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La AEM aprueba un nuevo fármaco para tratar esta enfermedad

La Leucemia Mieloide Crónica provoca 600 casos anuales en España

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La LMC es una neoplasia hematológica en la que el organismo produce aumento del número de leucocitos. Crónica significa un cáncer de crecimiento relativamente lento que puede tardar años en progresar. Mieloide se refiere al tipo de leucocitos que están siendo sobreproducidos. Al principio, en la fase crónica, el paciente tiene una calidad de vida aceptable. Sin embargo, lleva dentro una bomba de relojería cuyo mecanismo se activa en unos 5 años de promedio.


“Después, la enfermedad evoluciona en fases a una crisis blástica (CB), verdadera leucemia aguda, gravísima, cuya evolución se mide en semanas”, afirma el doctor Olavarría. La mayoría de pacientes descubren que padecen LMC en la fase crónica, prematura y muchos continúan con la fase crónica durante varios años sin progresar a una fase más avanzada.

Según el doctor Olavarría, “los síntomas en esta etapa son muy similares a los de otras enfermedades comunes, como cansancio, palidez, digestiones difíciles, etc., además de otros más característicos de la patología, como hematomas, sangrados incontrolados debido al descenso en el número de las plaquetas, etc.”. En cuanto al diagnóstico, este experto afirma que “la mitad de los casos se diagnostica en un examen médico de rutina, dado que en un análisis de sangre estándar se detecta que hay un aumento de los glóbulos blancos y un descenso de las plaquetas, lo que hace sospechar de la posible presencia de la LMC”, explica.

El rasgo patogénico más importante en la Leucemia Mieloide Crónica es la aparición de un marcador genético, el llamado cromosoma Filadelfia, que corresponde a un cromosoma 22 más corto de lo normal. En palabras del doctor Olavarría, “el cromosoma Filadelfia es fruto de un intercambio de ADN entre dos cromosomas, el 22 y el 9. En ese intercambio se produce un traslado del gen ABL hacia una región BCR. El gen ABL es importante en el control de la proliferación de las células, y al trasladarse, se transforma en un gen llamado BCR-ABL, que es el que produce la enfermedad ”.

Recientemente, la Agencia Española del Medicamento ha aprobado la indicación de primera línea de nilotinib (Tasigna®) en el tratamiento de dicha enfermedad maligna con una incidencia anual cercana a 14 casos por 1.000.000 personas en España, alrededor de 600 casos al año, y 1.4 veces más frecuente en hombres que en mujeres. En junio de 2008, Tasigna® recibió la autorización para el tratamiento en pacientes que no responden a imatinib (Glivec®) o presentan intolerancia a esta terapia en España. No obstante, esta nueva indicación, según los expertos, hace que nos acerquemos un poco más hacia la curación de la enfermedad. Según el doctor Juan Luis Steegmann, hematólogo del Hospital de La Princesa de Madrid, “en cualquier cáncer, el objetivo es conseguir reducir la enfermedad al mínimo detectable o hacerla desaparecer. Con las leucemias tenemos la ventaja de poder medir ese resto de enfermedad de una forma muy precisa, de forma que ya habíamos obtenido respuestas moleculares completas en pacientes tratados con Glivec® en un 40% de los casos. Y, gracias a Tasigna se duplican y hasta se triplican estas respuestas en los pacientes con LMC.

“A pesar del corto seguimiento, -añade- Tasigna® ya se ha mostrado superior a Glivec® en lo que se refiere a la probabilidad de que la leucemia se transforme en leucemia aguda. Esta es una ventaja fundamental, hasta el punto que esperamos que el manejo de la enfermedad cambie de forma radical”. De hecho, en palabras de este experto, “para los pacientes, el tener una terapia que es el doble de eficaz que la estándar supone una ventaja difícil de adjetivar. Además, dado que el perfil de seguridad es al menos tan favorable como el del Glivec®, no tengo ninguna duda de que asigna® debe ser el preferido para tratar a los pacientes de nuevo diagnóstico”.

Según la doctora Eva López, directora médica de Novartis Oncology, “la autorización de la nueva indicación en primera línea se basa en datos de ensayos clínicos presentados en los últimos congresos internacionales de Hematología y Oncología, en los que se ha puesto de manifiesto que Tasigna® supera significativamente a Glivec® en la no progresión a fases avanzadas de la enfermedad en pacientes adultos con leucemia mieloide crónica, cromosoma Filadelfia positivo de nuevo diagnóstico (LMC Ph+) en fase crónica”. Se trata de resultados del Estudio ENESTnd, a 12 y 24 meses de seguimiento y que ha supuesto la primera comparación directa de estas dos terapias orales como tratamiento inicial para esta enfermedad maligna hematológica potencialmente mortal. La LMC es uno de los cuatro tipos más frecuentes de leucemia.

La Leucemia Mieloide Crónica provoca 600 casos anuales en España

La AEM aprueba un nuevo fármaco para tratar esta enfermedad
Francisco Acedo
viernes, 30 de septiembre de 2011, 08:49 h (CET)
La LMC es una neoplasia hematológica en la que el organismo produce aumento del número de leucocitos. Crónica significa un cáncer de crecimiento relativamente lento que puede tardar años en progresar. Mieloide se refiere al tipo de leucocitos que están siendo sobreproducidos. Al principio, en la fase crónica, el paciente tiene una calidad de vida aceptable. Sin embargo, lleva dentro una bomba de relojería cuyo mecanismo se activa en unos 5 años de promedio.


“Después, la enfermedad evoluciona en fases a una crisis blástica (CB), verdadera leucemia aguda, gravísima, cuya evolución se mide en semanas”, afirma el doctor Olavarría. La mayoría de pacientes descubren que padecen LMC en la fase crónica, prematura y muchos continúan con la fase crónica durante varios años sin progresar a una fase más avanzada.

Según el doctor Olavarría, “los síntomas en esta etapa son muy similares a los de otras enfermedades comunes, como cansancio, palidez, digestiones difíciles, etc., además de otros más característicos de la patología, como hematomas, sangrados incontrolados debido al descenso en el número de las plaquetas, etc.”. En cuanto al diagnóstico, este experto afirma que “la mitad de los casos se diagnostica en un examen médico de rutina, dado que en un análisis de sangre estándar se detecta que hay un aumento de los glóbulos blancos y un descenso de las plaquetas, lo que hace sospechar de la posible presencia de la LMC”, explica.

El rasgo patogénico más importante en la Leucemia Mieloide Crónica es la aparición de un marcador genético, el llamado cromosoma Filadelfia, que corresponde a un cromosoma 22 más corto de lo normal. En palabras del doctor Olavarría, “el cromosoma Filadelfia es fruto de un intercambio de ADN entre dos cromosomas, el 22 y el 9. En ese intercambio se produce un traslado del gen ABL hacia una región BCR. El gen ABL es importante en el control de la proliferación de las células, y al trasladarse, se transforma en un gen llamado BCR-ABL, que es el que produce la enfermedad ”.

Recientemente, la Agencia Española del Medicamento ha aprobado la indicación de primera línea de nilotinib (Tasigna®) en el tratamiento de dicha enfermedad maligna con una incidencia anual cercana a 14 casos por 1.000.000 personas en España, alrededor de 600 casos al año, y 1.4 veces más frecuente en hombres que en mujeres. En junio de 2008, Tasigna® recibió la autorización para el tratamiento en pacientes que no responden a imatinib (Glivec®) o presentan intolerancia a esta terapia en España. No obstante, esta nueva indicación, según los expertos, hace que nos acerquemos un poco más hacia la curación de la enfermedad. Según el doctor Juan Luis Steegmann, hematólogo del Hospital de La Princesa de Madrid, “en cualquier cáncer, el objetivo es conseguir reducir la enfermedad al mínimo detectable o hacerla desaparecer. Con las leucemias tenemos la ventaja de poder medir ese resto de enfermedad de una forma muy precisa, de forma que ya habíamos obtenido respuestas moleculares completas en pacientes tratados con Glivec® en un 40% de los casos. Y, gracias a Tasigna se duplican y hasta se triplican estas respuestas en los pacientes con LMC.

“A pesar del corto seguimiento, -añade- Tasigna® ya se ha mostrado superior a Glivec® en lo que se refiere a la probabilidad de que la leucemia se transforme en leucemia aguda. Esta es una ventaja fundamental, hasta el punto que esperamos que el manejo de la enfermedad cambie de forma radical”. De hecho, en palabras de este experto, “para los pacientes, el tener una terapia que es el doble de eficaz que la estándar supone una ventaja difícil de adjetivar. Además, dado que el perfil de seguridad es al menos tan favorable como el del Glivec®, no tengo ninguna duda de que asigna® debe ser el preferido para tratar a los pacientes de nuevo diagnóstico”.

Según la doctora Eva López, directora médica de Novartis Oncology, “la autorización de la nueva indicación en primera línea se basa en datos de ensayos clínicos presentados en los últimos congresos internacionales de Hematología y Oncología, en los que se ha puesto de manifiesto que Tasigna® supera significativamente a Glivec® en la no progresión a fases avanzadas de la enfermedad en pacientes adultos con leucemia mieloide crónica, cromosoma Filadelfia positivo de nuevo diagnóstico (LMC Ph+) en fase crónica”. Se trata de resultados del Estudio ENESTnd, a 12 y 24 meses de seguimiento y que ha supuesto la primera comparación directa de estas dos terapias orales como tratamiento inicial para esta enfermedad maligna hematológica potencialmente mortal. La LMC es uno de los cuatro tipos más frecuentes de leucemia.

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