Los estilismos de los filmes de Almodóvar son un personaje más que impregna de carácter propio los frames y que declaran mucho más que solamente la prenda en sí misma. Con la excusa de su nueva película, La Piel que Habito, haremos un repaso a sus vestuarios más inolvidables y que pertenecen ya a nuestro imaginario.
Inolvidable Assumpta Serna en una de sus primeras películas, Matador, en la que encargó el vestuario a Francis Montesinos, con ese vestido rojo sangre inspirado en un capote. Un color que siempre otorga a personajes característicos, para darle más fuerza, más pasión. No olvidemos de qué color vestía Miguel Bosé en su mítica escena en Tacones Lejanos en su papel de juez Domínguez de día y Femme Letal de noche. O como predominaba en el personaje desgarrador de Huma Rojo, interpretada por Marisa Paredes.
A la izquierda Miguel Bosé en Tacones Lejanos / A la derecha Marisa Paredes en el papel de Huma Rojo
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| Julieta Serrano
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También era el color dominante en Rossy de Palma y Carmen Maura en “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, película repleta de fetiches, como los míticos pendientes-cafetera de María Barranco. En ella actúan un espléndido elenco de mujeres, como Julieta Serrano, que luce modelitos sesenteros y pelucones. Cuándo le preguntan si es necesario que siga vistiendo así (a pesar de estar en la mediana edad y viviendo a finales de los 80), ella responde que “esto no me hará volver al pasado, pero me hace sentir como antes”. Poco más hace falta para perfilar y conocer a este personaje. Y eso consigue Pedro, que su vestuario, forme parte de él.
Imagen de Mujeres al borde de un ataque de nervios
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| Andrea Carcortada
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En Kika, una “casi comedia” (cómo el propio Pedro la describe) fueron Versace y Jean Paul Gaultier los que se encargaron de realizar parte del vestuario. Andrea Caracortada, descarnada periodista y directora de un programa de televisión, es el personaje antagonista, enfundada en modelitos de Gaultier, donde siempre destaca sus pechos. El diseñador siempre ha tenido fijación en su ropa por este atributo, recuerden los corsés noventeros que Madonna llevaba en sus conciertos.
Andrea, interpretada por Victoria Abril, es un personaje deshumanizado y frívolo, que representa los medios de comunicación y se comunica, siempre en su imaginación, con la audiencia. En una de las secuencias, lleva su cámara adherida a un casco y todo su equipo con ella: sería capaz de arrancarse las entrañas por competir con los programas de sucesos. Este diseñador ha trabajado otras veces con Pedro, también firmó el vestuario de La mala educación y lo ha vuelto a hacer en La piel que habito, junto a Paco Delgado.
En Tacones lejanos, la actriz vestía unos característicos trajes de Chanel. Su madre en la película, Marisa Paredes, de Armani. Una película que habla de culpabilidad y que no juzga a los personajes, pero que sobre todo es, una película en la que las actrices son las absolutas protagonistas. Incluyendo su atuendo, que destila sofisticación y esconde culpa. Rebeca (Victoria Abril) intentaba acercarse a su madre, Becky del Páramo (Marisa Paredes) vistiendo como ella, maquillándose igual. El enfrentamiento por el mismo hombre salpica de rojo pasión sus trajes sastre de alta costura. Una de las películas españolas con el mejor vestuario de la historia.
Dos planos de la película Tacones lejanos con trajes de Chanel y Armani
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Almodóvar realiza, junto a su vestuario, fotografías perfectas en las que cuida todos los elementos. El director elige bien sus escenarios y su estética. En La mala educación se desplazaron hasta el barrio de Benimaclet en Valencia para grabar una escena de la fachada de una casa. Éstos cuidados detalles pertenecen al engranaje de las películas de Pedro. Una meticulosidad que hace que sus películas no se olviden con el tiempo, sino que ganen y perduren en la memoria del espectador. Cada escenario, vestido y diálogo forman una perfecta sincronía en sus películas, que terminan de perfilarse con una banda sonora y un cartel también acorde. Así es Pedro.