El máximo representante de la diplomacia norteamericana en Afganistán deja en manos de Kabul decidir si los Talibán formarán parte de la Delegación Afgana en la 2ª Conferencia de Bonn, e insistió en que los EUA y Pakistán son aliados.
El embajador norteamericano en Afganistán, Ryan Crocker, afirmó ayer en una entrevista concedida al canal de televisión afgano Tolo TV que “está en manos del Gobierno de Kabul decidir si incluyen a los Talibán en la Delegación afgana” que formará parte el próximo diciembre de la 2ª Conferencia de Bonn sobre Afganistán.
De esta manera, Crocker dejó la puerta entreabierta para que las fuerzas de la Insurgencia puedan formar parte de la solución al conflicto en Afganistán, cosa que es el objetivo final de la Conferencia, en la que además se tratarán temas decisivos para las fuerzas Internacionales como la retirada prevista para 2014, el proceso de Transición y el progreso democrático en el país.
Pero el máximo representante de la diplomacia norteamericana en Afganistán quiso dejar claro que en el encuentro en Bonn “no hay lugar para los Insurgentes”.
Una afirmación claramente realizada para cubrirse las espaldas puesto que oficialmente los Estados Unidos no han establecido negociaciones con los rebeldes Talibán, a pesar de que hay indicios que prueban todo lo contrario.
Además, Crocker citó a fuentes del Gobierno Afgano, concretamente del Ministerio de Exteriores, que según el diplomático le aseguranron que “la delegación que representará a Afganistán estará formada por miembros del Gobierno Afgano, aunque no excluyeron la posibilidad de que miembros de los Talibán puedan formar parte de ésta”.
Por otro lado, el embajador hizo hincapié en que tal y como le informaron en el Ministerio de Exteriores para Bonn “sólo habrá una única delegación afgana”, insinuando así que el Gobierno de Afganistán es el primero que no quiere a miembros de la Insurgencia en una delegación que, básicamente, acudirá a Bonn para pedir más dinero para un país imposible de sostenerse sin la constante ayuda monetaria de los miembros de la Coalición, así como de las organizaciones Internacionales.
Pakistán, parte de la solución
El embajador norteamericano también habló sobre el papel del vecino Pakistán en la Conferencia, el cual resulta fundamental para acabar con el conflicto en Afganistán y que, según el gobierno de Islamabad, asistirán a Bonn con la intención de “ser parte de la solución, y no del problema”.
A propósito de esto Crocker reafirmó la postura norteamericana hacia Pakistán afirmando que “los Estados Unidos y el gobierno pakistaní continuarán trabajando juntos para controlar a las fuerzas Talibán”.
Asimismo, el embajador quiso recalcar que la Insurgencia es “un enemigo común para los dos países”, a pesar de que el gobierno de Islamabad sigue permitiendo que diversos células de Talibanes y del grupo terrorista Al-Qaida campen a sus anchas en la frontera con Afganistán, desde donde introducen hombres y material, así como el constante doble juego por parte del Servicio de Inteligencia Pakistaní (ISI).
Éste último ha sido acusado en varias ocasiones de estar detrás de algunos de los atentados terroristas más crueles y con más víctimas en Afganistán, como el ocurrido en 2008 contra la embajada India en Kabul que se saldó con decenas de víctimas, y que el entonces Jefe del anti-terrorismo en el país, el General Abdul Manan Farahi, aseguró que era obra de los servicios secretos pakistaníes.