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Este sábado estará en la sala Luz de Gas de Barcelona

Mayte Martín: sobria, emotiva y trasgresora

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Escuchar a Mayte Martín tanto en su faceta de cantaora de flamenco como en su vertiente de cantante de boleros es todo un lujo para los amantes de la buena música. Este sábado en la sala Luz de Gas de Barcelona dará un concierto con el nombre de “Boleros y… otras canciones de amor”.

Allí estaremos pero antes hemos querido tomar un café con esta mujer que lleva cantando profesionalmente desde el año 1983 y que a lo largo de estos años ha paseado por los escenarios de infinidad de países su arte desarrollado con un cierto punto de elegancia, con sobriedad, honestidad y trasgrediendo todas las normas que hasta la fecha existían implícitas en el mundo del flamenco. A lo largo de su carrera profesional ha recibido infinidad de premios entre los que destacan en 1987 la “Lámpara Minera” del Concurso de las Minas de la población de la Unión y el premio Don Antonio Chacón en 1989 en el XII Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, pero tal vez su mejor cualidad, a parte de su voz, sea el no haberse traicionado nunca a si misma y a sus principios.

En 1996 grabaste un primer disco de boleros acompañada al piano por el maestro Tete Montoliu, ahora, algunos años más tarde este sábado 10 de Setiembre te subirás al escenario de Luz de Gas en Barcelona para interpretar toda una serie de boleros. ¿Qué es lo que podremos escuchar?

En el concierto que voy a cantar en Luz de Gas un tercio del repertorio son boleros que ya ha he grabado en mis discos anteriores y hay otros nuevos en mi repertorio que a lo largo del tiempo y poco a poco he ido añadiendo al mismo, cada año voy añadiendo cosas nuevas a mi repertorio.

Además de boleros, ¿escucharemos algún otro tipo de canciones?



En este concierto habrá boleros clásicos y también canciones de amor, algunos de los temas hasta ahora no los he cantado en ningún recital. Una vez al año procuro hacer un concierto de este tipo con el fin de encontrarme con mi gente, con el público bolerista de Barcelona y de cualquier parte de donde vengan. Cantaré boleros y baladas, canciones de amor que en algunos casos no son muy conocidas pero que en otros son estándares de todos los tiempos.

¿Grabarás un disco en directo durante esta actuación en Luz de Gas?

No, no está previsto. Llevaré como acompañamiento musical a una pianista cubana llamada Nelsa Baró, contrabajo, violín y dos percusiones, una formación muy latina y muy bolerista. Seguro que estos temas se terminarán grabando algún día, desde que grabé “Tiempo de amar” mi último disco de boleros han aparecido en mi repertorio catorce temas nuevos que no están grabados en ninguno de mis discos y en cualquier momento que me salga del corazón lo haré. No tengo ni prisa ni fe, no tengo prisa porque creo que las cosas ocurren en el momento en que han de ocurrir, no es necesario acelerar el paso del tiempo para nada, las cosas pasan de manera natural y siempre hay un momento en que es el momento de tomar una decisión desde el corazón y no desde la cabeza, lo de la fe tiene que ver con la situación actual del mundo de las discográficas y la industria musical, sólo la palabra “industria” aplicada al mundo de la música ya me parece horrorosa.

La afición a los boleros no es una cosa nueva en Mayte Martín, ya en el año 1996 grabó un elepé titulado precisamente “ Free Bolero” acompañada al piano por Tete Montoliu, ¿cómo se produjo vuestro encuentro?

Mucho antes de grabar el disco con Montoliu ya cantaba boleros, a los dieciocho años durante un tiempo estuve contratada cantando este tipo de canciones en una sala llamada precisamente “Bolero” que estaba en la esquina de Diagonal con Vía Augusta. A Tete Montoliu le conocí casualmente, por aquel entonces, 1993, una vez a la semana yo cantaba boleros en un club de jazz aquí en Barcelona y él acudió uno de esos días, me escuchó, hablamos y de allí salieron toda una serie de colaboraciones con actuaciones conjuntas que nos llevaron a grabar aquel primer disco mío de boleros.

Omara Portuondo es una de las voces de referencia en el mundo de la canción melódica y latina. Y esta voz privilegiada ha sido compañera de tú voz en un par de temas.

Omara me parece maravillosa, por eso la invité a que cantara un par de temas conmigo en el disco “Tiempo de amar”, se lo pedí porque realmente la admiro mucho, es una de las grandes cantantes de la música cubana, me fascina.

En los últimos fotogramas de la película “Bicicleta, cuchara, manzana” que narra la vida de Pasqual Maragall afectado por el Alzheimer suena la bulería “Procuro olvidarte” cantada por ti. ¿Elegiste tú el tema?

No, el mismo Maragall escogió esta canción de mi álbum “Tiempo de amar” para que apareciera en la banda sonora de la película. No supe que este tema aparecía en la película hasta que la misma se estrenó, me lo comentaba la gente por la calle y yo lo ignoraba, fue una bonita sorpresa. Me alegré y me emocioné mucho que se eligiera esta canción, es todo muy emotivo.

Hay cantantes que sienten la necesidad de sacar al mercado un disco cada año, Mayte Martín no forma parte de esta clase de artistas ¿Cuánto hace que no grabas un disco?



No mucho, el último es “Al cantar a Manuel” donde puse música a una serie de poemas del poeta malagueño Manuel Alcántara que dieron lugar a un espectáculo que estrenamos en la Bienal de Flamenco de Málaga y que después de pasar por diversos escenarios se convirtió en disco hace dos años.

Las casas discográficas desde hace ya algún tiempo están pasando por una profunda crisis económica, ya no se venden los discos como antaño y muchos cantantes se han visto abocados a producir sus propios discos para dar a conocer sus últimas creaciones.

Es lo que hice con mi último disco, una autoproducción, que al menos ha funcionado para poder hacer lo que me da la gana sin ninguna limitación ajena, afortunadamente como poco y sobrevivo contenta de que al menos hago lo que quiero y me gusta.

¿Preferías no hacer lo que quieres y tener una industria musical organizada?

No, si lo prefiriera lo habría hecho, si no tienes un sentido de la libertad tan acusado como yo lo tengo hay muchas más posibilidades, pero cuando le llevas la contraria al sistema y a los que tienen el mando y el poder eres muy molesta. Hay muchos lugares a los que sólo se accede dando un poco tu brazo a torcer, eso no me apetece hacerlo y cada día que pasa me apetece menos. Afortunadamente cada día estoy más convencida de lo que quiero y de lo que no. La contrapartida es que lo pagas caro.

En los conciertos se suele producir una comunión entre el artista que está sobre el escenario y el público que ha acudido a escucharle. ¿Tú tienes está percepción de comunicación desde arriba del escenario?

Absolutamente, es bastante inexplicable, es la magia que ocurre entre la persona que está en el escenario y los que bajo te están escuchando, es una comunicación maravillosa y mágica, la honestidad, la sinceridad es una cosa que comunica, impresiona y llega a todo el mundo, incluso a algunas personas les puede joder.
Una verdad va directa al corazón y ese es el único secreto, no hay otro. Un artista no debe hacer lo que la gente quiere, es al revés, es la gente la que tiene que conectar o no con lo que tú haces

¿Qué tipo de público te encuentras en tus conciertos?

Es alucinante la variedad de edades y de todo tipo entre el público que acude a mis recitales, , desde el veinteañero hippy hasta la señora mayor de ochenta años con su marido o con una amiga, para mi es maravilloso y precioso porque significa que la sensibilidad de la gente está por encima de las edades.

Un11 de Setembre Mayte Martín fue invitada a participar en el acto institucional que tuvo lugar en el Parc de la Ciutadella, aquello levantó alguna polvareda entre una parte del nacionalismo, pero al final Mayte interpretó acompañada a la guitarra una “Vidalita” y consiguió los aplausos del público sin que la sombra del boicot hiciera acto de presencia durante su actuación. ¿Cómo viviste aquellos momentos?

Fue una cosa muy bonita, cuando me llamaron lo primero que pregunté es si existía alguna condición especial como la de cantar en catalán, si yo hubiera salido allí cantando en catalán, cosa que hago en más de uno de mis conciertos porque puedo hacerlo y me encanta hacerlo, creo que hubiera sido una cosa falsa, me pregunto qué problema existe, si es que lo hay, en que yo, como catalana que soy cosa que llevó por bandera a todas partes, represente a Catalunya cantando flamenco en castellano, sería completamente absurdo y estoy orgullosa de ser catalana, siempre he ido a todas partes con mi flamenco diciendo que soy catalana cosa que en algún sitio me ha producido algún que otro problema y ha resultado contraproducente, por eso no tiene sentido que en mi tierra tenga que salir cantando en catalán para merecer ese lugar. Si me lo hubieran impuesto no lo hubiera aceptado de ninguna manera, decidí que allí, en aquel escenario, tenía que ser una catalana como la que soy y como hay muchos catalanes que aman su tierra y no se expresan musicalmente en catalán. Si yo hubiera sido una instrumentista qué hubiera pasado, en los instrumentos no hay lenguaje diferente.

Seguimos reflexionando sobre el tema ya que estos días en Catalunya se habla mucho sobre una sentencia del TSJC y de la inmersión lingüística en la educación, nos echamos unas risas sobre si un barrendero debe barrer en catalán o en castellano y Mayte nos sigue hablando de sus impresiones de aquel día y del lenguaje del flamenco.

Lamentablemente es una pena que esto pase en un país adelantado e inteligente, estamos dando pasos atrás, aquello para mi fue un reto muy bonito especialmente el que me lo pidieran. El flamenco se canta en castellano, aberraciones se pueden hacer muchas, cada lenguaje musical tiene una estética que hay que respetar y dentro de la estética de cualquier música está el idioma en que se canta, y el flamenco se canta en castellano, no nos inventemos lo que no puede ser, es querer hacer cosas originales a costa de que sean horrorosas, prefiero hacer cosas hermosas aunque no sean tan originales, se trata de hacer las cosas con armonía y coherencia.

¿Cómo eres a la hora de sentarte ante el papel en blanco y escribir una canción?



Procuro ser objetiva conmigo y con todos los demás, soy una persona exigente y si lo soy con los demás también lo tengo que ser conmigo. Forma parte del respeto que le tengo a la música, que es algo sagrado, y al público, que también lo es. Antes de lanzar a volar un tema y hacerlo accesible a la gente le doy ocho mil vueltas a la forma que toma lo que he sentido a la hora de sentarme a componer.

De no dedicarte a la canción ¿qué es lo que hubiera hecho?

Si no hubiera sido cantante me hubiera dedicado a algo que tuviese que ver con la creatividad, durante un tiempo me gustó mucho la fotografía, siempre me ha gustado hacer cosas creativas que me permitieran comunicar sensaciones y compartir, haría lo mismo que estoy haciendo con mis canciones pero por otra vía.

La SGAE lleva tiempo en el candelero antes por su empecinamiento en que todo el mundo pague el canon correspondiente y en los últimos tiempos por las acusaciones de fraude económico contra su cúpula dirigente. ¿Estás interesada en este tema que afecta a los creadores?

Me interesa, pero tampoco hurgo en detalles, me parece un horror como me lo parece cualquier otro fraude, parece que donde hay dinero detrás siempre hay fraude. No me he posicionado, pero no porque no me interese sino porque he tenido otras cosas en las que pensar y que me han ocupado emocionalmente durante estos meses. En algún momento me incorporaré y me enteraré un poco de lo que está pasando en esta cuestión

La crisis, excepto para cuatro privilegiados, está firmemente instalada en todas las instancias, ¿también en el mundo de la canción?

Hay menos actuaciones y han bajado los cachés, los programadores tienen menos dinero para programar con lo cual recortan los días de programación, los festivales son más cortos y tienen la mitad del dinero del que antes disponían, lo estamos notando mucho aunque yo al fin y al cabo suelo hacer un par de conciertos al mes pero los artistas que tenían un mayor volumen de trabajo seguro que lo han notado mucho más.

¿Has pensado en hacer más conciertos?

Si que quiero tener más trabajo pero desgraciadamente la forma de conseguirlo no tiene nada que ver con tu valía artística sino con otra serie de cosas por las que yo no quiero pasar, todavía están muchas programaciones en manos de programadores y hay mucho amiguismo y mucho tener que pasar por el aro que yo no quiero, no quiero pagar ese precio por tener más actuaciones.

¿Cómo son las relaciones con tus compañeros de profesión?

La verdad es que con gentes de la profesión no tengo una gran relación excepto con algunos como por ejemplo Poveda que cuando comenzaba venía a verme y un poco me podría considerar su madrina, tuvimos mucha relación, también con Marina Rosell, por mi manera de sentir el mundo de la música me siento un poco sola, no hay gente que viva la profesión como yo la vivo. Tengo una filosofía de vida que me lleva a hacer las cosas de una determinada manera tanto en el ámbito artístico como en el personal, no conozco prácticamente a nadie que sea así, son contadísimas las personas con las que poder compartir mi manera de ver las cosas, a lo mejor tengo más que ver con una persona que se dedique a otra profesión que con mis compañeros de la música. Me gusta compartir con personas con las que tomando un café tengamos cosas de las que hablar y que a las dos nos emocionen y nos digan lo mismo y esto no lo tengo con casi nadie, en mi pagina de Facebook muchas veces comparto cosas y opiniones con personas que nada tienen que ver con el arte, se forman debates importantes, tengo amigos artistas pero muy pocos. Gente pura la hay en todos los ámbitos pero en el ámbito del arte se ve mucho más cuando alguien no lo es, cuando alguien es mentira se ve descaradamente.



En casa no suelo escuchar mucha música, más que escuchar música me nutre mucho el silencio, colgarme y dejar volar libremente mi mente, no me gusta estar permanentemente recibiendo impulsos e información, procuro no llenarme siempre la cabeza de cosas y actividades, soy una persona muy tranquila y me gusta mucho el vacío. Soy así desde niña, me encerraba en mi habitación y mi madre de cuando en cuando tenía que entrar en la habitación para comprobar que seguía allí ya que no hacía ningún ruido, le parecía extraño y siempre me preguntaba si estaba bien, era una niña supertranquila

Con esta manera de ser y pensar no deben ser muchas las influencias externas que tengas a la hora de componer tus temas.

No, no las tengo, me abstraigo de manera inconsciente, para mí hacerlo es una necesidad tan perentoria como comer, cuando tengo que estar unas semanas muy activa me siento desnutrida, como fuera de mí y sin eje, y tengo ganas de volver a mi casa, a mi refugio y a mi abstracción

Muchos artistas antes de salir a escena cumplen con algún ritual llamando a la suerte, ¿tienes alguna forma especial de prepararte instantes antes de pisar el escenario?

No, no me abstraigo antes de salir a escena, no tengo ningún ritual especial, a lo mejor dos minutos antes de salir al escenario estamos contando chistes con los músicos entre bastidores, estoy segura de lo que hago y por eso no tengo nervios antes de salir a escena, me tomo los recitales como un encuentro con mi gente por lo que no me hace falta ninguna pose ni ningún disfraz, jamás he sentido eso que llaman miedo escénico, ni tan siquiera cuando a los diez años me subí por primera vez a un escenario para cantar palos muy duros del flamenco como peteneras o soleás.

Desde hace tiempo eres el referente del llamado “flamenco catalán” , hoy las cosas son más fáciles pero seguro que en tus comienzos no debió ser de esta manera tanto en Catalunya como en Andalucía.

Era muy difícil, yo era una rareza que no se sabía muy bien donde ubicar, cuando me iba a Andalucía era todavía más difícil, no entendían quien era yo y les extrañaba especialmente cómo iba vestida, tan alejada de las flamencas al uso, allí ya tenían la idea preconcebida de cómo debía ser una cantante de flamenco y yo rompía todos los esquemas, era y soy distinta en todo.

Este sábado en Luz de Gas escucharemos boleros y baladas de amor, el flamenco se queda para otra ocasión, ¿has mezclado alguna vez ambos estilos en un mismo recital?

Lo he mezclado alguna vez como en el espectáculo “Mis treinta años de amor al arte”, un concierto que estrené en el Palau de la Música y que repetimos en unas pocas ocasiones más, pero dejé de hacerlo porque es un cambio de chip demasiado inmediato, flamenco y boleros en un mismo concierto era un coitus interruptus, es extraño conjugar ambos estilos en un mismo espectáculo.

La entrevista está llegando a su final y preguntamos a Mayte Martín por si tiene ya sucesor o sucesora para cuando decida retirarse de la canción aunque esperamos que esto tarde muchos años en producirse.

Nunca me han preguntado esto, hay gente joven con potencial y tiene la materia prima para cantar bonito y hacer cosas buenas pero más importante que esto si yo tuviese que dejar en herencia algo mío a la gente que ahora comienza no querría dejarles mi estilo en la forma de cantar, quisiera dejar en herencia mi filosofía, mi verdad, si alguien quiere imitarme me gustaría que me imitará en esto, en la firmeza en hacer las cosas bien hechas y con la verdad del trabajo bien hecho por delante. Al final da igual la forma que tome el trabajo que haces, lo verdaderamente importante es que tú seas de verdad, que es lo que mas feliz me hace.

Este sábado Luz de Gas se vestirá de gala para recibir a Mayte Martín y sus canciones de amor una prueba de la versatilidad de esta mujer que comenzó siendo más conocida por sus cantes flamencos que por sus temas románticos. Seguro que Mayte estará rodeada de su gente, como a ella le gusta considerar al público que acude a sus recitales, y que todos disfrutaremos de estos boleros y otras canciones de amor que la bien timbrada voz de la cantante desgranará a lo largo de la noche. Nosotros para hacer boca escuchamos la voz de Mayte cantando “Paraules d’Amor” de Serrat, una de las mejores canciones de amor que se han escrito.

Mayte Martín: sobria, emotiva y trasgresora

Este sábado estará en la sala Luz de Gas de Barcelona
Teresa Berengueras y Rafa Esteve-Casanova
viernes, 9 de septiembre de 2011, 07:31 h (CET)


Escuchar a Mayte Martín tanto en su faceta de cantaora de flamenco como en su vertiente de cantante de boleros es todo un lujo para los amantes de la buena música. Este sábado en la sala Luz de Gas de Barcelona dará un concierto con el nombre de “Boleros y… otras canciones de amor”.

Allí estaremos pero antes hemos querido tomar un café con esta mujer que lleva cantando profesionalmente desde el año 1983 y que a lo largo de estos años ha paseado por los escenarios de infinidad de países su arte desarrollado con un cierto punto de elegancia, con sobriedad, honestidad y trasgrediendo todas las normas que hasta la fecha existían implícitas en el mundo del flamenco. A lo largo de su carrera profesional ha recibido infinidad de premios entre los que destacan en 1987 la “Lámpara Minera” del Concurso de las Minas de la población de la Unión y el premio Don Antonio Chacón en 1989 en el XII Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, pero tal vez su mejor cualidad, a parte de su voz, sea el no haberse traicionado nunca a si misma y a sus principios.

En 1996 grabaste un primer disco de boleros acompañada al piano por el maestro Tete Montoliu, ahora, algunos años más tarde este sábado 10 de Setiembre te subirás al escenario de Luz de Gas en Barcelona para interpretar toda una serie de boleros. ¿Qué es lo que podremos escuchar?

En el concierto que voy a cantar en Luz de Gas un tercio del repertorio son boleros que ya ha he grabado en mis discos anteriores y hay otros nuevos en mi repertorio que a lo largo del tiempo y poco a poco he ido añadiendo al mismo, cada año voy añadiendo cosas nuevas a mi repertorio.

Además de boleros, ¿escucharemos algún otro tipo de canciones?



En este concierto habrá boleros clásicos y también canciones de amor, algunos de los temas hasta ahora no los he cantado en ningún recital. Una vez al año procuro hacer un concierto de este tipo con el fin de encontrarme con mi gente, con el público bolerista de Barcelona y de cualquier parte de donde vengan. Cantaré boleros y baladas, canciones de amor que en algunos casos no son muy conocidas pero que en otros son estándares de todos los tiempos.

¿Grabarás un disco en directo durante esta actuación en Luz de Gas?

No, no está previsto. Llevaré como acompañamiento musical a una pianista cubana llamada Nelsa Baró, contrabajo, violín y dos percusiones, una formación muy latina y muy bolerista. Seguro que estos temas se terminarán grabando algún día, desde que grabé “Tiempo de amar” mi último disco de boleros han aparecido en mi repertorio catorce temas nuevos que no están grabados en ninguno de mis discos y en cualquier momento que me salga del corazón lo haré. No tengo ni prisa ni fe, no tengo prisa porque creo que las cosas ocurren en el momento en que han de ocurrir, no es necesario acelerar el paso del tiempo para nada, las cosas pasan de manera natural y siempre hay un momento en que es el momento de tomar una decisión desde el corazón y no desde la cabeza, lo de la fe tiene que ver con la situación actual del mundo de las discográficas y la industria musical, sólo la palabra “industria” aplicada al mundo de la música ya me parece horrorosa.

La afición a los boleros no es una cosa nueva en Mayte Martín, ya en el año 1996 grabó un elepé titulado precisamente “ Free Bolero” acompañada al piano por Tete Montoliu, ¿cómo se produjo vuestro encuentro?

Mucho antes de grabar el disco con Montoliu ya cantaba boleros, a los dieciocho años durante un tiempo estuve contratada cantando este tipo de canciones en una sala llamada precisamente “Bolero” que estaba en la esquina de Diagonal con Vía Augusta. A Tete Montoliu le conocí casualmente, por aquel entonces, 1993, una vez a la semana yo cantaba boleros en un club de jazz aquí en Barcelona y él acudió uno de esos días, me escuchó, hablamos y de allí salieron toda una serie de colaboraciones con actuaciones conjuntas que nos llevaron a grabar aquel primer disco mío de boleros.

Omara Portuondo es una de las voces de referencia en el mundo de la canción melódica y latina. Y esta voz privilegiada ha sido compañera de tú voz en un par de temas.

Omara me parece maravillosa, por eso la invité a que cantara un par de temas conmigo en el disco “Tiempo de amar”, se lo pedí porque realmente la admiro mucho, es una de las grandes cantantes de la música cubana, me fascina.

En los últimos fotogramas de la película “Bicicleta, cuchara, manzana” que narra la vida de Pasqual Maragall afectado por el Alzheimer suena la bulería “Procuro olvidarte” cantada por ti. ¿Elegiste tú el tema?

No, el mismo Maragall escogió esta canción de mi álbum “Tiempo de amar” para que apareciera en la banda sonora de la película. No supe que este tema aparecía en la película hasta que la misma se estrenó, me lo comentaba la gente por la calle y yo lo ignoraba, fue una bonita sorpresa. Me alegré y me emocioné mucho que se eligiera esta canción, es todo muy emotivo.

Hay cantantes que sienten la necesidad de sacar al mercado un disco cada año, Mayte Martín no forma parte de esta clase de artistas ¿Cuánto hace que no grabas un disco?



No mucho, el último es “Al cantar a Manuel” donde puse música a una serie de poemas del poeta malagueño Manuel Alcántara que dieron lugar a un espectáculo que estrenamos en la Bienal de Flamenco de Málaga y que después de pasar por diversos escenarios se convirtió en disco hace dos años.

Las casas discográficas desde hace ya algún tiempo están pasando por una profunda crisis económica, ya no se venden los discos como antaño y muchos cantantes se han visto abocados a producir sus propios discos para dar a conocer sus últimas creaciones.

Es lo que hice con mi último disco, una autoproducción, que al menos ha funcionado para poder hacer lo que me da la gana sin ninguna limitación ajena, afortunadamente como poco y sobrevivo contenta de que al menos hago lo que quiero y me gusta.

¿Preferías no hacer lo que quieres y tener una industria musical organizada?

No, si lo prefiriera lo habría hecho, si no tienes un sentido de la libertad tan acusado como yo lo tengo hay muchas más posibilidades, pero cuando le llevas la contraria al sistema y a los que tienen el mando y el poder eres muy molesta. Hay muchos lugares a los que sólo se accede dando un poco tu brazo a torcer, eso no me apetece hacerlo y cada día que pasa me apetece menos. Afortunadamente cada día estoy más convencida de lo que quiero y de lo que no. La contrapartida es que lo pagas caro.

En los conciertos se suele producir una comunión entre el artista que está sobre el escenario y el público que ha acudido a escucharle. ¿Tú tienes está percepción de comunicación desde arriba del escenario?

Absolutamente, es bastante inexplicable, es la magia que ocurre entre la persona que está en el escenario y los que bajo te están escuchando, es una comunicación maravillosa y mágica, la honestidad, la sinceridad es una cosa que comunica, impresiona y llega a todo el mundo, incluso a algunas personas les puede joder.
Una verdad va directa al corazón y ese es el único secreto, no hay otro. Un artista no debe hacer lo que la gente quiere, es al revés, es la gente la que tiene que conectar o no con lo que tú haces

¿Qué tipo de público te encuentras en tus conciertos?

Es alucinante la variedad de edades y de todo tipo entre el público que acude a mis recitales, , desde el veinteañero hippy hasta la señora mayor de ochenta años con su marido o con una amiga, para mi es maravilloso y precioso porque significa que la sensibilidad de la gente está por encima de las edades.

Un11 de Setembre Mayte Martín fue invitada a participar en el acto institucional que tuvo lugar en el Parc de la Ciutadella, aquello levantó alguna polvareda entre una parte del nacionalismo, pero al final Mayte interpretó acompañada a la guitarra una “Vidalita” y consiguió los aplausos del público sin que la sombra del boicot hiciera acto de presencia durante su actuación. ¿Cómo viviste aquellos momentos?

Fue una cosa muy bonita, cuando me llamaron lo primero que pregunté es si existía alguna condición especial como la de cantar en catalán, si yo hubiera salido allí cantando en catalán, cosa que hago en más de uno de mis conciertos porque puedo hacerlo y me encanta hacerlo, creo que hubiera sido una cosa falsa, me pregunto qué problema existe, si es que lo hay, en que yo, como catalana que soy cosa que llevó por bandera a todas partes, represente a Catalunya cantando flamenco en castellano, sería completamente absurdo y estoy orgullosa de ser catalana, siempre he ido a todas partes con mi flamenco diciendo que soy catalana cosa que en algún sitio me ha producido algún que otro problema y ha resultado contraproducente, por eso no tiene sentido que en mi tierra tenga que salir cantando en catalán para merecer ese lugar. Si me lo hubieran impuesto no lo hubiera aceptado de ninguna manera, decidí que allí, en aquel escenario, tenía que ser una catalana como la que soy y como hay muchos catalanes que aman su tierra y no se expresan musicalmente en catalán. Si yo hubiera sido una instrumentista qué hubiera pasado, en los instrumentos no hay lenguaje diferente.

Seguimos reflexionando sobre el tema ya que estos días en Catalunya se habla mucho sobre una sentencia del TSJC y de la inmersión lingüística en la educación, nos echamos unas risas sobre si un barrendero debe barrer en catalán o en castellano y Mayte nos sigue hablando de sus impresiones de aquel día y del lenguaje del flamenco.

Lamentablemente es una pena que esto pase en un país adelantado e inteligente, estamos dando pasos atrás, aquello para mi fue un reto muy bonito especialmente el que me lo pidieran. El flamenco se canta en castellano, aberraciones se pueden hacer muchas, cada lenguaje musical tiene una estética que hay que respetar y dentro de la estética de cualquier música está el idioma en que se canta, y el flamenco se canta en castellano, no nos inventemos lo que no puede ser, es querer hacer cosas originales a costa de que sean horrorosas, prefiero hacer cosas hermosas aunque no sean tan originales, se trata de hacer las cosas con armonía y coherencia.

¿Cómo eres a la hora de sentarte ante el papel en blanco y escribir una canción?



Procuro ser objetiva conmigo y con todos los demás, soy una persona exigente y si lo soy con los demás también lo tengo que ser conmigo. Forma parte del respeto que le tengo a la música, que es algo sagrado, y al público, que también lo es. Antes de lanzar a volar un tema y hacerlo accesible a la gente le doy ocho mil vueltas a la forma que toma lo que he sentido a la hora de sentarme a componer.

De no dedicarte a la canción ¿qué es lo que hubiera hecho?

Si no hubiera sido cantante me hubiera dedicado a algo que tuviese que ver con la creatividad, durante un tiempo me gustó mucho la fotografía, siempre me ha gustado hacer cosas creativas que me permitieran comunicar sensaciones y compartir, haría lo mismo que estoy haciendo con mis canciones pero por otra vía.

La SGAE lleva tiempo en el candelero antes por su empecinamiento en que todo el mundo pague el canon correspondiente y en los últimos tiempos por las acusaciones de fraude económico contra su cúpula dirigente. ¿Estás interesada en este tema que afecta a los creadores?

Me interesa, pero tampoco hurgo en detalles, me parece un horror como me lo parece cualquier otro fraude, parece que donde hay dinero detrás siempre hay fraude. No me he posicionado, pero no porque no me interese sino porque he tenido otras cosas en las que pensar y que me han ocupado emocionalmente durante estos meses. En algún momento me incorporaré y me enteraré un poco de lo que está pasando en esta cuestión

La crisis, excepto para cuatro privilegiados, está firmemente instalada en todas las instancias, ¿también en el mundo de la canción?

Hay menos actuaciones y han bajado los cachés, los programadores tienen menos dinero para programar con lo cual recortan los días de programación, los festivales son más cortos y tienen la mitad del dinero del que antes disponían, lo estamos notando mucho aunque yo al fin y al cabo suelo hacer un par de conciertos al mes pero los artistas que tenían un mayor volumen de trabajo seguro que lo han notado mucho más.

¿Has pensado en hacer más conciertos?

Si que quiero tener más trabajo pero desgraciadamente la forma de conseguirlo no tiene nada que ver con tu valía artística sino con otra serie de cosas por las que yo no quiero pasar, todavía están muchas programaciones en manos de programadores y hay mucho amiguismo y mucho tener que pasar por el aro que yo no quiero, no quiero pagar ese precio por tener más actuaciones.

¿Cómo son las relaciones con tus compañeros de profesión?

La verdad es que con gentes de la profesión no tengo una gran relación excepto con algunos como por ejemplo Poveda que cuando comenzaba venía a verme y un poco me podría considerar su madrina, tuvimos mucha relación, también con Marina Rosell, por mi manera de sentir el mundo de la música me siento un poco sola, no hay gente que viva la profesión como yo la vivo. Tengo una filosofía de vida que me lleva a hacer las cosas de una determinada manera tanto en el ámbito artístico como en el personal, no conozco prácticamente a nadie que sea así, son contadísimas las personas con las que poder compartir mi manera de ver las cosas, a lo mejor tengo más que ver con una persona que se dedique a otra profesión que con mis compañeros de la música. Me gusta compartir con personas con las que tomando un café tengamos cosas de las que hablar y que a las dos nos emocionen y nos digan lo mismo y esto no lo tengo con casi nadie, en mi pagina de Facebook muchas veces comparto cosas y opiniones con personas que nada tienen que ver con el arte, se forman debates importantes, tengo amigos artistas pero muy pocos. Gente pura la hay en todos los ámbitos pero en el ámbito del arte se ve mucho más cuando alguien no lo es, cuando alguien es mentira se ve descaradamente.



En casa no suelo escuchar mucha música, más que escuchar música me nutre mucho el silencio, colgarme y dejar volar libremente mi mente, no me gusta estar permanentemente recibiendo impulsos e información, procuro no llenarme siempre la cabeza de cosas y actividades, soy una persona muy tranquila y me gusta mucho el vacío. Soy así desde niña, me encerraba en mi habitación y mi madre de cuando en cuando tenía que entrar en la habitación para comprobar que seguía allí ya que no hacía ningún ruido, le parecía extraño y siempre me preguntaba si estaba bien, era una niña supertranquila

Con esta manera de ser y pensar no deben ser muchas las influencias externas que tengas a la hora de componer tus temas.

No, no las tengo, me abstraigo de manera inconsciente, para mí hacerlo es una necesidad tan perentoria como comer, cuando tengo que estar unas semanas muy activa me siento desnutrida, como fuera de mí y sin eje, y tengo ganas de volver a mi casa, a mi refugio y a mi abstracción

Muchos artistas antes de salir a escena cumplen con algún ritual llamando a la suerte, ¿tienes alguna forma especial de prepararte instantes antes de pisar el escenario?

No, no me abstraigo antes de salir a escena, no tengo ningún ritual especial, a lo mejor dos minutos antes de salir al escenario estamos contando chistes con los músicos entre bastidores, estoy segura de lo que hago y por eso no tengo nervios antes de salir a escena, me tomo los recitales como un encuentro con mi gente por lo que no me hace falta ninguna pose ni ningún disfraz, jamás he sentido eso que llaman miedo escénico, ni tan siquiera cuando a los diez años me subí por primera vez a un escenario para cantar palos muy duros del flamenco como peteneras o soleás.

Desde hace tiempo eres el referente del llamado “flamenco catalán” , hoy las cosas son más fáciles pero seguro que en tus comienzos no debió ser de esta manera tanto en Catalunya como en Andalucía.

Era muy difícil, yo era una rareza que no se sabía muy bien donde ubicar, cuando me iba a Andalucía era todavía más difícil, no entendían quien era yo y les extrañaba especialmente cómo iba vestida, tan alejada de las flamencas al uso, allí ya tenían la idea preconcebida de cómo debía ser una cantante de flamenco y yo rompía todos los esquemas, era y soy distinta en todo.

Este sábado en Luz de Gas escucharemos boleros y baladas de amor, el flamenco se queda para otra ocasión, ¿has mezclado alguna vez ambos estilos en un mismo recital?

Lo he mezclado alguna vez como en el espectáculo “Mis treinta años de amor al arte”, un concierto que estrené en el Palau de la Música y que repetimos en unas pocas ocasiones más, pero dejé de hacerlo porque es un cambio de chip demasiado inmediato, flamenco y boleros en un mismo concierto era un coitus interruptus, es extraño conjugar ambos estilos en un mismo espectáculo.

La entrevista está llegando a su final y preguntamos a Mayte Martín por si tiene ya sucesor o sucesora para cuando decida retirarse de la canción aunque esperamos que esto tarde muchos años en producirse.

Nunca me han preguntado esto, hay gente joven con potencial y tiene la materia prima para cantar bonito y hacer cosas buenas pero más importante que esto si yo tuviese que dejar en herencia algo mío a la gente que ahora comienza no querría dejarles mi estilo en la forma de cantar, quisiera dejar en herencia mi filosofía, mi verdad, si alguien quiere imitarme me gustaría que me imitará en esto, en la firmeza en hacer las cosas bien hechas y con la verdad del trabajo bien hecho por delante. Al final da igual la forma que tome el trabajo que haces, lo verdaderamente importante es que tú seas de verdad, que es lo que mas feliz me hace.

Este sábado Luz de Gas se vestirá de gala para recibir a Mayte Martín y sus canciones de amor una prueba de la versatilidad de esta mujer que comenzó siendo más conocida por sus cantes flamencos que por sus temas románticos. Seguro que Mayte estará rodeada de su gente, como a ella le gusta considerar al público que acude a sus recitales, y que todos disfrutaremos de estos boleros y otras canciones de amor que la bien timbrada voz de la cantante desgranará a lo largo de la noche. Nosotros para hacer boca escuchamos la voz de Mayte cantando “Paraules d’Amor” de Serrat, una de las mejores canciones de amor que se han escrito.

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