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La calidad solventó los problemas iniciales

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Comienza el verdadero camino hacia el oro continental. España se encontraba en la necesidad de disipar cualquier duda acerca de su juego. La Eslovenia, del fabuloso entrenador Maljovich, comenzó el encuentro apretando. Su carencia en el banquillo no pudo soportar la abrumadora desventaja de calidad respecto al combinado español. Juan Carlos Navarro espectacular.

La última ronda de un campeonato de estas características constituye habitualmente el momento donde los equipos deben mostrar su mejor artillería, establecer todo su potencial con el objeto de doblegar a su rival. Tras las dos primeras rondas del Eurobasket 2011, donde las sorpresas en el marco deportivo han brillado por su ausencia, España se volvía a ver las caras con Eslovenia (celebramos contra ellos dos partidos en las jornadas de preparación del torneo con sendas victorias). Las dudas en el juego español comenzaban a esfumarse después de las evidentes señales de superioridad contra equipos de la talla de Alemania, que centraba su juego de forma exagerada en su referencia: Nowisky, y la anfitriona: Lituania, que volvía a salir con miedo frente a una de sus peores pesadillas. El último partido no pudo ser objeto de gran análisis, debido a que Francia tenía la intención de perder el encuentro para evitar a Lituania en semifinales.

En resumen, ocho partidos que permiten vislumbrar un juego correcto por parte de la selección española, pero que aun está lejos de conferir un estilo que permita demostrar todo el potencial que reúne la elástica española. La defensa sigue constituyendo una asignatura pendiente. El cansancio era palpable entre los jugadores que más minutos han disputado en la cancha, resultado de la nefasta gestión propiciada por el señor Scariolo. A pesar de que en muchos encuentros el marcador reflejaba un +25 frente al equipo rival, el técnico reiteraba su política: dar minutos a los más característicos del equipo; vergonzoso cuando a falta de dos minutos para acabar el encuentro se disponía a dar minutos al “desconocido” Claver.

Sin más dilaciones, nos centramos en el análisis que podemos confeccionar sobre el encuentro disputado por la ÑBA contra Eslovenia.

Los entendidos de este deporte, conocemos de sobra el estilo que domina la pizarra del técnico esloveno: Maljovich. El entrenador de múltiples equipos ACB, como el Real Madrid o FC Barcelona, se caracteriza por un juego que permita a sus pupilos controlar el partido en todo momento a través de una defensa muy agresiva, y eso es lo que mostró en los primeros diez minutos del encuentro.

Sorpresa eslovena
En el primer cuarto, donde España salió excesivamente confiada o dicho de otra manera: muy relajada, sabedora de su superioridad, sobre todo en cuanto a sus reservas, la situación dio un vuelco espectacular. Con una defensa en zona de los eslovenos, España no sabía superar ese muro “infranqueable”, añadiéndole numerosas perdidas de balón en los primeros compases del encuentro. Además, la suerte no estaba de nuestro lado. Fallamos canastas, incluso acciones de Pau Gasol, que no podían ser concebidas. Ibaka, en sustitución de los Gasol, estaba muy desorientado, alejado de la zona baja de la zona, salía a recibir cerca de la línea de tres, por lo que su participación anotadora era nula; ¿dónde está ese jugador que todo el mundo esperaba? Los pequeños detalles, tan importantes en estos torneos, eran aniquilados por el juego español. La fuerte presión eslovena ahogaba notablemente el carácter ÑBA.

Todo esto en el plano ofensivo, pero en el defensivo la situación no podía ser tildada mejor. Como durante todo el campeonato, ha excepción de algún partido puntual, la defensa era blanda, se permitían fisuras donde los aleros eslovenos entraban a canasta con suma facilidad o abrían perfectamente el balón dificultando la tarea en rebote, donde España estuvo muy mal.

El fuerte despliegue táctico de Eslovenia, con un banquillo muy reducido en recursos, permitió que esta bajara en intensidad y España se acercara en el marcador.

El primer cuarto nos dejó a todos sorprendidos, nadie pensó que Eslovenia pudiera plantar cara de esa forma a nuestra selección.

La intensidad sufrió una rebaja considerable

La carencia de banquillo en el bando rival privó a los eslovenos de seguir plantando cara a una selección que comenzó a darse cuenta de su mediocridad durante los primeros minutos. La salida de nuevo de Rudy permitió a España unas conexiones impecables y conseguir volver a la senda del juego de calidad que solo puede ofrecer esta selección. Sin embargo, todavía estábamos renqueantes en cuanto a la velocidad, principalmente debido al cansancio, lo que nublaba nuestra claridad en el juego en algunos tramos del encuentro. Eslovenia comenzaba a entender que no podía contra España.

Tras el descanso, donde salió una España renovada, con un sensacional Navarro, el partido se puso muy fácil para los españoles. Eslovenia no sabía que hacer para reducir la sangría en el marcador en cuanto a la capacidad anotadora. El hecho de verse inferiores, junto con el juego agresivo imperante el los equipos de Maljovic, llevó a Udric a cometer una falta muy fea sobre Calderón que tuvo que ser atendido inmediatamente y que puede ser baja para el próximo partido de semifinales. Por este percance se produjo una pequeña tangana que solo hizo desmoralizar más a los rivales.
A partir del minuto cinco del tercer cuarto el partido se convirtió en un mero trámite. Los eslovenos fueron espectadores de la gran superioridad de los españoles.

En el apartado técnico resultado nefasto. Todavía sigue sin saber gestionar a sus jugadores y las jugadas elaboradas en ataque son muy raras, no realizaran un juego sencillo, sino que permiten unas fases muy extrañas.

Pero estamos en semifinales que es lo importante. Nos toca Macedonia, un quipo que me gustó mucho contra Lituania. Pesa a loas árbitros, la FIBA Y 14.000 gargantas lituanas, pudo convertirse en semifinalista. El combinado macedonio esta muy bien trabajado tácticamente por parte de su entrenador. España tiene calidad suficiente para superar este partido.
Hasta pronto.
Suerte a España.

La calidad solventó los problemas iniciales

Hugo Domínguez
viernes, 16 de septiembre de 2011, 14:42 h (CET)
Comienza el verdadero camino hacia el oro continental. España se encontraba en la necesidad de disipar cualquier duda acerca de su juego. La Eslovenia, del fabuloso entrenador Maljovich, comenzó el encuentro apretando. Su carencia en el banquillo no pudo soportar la abrumadora desventaja de calidad respecto al combinado español. Juan Carlos Navarro espectacular.

La última ronda de un campeonato de estas características constituye habitualmente el momento donde los equipos deben mostrar su mejor artillería, establecer todo su potencial con el objeto de doblegar a su rival. Tras las dos primeras rondas del Eurobasket 2011, donde las sorpresas en el marco deportivo han brillado por su ausencia, España se volvía a ver las caras con Eslovenia (celebramos contra ellos dos partidos en las jornadas de preparación del torneo con sendas victorias). Las dudas en el juego español comenzaban a esfumarse después de las evidentes señales de superioridad contra equipos de la talla de Alemania, que centraba su juego de forma exagerada en su referencia: Nowisky, y la anfitriona: Lituania, que volvía a salir con miedo frente a una de sus peores pesadillas. El último partido no pudo ser objeto de gran análisis, debido a que Francia tenía la intención de perder el encuentro para evitar a Lituania en semifinales.

En resumen, ocho partidos que permiten vislumbrar un juego correcto por parte de la selección española, pero que aun está lejos de conferir un estilo que permita demostrar todo el potencial que reúne la elástica española. La defensa sigue constituyendo una asignatura pendiente. El cansancio era palpable entre los jugadores que más minutos han disputado en la cancha, resultado de la nefasta gestión propiciada por el señor Scariolo. A pesar de que en muchos encuentros el marcador reflejaba un +25 frente al equipo rival, el técnico reiteraba su política: dar minutos a los más característicos del equipo; vergonzoso cuando a falta de dos minutos para acabar el encuentro se disponía a dar minutos al “desconocido” Claver.

Sin más dilaciones, nos centramos en el análisis que podemos confeccionar sobre el encuentro disputado por la ÑBA contra Eslovenia.

Los entendidos de este deporte, conocemos de sobra el estilo que domina la pizarra del técnico esloveno: Maljovich. El entrenador de múltiples equipos ACB, como el Real Madrid o FC Barcelona, se caracteriza por un juego que permita a sus pupilos controlar el partido en todo momento a través de una defensa muy agresiva, y eso es lo que mostró en los primeros diez minutos del encuentro.

Sorpresa eslovena
En el primer cuarto, donde España salió excesivamente confiada o dicho de otra manera: muy relajada, sabedora de su superioridad, sobre todo en cuanto a sus reservas, la situación dio un vuelco espectacular. Con una defensa en zona de los eslovenos, España no sabía superar ese muro “infranqueable”, añadiéndole numerosas perdidas de balón en los primeros compases del encuentro. Además, la suerte no estaba de nuestro lado. Fallamos canastas, incluso acciones de Pau Gasol, que no podían ser concebidas. Ibaka, en sustitución de los Gasol, estaba muy desorientado, alejado de la zona baja de la zona, salía a recibir cerca de la línea de tres, por lo que su participación anotadora era nula; ¿dónde está ese jugador que todo el mundo esperaba? Los pequeños detalles, tan importantes en estos torneos, eran aniquilados por el juego español. La fuerte presión eslovena ahogaba notablemente el carácter ÑBA.

Todo esto en el plano ofensivo, pero en el defensivo la situación no podía ser tildada mejor. Como durante todo el campeonato, ha excepción de algún partido puntual, la defensa era blanda, se permitían fisuras donde los aleros eslovenos entraban a canasta con suma facilidad o abrían perfectamente el balón dificultando la tarea en rebote, donde España estuvo muy mal.

El fuerte despliegue táctico de Eslovenia, con un banquillo muy reducido en recursos, permitió que esta bajara en intensidad y España se acercara en el marcador.

El primer cuarto nos dejó a todos sorprendidos, nadie pensó que Eslovenia pudiera plantar cara de esa forma a nuestra selección.

La intensidad sufrió una rebaja considerable

La carencia de banquillo en el bando rival privó a los eslovenos de seguir plantando cara a una selección que comenzó a darse cuenta de su mediocridad durante los primeros minutos. La salida de nuevo de Rudy permitió a España unas conexiones impecables y conseguir volver a la senda del juego de calidad que solo puede ofrecer esta selección. Sin embargo, todavía estábamos renqueantes en cuanto a la velocidad, principalmente debido al cansancio, lo que nublaba nuestra claridad en el juego en algunos tramos del encuentro. Eslovenia comenzaba a entender que no podía contra España.

Tras el descanso, donde salió una España renovada, con un sensacional Navarro, el partido se puso muy fácil para los españoles. Eslovenia no sabía que hacer para reducir la sangría en el marcador en cuanto a la capacidad anotadora. El hecho de verse inferiores, junto con el juego agresivo imperante el los equipos de Maljovic, llevó a Udric a cometer una falta muy fea sobre Calderón que tuvo que ser atendido inmediatamente y que puede ser baja para el próximo partido de semifinales. Por este percance se produjo una pequeña tangana que solo hizo desmoralizar más a los rivales.
A partir del minuto cinco del tercer cuarto el partido se convirtió en un mero trámite. Los eslovenos fueron espectadores de la gran superioridad de los españoles.

En el apartado técnico resultado nefasto. Todavía sigue sin saber gestionar a sus jugadores y las jugadas elaboradas en ataque son muy raras, no realizaran un juego sencillo, sino que permiten unas fases muy extrañas.

Pero estamos en semifinales que es lo importante. Nos toca Macedonia, un quipo que me gustó mucho contra Lituania. Pesa a loas árbitros, la FIBA Y 14.000 gargantas lituanas, pudo convertirse en semifinalista. El combinado macedonio esta muy bien trabajado tácticamente por parte de su entrenador. España tiene calidad suficiente para superar este partido.
Hasta pronto.
Suerte a España.

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El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
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