El aplastante debut liguero de Real Madrid y Barcelona permite vislumbrar por tercer año consecutivo una liga que llevará al campeón a más de 90 puntos y que posiblemente se decida en los dos enfrentamientos entre ambos conjuntos.
Real Madrid y Barcelona por un lado y el resto del mundo por otro. Este es el análisis que se puede extraer después del inicio de la Liga BBVA. Los dos mejores equipos del mundo pasando por encima de cualquier rival que se le ponga por delante en la competición doméstica.
Estamos ante una versión mejorada de ambos conjuntos respecto a la temporada pasada. Los fichajes de Alexis y Fábregas dotan a Pep Guardiola de un mayor abanico de posibilidades para destrozar al rival. Mientras, el Real Madrid de Mourinho demuestra ser una máquina letal. Ningún equipo en España parece capaz de parar a ninguno de los dos, recordándonos en exceso al binomio que forman los dos conjuntos de Glasgow, Celtic y Rangers.
Atrás quedaron los años donde Valencia, Deportivo, Sevilla o Atlético luchaban por ganar la Liga. O donde Alavés y Rayo Vallecano se colaban en competición europea y eran capaces de vencer a grandes de Europa. Hoy todo se resume a Real Madrid y Barcelona.
Son muchos los aficionados al fútbol que desean volver a disfrutar de una liga disputada, y no de otra en la que se saca 30 puntos al tercer clasificado. Sin embargo, esta diferencia es fruto de los intereses tanto de la LFP como de los operadores televisivos. Ahí está el gran problema: ¿Qué vende más en el extranjero, una lucha feroz entre los eternos rivales o una competición en la que pelean equipos desconocidos fuera de nuestras fronteras? ¿Por qué la distribución del dinero de los derechos televisivos es tan diferente por ejemplo respecto a la Premier League?
En estas dos respuestas está la clave por la que la Liga BBVA es tan bipolar a día de hoy. Y no tiene visos de solucionarse hasta la temporada 2014, cuando entre en vigor el reglamento del juego limpio financiero, donde los gastos deberán ser proporcionales a los ingresos. Para entonces, la fuerza de Real Madrid y Barcelona será tan potente que seguirán repartiéndose todo el pastel dentro y seguramente también en Europa.