Parece que la controversia y el espectáculo en la Liga española de fútbol no cesa. Tras solventar y llegar a un acuerdo para que comience la temporada teniendo a todos contentos, otro nuevo “problema” asola al mundo del fútbol.

La “primera” jornada tanto de primera como de segunda división se ha asomado este fin de semana a la televisión para que todos los seguidores de este deporte puedan disfrutar del espectáculo. Y sí, puntualizo en la televisión, ya que a lo que hemos vivido estos días en el mundo de las ondas no tiene nombre.

Ahora parece que lo de recaudar dinero de cualquier sitio se ha puesto de moda. La LFP, como no podía ser menos, también se ha subido al carro y ha decidido abrir bien el bolsillo y exprimir a las emisoras. Pagar un canon entre 1 y 3 millones de euros, es el concepto que está levantando tanta controversia y el culpable de esta nueva revolución.

La Asociación Española de Radiodifusión Comercial ha plantado cara al problema. Las emisoras no están dispuestas a pagar esta rocambolesca e indecente cantidad de dinero a la LFP ya que consideran que viola claramente el derecho a la información tal y como se recoge en el artículo 20 de la Constitución. De modo que se han visto obligadas a retransmitir los encuentros a la antigua usanza. Comprando la entrada y comentando a través del teléfono móvil. Todavía me acuerdo del primer año cuando trabajé en radio (verano de 2005) y me tocó retransmitir una etapa de la vuelta ciclista a través del móvil. Si ya por aquel entonces me parecía algo bastante cutre, ahora mismo no tengo palabras para describir la situación actual.

Que periodistas, de renombre o no, que acuden rigurosamente a realizar su trabajo a los estadios para mantener y acercar la magia del fútbol a los que nos encontramos al otro lado, vean como sus acreditaciones no son válidas y no pueden acceder al campo me parece algo lamentable. Que el dinero y el afán de lucro en un ambiente tan saturado, se conviertan en una gran barrera para los profesionales de la comunicación y sobretodo y como siempre para los que día a día disfrutamos con el fútbol es algo que jamás se me hubiera ocurrido. ¿Hasta qué punto estamos llegando? Si ya de por sí todos sabemos que el fútbol es un negocio, esto no hace más que confirmarlo y dejar en evidencia, una vez más, a los cabecillas que día a día intentan hacerse más ricos a costa de los demás.

Ahora mismo las emisoras están pasando por una de las situaciones más difíciles desde hace muchos años. La crisis azota también al sector de la comunicación. Yo que vivo y me muevo dentro de él intentando encontrar una oportunidad, lo sé de primera mano. Y no me entra en la cabeza la idea de obligar a estas cadenas a pagar ese canon, cuando diariamente están despidiendo a gente y reduciendo gastos de donde sea.

Ahora parece que para que el ciudadano esté informado y pueda disfrutar de esas veladas de fútbol radiofónico, vamos a tener que pagar. ¿Desde cuándo se debería pagar por recibir una información así? El artículo 20 de la Constitución lo deja todo muy clarito, de modo que señores de la LFP, revisen este librito tan importante en la historia española y sean más tolerantes. Lo único que queremos es disfrutar y saborear todo lo bueno que nos deja la radio y sus comentaristas.