El vigente campeón no pudo estrenarse con una victoria en la máxima competición europea. Un despiste defensivo y una cabalgada de Pato pusieron el primer tanto de la Champions, pero el Barça se enchufó y Pedro y Villa, éste con un delicioso gol de falta, voltearon el marcador. Al final, la histórica escuadra milanesa se encontró con un tanto de Thiago Silva tras botar Seedorf un córner. Excesivo premio para los rossoneri ante un Barça que debió sentenciar.
| Ficha técnica | 2- F.C.Barcelona: Valdés (2); Alves (1), Mascherano (1), Busquets (1), Abidal (2); Keita (2), Xavi (2), Iniesta (2); Villa (3), Messi (3) y Pedro (2).
2– AC Milan: Abbiati (2); Abate (2), Thiago Silva (3), Nesta (3), Zambrotta (1); Nocerino (1), Seedorf (2), Van Bommel (1), Boateng (-); Pato (3) y Cassano (1).
Cambios: En los azulgranas Cesc Fábregas (2) por Iniesta (min.38), Puyol (1) por Keita (min.66) y Afellay (-) por Villa (min.83). En el conjunto italiano Ambrosini (1) por Boateng (min.33), Emanuelson (1) por Cassano (min.61) y Aquilani (-) por Van Bommel (min.77).
Goles: 0-1 Pato (min.1) ; 1-1 Pedro (min.35), 2-1 Villa (min.49), 2-2 Thiago Silva (min.90).
Árbitro: Martin Atkinson (ING) (2). En los locales mostró tarjeta a Villa (51'), Alves (69') y Puyol (90'), mientras que en los rossoneri amonestó a Van Bommel (17’) y Nesta (56').
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League. 89.861 espectadores en el Camp Nou. Terreno de juego en buenas condiciones. |
Datos destacables | Lo mejor: Champions Regresó la máxima competición europea con un auténtico partidazo.
Lo peor: Lesión de Iniesta El manchego tuvo que retirarse del terreno de juego por problemas físicos. Suerte Andrés.
El dato: Los goles de falta de Villa Según informa 2010Misterchip en su cuenta de Twitter, David Villa es el primer jugador español que marca dos goles de falta directa en toda la historia de la Champions. |
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Sergio Garcia / Enviado especial al Camp Nou
Para el estreno europeo y defender la corona, Pep Guardiola apostó por la ya conocida tripleta atacante MVP: Messi, Villa y Pedro. El flamante fichaje Cesc Fábregas fue suplente, por lo que el medio del campo estuvo formado por Keita y los directores Xavi e Iniesta. El gran capitán, Carles Puyol, partió desde el banco en detrimento de Busquets y Masche, que ejercieron como centrales.
Mientras tanto, Allegri, que firmaba un empate en territorio catalán de antemano, apostó por Pato y el mago Cassano para sorprender al vigente campeón. El técnico rossonero, además, reforzó la medular para cuestionar la posesión culé. De esta manera, clásicos como Seedorf o Van Bommel poblaron esa zona del campo en compañía de Boateng y Nocerino. Nesta y Thiago Silva, por su parte, comandaron la zaga.
Cuando apenas acabó de sonar el majestuoso himno de la Champions, con su consiguiente gallina de piel, Pato enfrió los ánimos de la Ciudad Condal al inaugurar el marcador a los veinte segundos de juego. El ariete brasileño aprovechó una pájara defensiva barcelonista para plantarse solo ante Valdés y batirle por bajo. La noche prometía.
El graderío, lejos de enfriarse, enchufó al equipo. Y éste respondió y acechó. Primero fue un centro de Alves que envenenó Zambrotta y al que respondió bien Abbiati, y posteriormente una llegada de Keita desde segunda línea. Villa y Messi también tuvieron sendas ocasiones de poner la igualada antes del cuarto de hora.
Entretanto, los errores defensivos, el perder todo balón dividido, condenó al sufrimiento en Can Barça. El segundo de los visitantes podía llegar. El choque era vistoso, abierto y precioso. El ex culé Mark van Bommel, tan querido tras lo acontecido en la final del pasado Mundial, prontó se cargó con una amarilla. Y fue Messi el encargado de estampar el cuero en la madera en el lanzamiento de falta posterior. El Guaje, minutos después, dibujó una soberbia volea desde el punto de penalti, pero su fusil se marchó rozando el larguero.
Los rossoneri se difuminaban con un decaído Seedorf y el Barça, mientras tanto, crecía en el césped. Messi dispuso de dos oportunidades más, pero en ambos intentos se encontró con magníficas intervenciones del meta rival. Se cumplía la media hora de juego y Boateng tenía que ser sustituido por lesión. A escena, Ambrosini. Asombro, aún juega.
Tras mucho intentarlo, al fin llegó la recompensa para los barceloneses. Messi se zafaba de dos defensores con una velocidad endiabla y su pase de la muerte supo cazarlo Pedro. Gol a placer del tinerfeño, que ponía las tablas en el luminoso. Antes del descanso, sin embargo, llegó una mala noticia para Pep Guardiola: iniesta se rompía. El manchego se vio obligado a abandonar el terreno de juego y su lugar lo ocupó Cesc Fábregas, que debutaba en Champions con la zamarra barcelonista.
Gol tempranero y KO final
El segundo tiempo no pudo empezar mejor. Villa, con un espectacular lanzamiento de falta, quitó las telarañas de la escuadra e instauró la locura en el estadio catalán. El Barça volteaba el marcador adverso y demostraba quien era el grande de Europa. A partir de entonces, con la tranquilidad de ir por delante, el Pep Team intentó sellar la victoria con un tercer tanto.
Ocasiones no faltaron. Incluso el Milan estuvo por la labor y apenas inquietó la victoria de los culés. Inoperante en ataque el conjunto de Massimiliano Allegri en el segundo tiempo. Guardiola dio entrada a Puyol, ya recuperado de su lesión, para asegurar la autoridad defensiva.
La intensidad y el juego decayeron fruto del cansancio de los jugadores. Además, los azulgranas se mostraban convencidos de la victoria y tampoco mostraron sus mejores credenciales en ataque. Apretaban, sí. Pero a conciencia y con cabeza, sin descuidar el esquema táctico y resguardándose de un más que improbable acercamiento italiano.
Y fruto de no cerrar el partido, aunque pareciera sentenciado, llegó lo impredecible. Y es que enfrente se encontraba el Milan, un club que expone los valores futbolísticos italianos a la máxima perfección. Los pupilos de Massimiliano Allegri se encontraron un córner de la nada y Thiago Silva enmudeció el Camp Nou imponiéndose por alto a los defensores locales. Gol en el tiempo de descuento y desconcierto. Volaban dos puntos en el estreno europeo. No se preocupen: esto no ha hecho más que empezar.