Ahora los sindicatos ponen el grito en el cielo ante la reforma anunciada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. ¡Oh, benditos sean! que se han enterado que el sistema educativo en España existe.
Como maestro hace tiempo que los sindicatos me tienen hastiado por su poca movilidad y su crítica interesada según el color político. Hace años que andan anclados en un discurso repetitivo centrado en los barracones y en la demanda de mejoras, pero sin concretar ninguna. Cada reforma que se emprende en España es un retroceso del sistema educativo, según dicen, pero ellos bien callan ante la lluvia de subvenciones que reciben del Gobierno Central.
La verdad, es que a estas alturas con la bajada salarial, los recortes en el sistema para cubrir bajas, la congelación de las oposiciones, la falta de recursos materiales y la merma en el horario de los especialistas, cualquier medida que adopte un Ejecutivo con la intención de ahorrar me parece buena. Y que quede claro, al menos espero que la rueda de interinos para cubrir las plazas vacantes, las bajas y las habilitaciones se lleven a cabo. Lo siento, pero no entiendo el cabreo sindical, a mi hace tiempo que me repatea la Consejería de Educación pero también la complicidad sindical.
Las dos horas no son una merma en la educación de los niños. Yo puedo dar ejemplos de centros en los que los profesores no sólo impartimos clase fuera de nuestro horario lectivo, sino que a la vez, las damos en barracones, montamos aulas en el pasillo, en el hall de acceso al centro o incluso, agrupamos niveles.
Por otro lado, creo que si la ampliación horaria que pretende la Presidenta de la Comunidad de Madrid es legal y, está recogida en la ley, pues adelante, sino para que han esperado tanto tiempo los sindicatos en manifestarse. Todo ello se podría haber demandado y negociado en anteriores convenios, pero la prioridad es obtener la subvención sindical acorde al número de votos que han conseguido tras las elecciones.
Sería un detalle por parte de los sindicatos, que explicasen como se organizan los liberados sindicales, los cursos de formación, su sistema de dietas al participar en manifestaciones o concentraciones, etc. Puede que romper el sistema de favoritismos en el que algunos sindicatos vive también mejoraría el sistema educativo.
Mientras tanto, saben ustedes ¿qué perjudica la educación de este país? Las constantes reformas en nuestro sistema educativo y el silencio cómplice de los sindicatos. Así que, ahora tenemos lo que nos merecemos, la bajada salarial, la ampliación horaria, e igual el verano que viene tenemos clase en julio, todo por salir de la crisis.