Las lesiones están trayendo cola en varios equipos de primera división. Se podría decir que todavía es pronto para hablar de mala suerte respecto a estas contingencias que están haciendo que algunos entrenadores deban innovar en su once titular y se vean obligados a apostar por las rotaciones y las combinaciones creativas.
Solo llevamos siete jornadas de liga y escuadras como el Barcelona o el Real Madrid encabezan los cuadros de lesionados. En el equipo culé el bíceps femoral se ha convertido en el principal protagonista y en uno de los quebraderos de cabeza de Pep. El último en sumarse a la lista ha sido Abidal tras el partido de ayer frente al Sporting. Será baja para los próximos diez días. Demos gracias al parón liguero y a que muchos jugadores no están convocados por sus selecciones para que puedan irse recuperando y poder estar cuanto antes al 100% con sus clubs.
El caso del Real Madrid pinta parecido. Si no son las lesiones, son las sanciones, pero Mou no ha podido contar con todos sus efectivos desde que comenzó la temporada. Sahin sigue a lo suyo, Altintop parece que ya está listo tras su aparición en el Bernabeu, Di María no pudo jugar contra El Español por sanción y Carvalho, Coentrao, Varane, Pepe y Benzemá completan la enfermería de la Casa Blanca.
Y aquí quería yo llegar. A la rotura fibrilar del delantero francés. Rápidamente recibió una lluvia de críticas donde apuntaban que era muy pronto para sufrir una lesión de estas características. Y digo yo, por qué no sucede lo mismo con Fábregas. El Madrid está en el punto de mira de aficionados al fútbol y de medios de comunicación. Es cierto que podrían y deberían jugar a un nivel superior al actual porque tienen fondo y equipazo. Y de echo creo que las críticas siempre y cuando estén fundamentadas son necesarias, pero tampoco veo profesional esta fijación por todas y cada una de las acciones que se llevan a cabo en el club blanco.
Un ejemplo claro, el detalle con la plantilla que tuvo el mister organizando una barbacoa. Esta acción tiene dos lecturas, la blanca y la blaugrana se podría decir. Que lo organiza el luso “Fatal, debería hacer entrenar más a sus jugadores y dejarse de tanta tontería” Y la otra visión de la que estoy convencida; si lo organiza Guardiola “Genial, una gran idea para reforzar la unión entre la plantilla” Esto es así y tendremos que aprender a convivir con ello.
Pero como señalo en el titular “A grandes males, grandes remedios” y por suerte los suplentes son grandísimos jugadores que siempre están dispuestos a dar la cara y a aprovechar los minutos que les brinda el mister.
Gonzalo Higuaín es la principal opción con la que cuenta Mou para la punta de su ataque. Y vaya suplente. El Pipa es el jugador más efectivo de la Liga. Marca un gol cada 55 minutos situándose por delante de su colega argentino Messi que lo hace cada 60 (que tampoco está nada mal)
El Real Madrid es el rey del contraataque, lo lleva demostrando a lo largo de toda la temporada con jugadas rápidas y magistrales donde la velocidad es fundamental. Su contragolpe es una obra de arte y esta jornada Higuaín lo ha ratificado con sus tres golazos.
La lesión de Karim le ha abierto un hueco en la plantilla titular y no ha dudado en demostrar su valía, su polivalencia y definición. Es joven, arriesga y pese a no encontrarse todavía en su mejor momento de forma tras esa grave lesión que superó la temporada pasada, Gonzalo se perfila como una pieza clave dentro del banquillo madrileño.
Se merece esos tres golazos de ayer. Sin duda ha ganado en confianza y tras el parón liguero espero que Mou siga contando con él para que nos haga disfrutar de la magia del fútbol. ¡Enhorabuena Pipita!