Si usted quiere saber de América, hay contados lugares mejores por donde empezar que la "Memoria Estadística de los Estados Unidos". Publicada anualmente por el Censo, el Stat Abstract reúne alrededor de 1.400 baremos que describen nuestra forma nacional. ¿Qué proporción de menores están vacunados del sarampión, las paperas y la rubeola? Respuesta: el 92 por ciento. ¿Qué estado tiene la mayor renta per cápita? Respuesta: Connecticut, un 33 por ciento superior a la media nacional. ¿Qué longitud tiene la red nacional de oleoductos? Respuesta: 236.573 kilómetros, alrededor del triple de la longitud de la Red de Autopistas Interestatales (75.238 kilómetros).

Soy un hincha devoto del Stat Abstract. En cuestión de cuatro décadas de crónica periodística, habré tirado de él en miles de ocasiones para encontrar un dato, aprender algo de forma autodidacta o responder a un interrogante acuciante. Sus cifras son normalmente el principio de una crónica, no el final. Insinúan vías de investigación, incluyendo el significado y la solvencia de las propias estadísticas (de otra forma pueden inducir a error o contar falsedades). El Stat Abstract ha sido un aliado periodístico incondicional. Con alguna interrupción, la administración lo publica desde 1878.

Ya no. El Stat Abstract va a pasar por la tijera. La edición de 2012, prevista su publicación a finales de este año, será la última a menos que alguien lo salve.

En los próximos meses y años, nos toparemos con incontables ejemplos de buen criterio administrativo que muerden el polvo. Las presiones presupuestarias impondrán recortes y cancelaciones. Muchas serán deseables y esperadas: los programas que no funcionan, los programas que han superado su vida útil o que privilegian a los que no lo necesitan. Pero algunos representarán actividades valiosas eliminadas a regañadientes o de forma imprudente para satisfacer objetivos presupuestarios. El destino del Stat Abstract entra dentro de esta categoría.

El Censo aduce estar obligado a fijar prioridades. Tiene que elegir entre su cometido básico de examinar sondeos y recabar estadísticas de tesituras económicas, sociales y gubernamentales y la tarea menos importante de dar a conocer los resultados. Aparte de elaborar el censo de población cada década, la Oficina del Censo realiza las encuestas que -- entre otras cosas -- proporcionan los datos del paro, de intención de voto, del sector privado, de la cobertura sanitaria y de la actividad industrial.

Escribiendo en su blog, el director del Censo Robert Groves afirma que la oficina "tiene que encontrar todas las formas posibles de ser más eficaz". La administración Obama recortó los presupuestos de la agencia para 2012, y el Congreso presiona con medidas de reducción más acusada. El Censo ha decidido clausurar ya seis de sus 12 oficinas regionales con un ahorro anual eventual de entre 15 y 18 millones de dólares. Se recaban más datos a través de internet. Aun así, el Censo tiene 6.600 cuestadores desplegados, y las medidas de eficacia no pueden compensar todos los recortes del gasto.

De forma que los presupuestos de 2012 de la agencia eliminan la Rama de Compendio Estadístico, la que compila el Stat Abstract y el resto de publicaciones (ejemplo: la "Referencia de Datos Municipales y Urbanos"). El recorte: 2,9 millones y 24 empleos. Tanto la versión en papel como la versión virtual del Stat Abstract desaparecen. Se trata de una enorme pérdida a cambio de un ahorro enormemente pequeño.

Se puede aducir que gran parte de lo que contiene el Stat Abstract está colgado en alguna página. Cierto -- pero irrelevante. Muchas bases de datos públicas y privadas son difíciles de acceder y de buscar, incluso si sabes lo que estás buscando. A menudo no lo sabes. El Stat Abstract cuenta con dos grandes virtudes. En primer lugar recoge de forma conveniente en un único lugar una gran cantidad de información procedente de un amplio abanico de fuentes públicas y privadas. Por ejemplo, la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego nos informa de que 30.170 parques de bomberos extinguieron 1,45 millones de siniestros en el año 2008. En segundo lugar, las notas al pie muestran dónde encontrar más información.

Como era de esperar, los bibliotecarios braman por la eventual desaparición del Stat Abstract. Cuando supo que el Stat Abstract corría peligro, Alesia McManus, la responsable de la biblioteca del Howard Community College de Columbia, Md., abrió un perfil en Facebook y colgó una petición dedicada a revocar la decisión. "Si la biblioteca se incendia, sería la obra de referencia que trataría de salvar primero", reza una respuesta. "El Stat Abstract ha sido durante años una de las cinco principales obras de referencia utilizadas por los estudiantes y el claustro de la Universidad Pública de Dakota del Sur", reza otro.

La Asociación Norteamericana de Documentación -- que representa a unas 16.700 bibliotecas públicas y más de 100.000 bibliotecas académicas y escolares -- ha utilizado todos sus recursos para conservar el Stat Abstract. Por desgracia, no son muchos.

Sin el Stat Abstract, las estadísticas serán más reservadas, y nuestro conocimiento colectivo se verá afectado. ¿No hay más remedio? Si el Censo no revoca su poco afortunada condena a muerte, la instancia podría contratar a alguna fundación privada rica para financiar el Stat Abstract. Con un poco de imaginación -- que no es el punto fuerte del estado -- las ventas del Stat Abstract hasta podrían arrojar algún beneficio. Fundación MacArthur, Fundación Gates: ¿estáis por ahí?