sin posibilidades verdaderas de optar al poder, parece ser que ha resurgido de sus propias cenizas y es muy posible, como ya se viene anunciando, que consiga recuperar votos de aquellos que se fueron a Ciudadanos y a Podemos, algo que ya está sucediendo y siendo recogido en las últimas encuestas sobre la intención de voto en España. El PP retrocede; Ciudadanos se mantiene; Podemos retrocede y, el PSOE, parece que sigue recuperándose. ¿Se ha equivocado en su estrategia don Mariano?, ¿menospreció la capacidad de recuperación del PSOE? El tiempo nos lo dirá.

Noticias relacionadas

La ciudad de Barcelona, en favor de una transformación fantasiosa de sí misma, siempre bajo el paraguas efectista de la ‘sostenibilidad ambiental’, como socorrida coartada ejemplificada en su más que evidente y disruptiva conversión urbanística, se le adivina en su resultado final el poco o nulo interés por conectar con las necesidades vitales de una gran mayoría y en aquellos planeamientos al servicio de las personas.

El ADN de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contendría la triple enzima trumpista (autocracia, instauración del paraíso neoliberal y retorno al "pensamiento único heteropatriarcal") y asimismo sería una "rara avis" que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional al ser una experta en las técnicas de manipulación de masas.

La inversión de inmuebles en España atrae a muchos extranjeros, por el clima mediterráneo agradable y las múltiples playas por toda su costa, lo que la convierte en un destino muy atractivo para vivir o pasar las vacaciones, esta es la razón de muchos inversores que buscan una segunda residencia o un lugar de retiro.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto