La administración Merkel se desgarra en medio de las disputas internas. Mientras la canciller es partidaria de que Alemania se implique al máximo en la ayuda a los socios europeos con problemas, el liberal Rösler –vicecanciller y ministro de Economía– capitanea el bando de los escépticos ante las ayudas, que dejan la puerta abierta incluso a que Grecia salga del euro.

► Sexta derrota del CDU

Las polémicas de la última semana, que han herido de gravedad al gobierno en pleno ecuador de la legislatura, tienen como actor principal a Wolfgang Schäuble (CDU), ministro de Finanzas, quien atacó frontalmente al vicecanciller por criticar las ayudas a Grecia. Schäuble desautorizó en público a Rösler, recordándole que el ministro de Finanzas es él, y que el titular de Economía no tiene competencias al respecto.

Para añadir una pizca de desorden al gran caos en que se ha convertido el gobierno de Berlín, saltó a la palestra Horst Seehofer, presidente de la CSU (partido hermano de la CDU en Baviera). Seehofer se puso del lado de Rösler y afirmó que “hay que llamar a las cosas por su nombre” y que “la salida de Grecia del euro es algo que se puede imaginar”.

El SPD hurga en la herida
El jefe de la oposición socialdemócrata, Sigmar Gabriel, no dejó pasar la oportunidad de criticar a la coalición y afirmó, en una entrevista al dominical del Frankfurter Allgemeine, que “cuando un gobierno no es capaz de actuar, entonces hay que someterse al mandato de las personas”, haciendo una referencia velada a la posibilidad de convocar elecciones anticipadas.

Por otro lado, la prensa refleja el difícil momento de la coalición en diferentes grados: Der Spiegel califica la situación en el gobierno como un "todos contra todos", Die Zeit destaca el "aviso" de Schäuble a Rösler y el Frankfurter Allgemeine Zeitung afirma que la postura de Rösler "no tiene vuelta atrás".