Rosen Todorov, búlgaro de 42 años, buscaba metales viejos y chatarra a orillas del río Danubio cuando encontró un tesoro de oro y bronce de más de cuatro mil años de antigüedad.
El tesoro estaba dentro de un jarro de cerámica que conteía pulseras y pendienes. Los restos ya se encuentran en el museo histórico regional, aunque según el diario "24 Chassa", Todorov intentó vender las piezas de manera ilegal a un grupo organizado.
La policía detectó el intento de venta y Todorov decidió donar al museo el tesoro y evitar así un proceso penal por robo de objetos arqueológicos.
Los expertos estiman que el valor del tesoro alcabza los 2 millones de dólares.