En la recta final hacia unas elecciones marcadas por el desempleo, PP y PSOE luchan por llevar el debate a su terreno. Se trata de exigir, apostar, proponer y nunca cambiar de opinión. Aunque no se cumpla. ¿Propuestas? Depende.
| Sáenz de Santamaría.
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El PP promete una reforma del Banco de España para garantizar la transparencia. Pons denuncia que "todas las previsiones" para el año que viene "son falsas". El PSOE exige a Rajoy que aclare si piensa dejar a los españoles sin prestación por desempleo.
Cada uno por su lado y cada loco con su tema. Podríamos pasarnos el día aprovechando el refranero español para describir la carrera hacia la presidencia de España.
Mientras los partidos pequeños tratan de alcanzar los avales necesarios para presentarse a las elecciones, los dos grandes, los de ese bipartidismo con el que el 15M quiere acabar, llevan semanas planificando con detalle cada acto, cada frase y cada palabra pronunciada. No hay margen de error.
El Partido Popular no quiere ni oir hablar sobre TVE. Para el grupo presidido por Rajoy, la televisión española está manipulada. El PSOE no opina y sólo deja caer que las, refranero otra vez, comparaciones son odiosas. Y nos emplaza a comparar el actual informativo con el que presentaba Urdaci.
| Rubalcaba.
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El candidato Rubalcaba trata de quitarse de encima la calificación de "recortador". Dice que el país necesita más ayudas sociales y menos recortes, y desde el PSOE se atiza al PP excusando el desempleo en los recortes de las comunidades autónomas. Unas autonomías que argumentan que sus recortes se han producido por culpa de una deuda, que según ellos, es culpa del gobierno central.
Y así, más es menos y menos es más. O como dijo Goebbels, una mentira repetida mil veces se transforma en verdad.
Y los ciudadanos se preguntan, ¿es necesario comenzar la campaña tan pronto? Mientras, el movimiento de "indignados" crece en Estados Unidos. En España parece que se apaga. Sin embargo, sólo lo parece. Inquietos están todos aquellos que participaron en las manifestaciones y asambleas diarias. Da la sensación de que algo se cuece.
Pero además, a estas elecciones le acompañan los recortes. De un lado y de otro, ambos echan la culpa de estos al otro. Profesores, médicos, empleados de la limpieza... Pocos son los sectores que no se lanzan a la huelga. ¿Este país se está moviendo? "Increíble", dirá algún que otro sorprendido. Los periodistas también nos lanzaríamos a la huelga pero entonces, ¿quién haría esta información? Los becarios claro, que para eso están.
Mientras nos manifestamos, las promesas, como se las lleva el viento, alguno las olvidará tras ganar las elecciones. ¿Pero y las ideas? ¿Es suficiente medio año de movimiento 15M para cambiar las ideas de los españoles? Cambiar nos cuesta a los españoles y somos de ideas fijas. Más todavía cuesta reconocer que culpa de la situación actual del país la tenemos nosotros por votar a quien votamos. Aunque menos debería costar dejar de votar a los dos partidos que nos han llevado hasta aquí.
Esto puede cambiar, esto puede cambiar, esto puede cambiar, esto puede cambiar...