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La cultura no está escrita, pero está más presente que todo lo escrito

¿Qué es la cultura organizacional?

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Uno de los temas sobre los que más me ha gustado investigar y ayudar a mis clientes es cuando hablamos de cultura organizacional. La cultura es un tema que trae de cabeza a las mejores empresas, principalmente por todas las implicaciones que tiene y por estar estrechamente relacionada con los beneficios obtenidos después de cada ejercicio, así como con el éxito a largo plazo.

LA CULTURA ORGANIZACIONAL
Muchas personas cuando hablan de cultura hablan también de valores, misión y visión, pero la cultura no es esto, la cultura suele ser un tema no escrito, inconsciente para la mayoría y que nos afecta a todos.

Cuando me preguntan ¿Qué es la cultura de una empresa? suelo responder:

“Imagina que durante un par de meses hemos tenido a una persona trabajando con nosotros. Cuando acaba este plazo, esta persona sale de la empresa y se le pregunta con muchos detalles “¿Cómo son en esta empresa?”, “¿Cómo se organizan?”, “¿Qué ambiente se respira?”, “¿Cómo se comunican?”… “

Lo que nos dijera esta persona sería la cultura.

El conjunto de reglas y comportamientos no escritos de una organización que se han ido creando a lo largo del tiempo.

La cultura de una empresa son temas como:
Cómo nos comunicamos
Cómo trabajamos en equipo
Qué ocurre con ciertos temas ¿se hablan?, ¿se evitan?
Cómo se toman las decisiones
Cómo tratamos al cliente
Cómo afrontamos las dificultades
Qué clima se respira
Qué horario no escrito hay que cumplir
Qué hacemos cuando nos equivocamos
Quiénes son los chivos expiatorios en los que volcar nuestra incompetencia (cliente, otros compañeros, sector…)
Qué pensamos de la dirección
Qué pensamos de nuestro trabajo


La cultura impacta directamente en todo lo demás, ya que si la cultura no es la adecuada, cualquier intento de mejorar caerá en saco roto. Imagina una empresa con una cultura muy autoritaria. En esta empresa hacer un simple “taller de trabajo en equipo” servirá para poco. Será algo así como desperdiciar tiempo y dinero porque el problema está en el fondo, no en la superficie. Es algo así como querer curar un resfriado sonándose la naríz con unos pañuelos de papel… No conseguirás demasiado.

La cultura ocurre, se crea, y nadie sabe cómo… Es fruto de nuestro pasado, nuestro sector y también de nuestro liderazgo.

En cada empresa existe una cultura distinta dependiendo muchísimo del liderazgo. El líder principal es la persona que más impacta en la cultura, pues de su impronta dependerán la mayoría de decisiones. Además del equipo de directivos y mandos intermedios. También es cierto que, en grandes organizaciones (tipo BBVA, Banco Santander o Telefónica) el líder tiene mucha menos influencia de la que creemos. Decenas de años han conformado la cultura y decenas de líderes informales toman el mando de muchos pequeños grupos de personas. Por lo que no siempre el líder es el principal responsable.

Cambiar la cultura
Las mejores empresas que conozco están deliberadamente cambiando su cultura y para ello, realizamos ciertas acciones y actividades que establecen una dirección clara hacia la cultura deseada. Lo cierto es que una cultura no se cambia en dos meses, ni mediante un “curso de formación”.

Cuando pensamos en alterar una cultura organizacional, hablamos de intervenciones más profundas que modifican y alteran los comportamientos decisiones y acciones. También nos referimos a periodos de tiempo de más de dos años para lograr un cambio sostenido, muy visible y duradero.

Cuando la dirección no es capaz de entender esto, suele tomar decisiones en todos los sentidos, pero suele seguir teniendo la sensación de no avanzar, de estar igual de atascados que tiempo atrás.

En el momento en que entendemos que nuestro desafío es “cultural” y que es un tema adherido a toda la organización y las personas, nos atrevemos a explorarlo con mayor inteligencia.

En ese momento también es cuando muchas empresas deciden emprender el viaje que supone el cambio cultural y para ello invierten recursos, tiempo y dinero sin miedo al coste, sino pensando en la inversión que están haciendo y que cambiará definitivamente el rumbo de la organización.

Lo cierto es que de la cultura dependen tantas cosas (clima, liderazgo, motivación, innovación, rotación, absentismo, relación con el cliente…) que no puede pasar desapercibida para las empresas, hay que empezar ya a crear la cultura que deseamos.

Quizás la mejor forma de empezar a definir la cultura sea mediante una reunión en formato creativo en la cual consensuemos “cómo queremos ser”, “qué tipo de cultura queremos para nuestra empresa”. Seguidamente hay mucho trabajo que hacer como puedes imaginar.

Que tengas un gran día.

¿Qué es la cultura organizacional?

La cultura no está escrita, pero está más presente que todo lo escrito
César Piqueras
miércoles, 10 de mayo de 2017, 00:03 h (CET)
Uno de los temas sobre los que más me ha gustado investigar y ayudar a mis clientes es cuando hablamos de cultura organizacional. La cultura es un tema que trae de cabeza a las mejores empresas, principalmente por todas las implicaciones que tiene y por estar estrechamente relacionada con los beneficios obtenidos después de cada ejercicio, así como con el éxito a largo plazo.

LA CULTURA ORGANIZACIONAL
Muchas personas cuando hablan de cultura hablan también de valores, misión y visión, pero la cultura no es esto, la cultura suele ser un tema no escrito, inconsciente para la mayoría y que nos afecta a todos.

Cuando me preguntan ¿Qué es la cultura de una empresa? suelo responder:

“Imagina que durante un par de meses hemos tenido a una persona trabajando con nosotros. Cuando acaba este plazo, esta persona sale de la empresa y se le pregunta con muchos detalles “¿Cómo son en esta empresa?”, “¿Cómo se organizan?”, “¿Qué ambiente se respira?”, “¿Cómo se comunican?”… “

Lo que nos dijera esta persona sería la cultura.

El conjunto de reglas y comportamientos no escritos de una organización que se han ido creando a lo largo del tiempo.

La cultura de una empresa son temas como:
Cómo nos comunicamos
Cómo trabajamos en equipo
Qué ocurre con ciertos temas ¿se hablan?, ¿se evitan?
Cómo se toman las decisiones
Cómo tratamos al cliente
Cómo afrontamos las dificultades
Qué clima se respira
Qué horario no escrito hay que cumplir
Qué hacemos cuando nos equivocamos
Quiénes son los chivos expiatorios en los que volcar nuestra incompetencia (cliente, otros compañeros, sector…)
Qué pensamos de la dirección
Qué pensamos de nuestro trabajo


La cultura impacta directamente en todo lo demás, ya que si la cultura no es la adecuada, cualquier intento de mejorar caerá en saco roto. Imagina una empresa con una cultura muy autoritaria. En esta empresa hacer un simple “taller de trabajo en equipo” servirá para poco. Será algo así como desperdiciar tiempo y dinero porque el problema está en el fondo, no en la superficie. Es algo así como querer curar un resfriado sonándose la naríz con unos pañuelos de papel… No conseguirás demasiado.

La cultura ocurre, se crea, y nadie sabe cómo… Es fruto de nuestro pasado, nuestro sector y también de nuestro liderazgo.

En cada empresa existe una cultura distinta dependiendo muchísimo del liderazgo. El líder principal es la persona que más impacta en la cultura, pues de su impronta dependerán la mayoría de decisiones. Además del equipo de directivos y mandos intermedios. También es cierto que, en grandes organizaciones (tipo BBVA, Banco Santander o Telefónica) el líder tiene mucha menos influencia de la que creemos. Decenas de años han conformado la cultura y decenas de líderes informales toman el mando de muchos pequeños grupos de personas. Por lo que no siempre el líder es el principal responsable.

Cambiar la cultura
Las mejores empresas que conozco están deliberadamente cambiando su cultura y para ello, realizamos ciertas acciones y actividades que establecen una dirección clara hacia la cultura deseada. Lo cierto es que una cultura no se cambia en dos meses, ni mediante un “curso de formación”.

Cuando pensamos en alterar una cultura organizacional, hablamos de intervenciones más profundas que modifican y alteran los comportamientos decisiones y acciones. También nos referimos a periodos de tiempo de más de dos años para lograr un cambio sostenido, muy visible y duradero.

Cuando la dirección no es capaz de entender esto, suele tomar decisiones en todos los sentidos, pero suele seguir teniendo la sensación de no avanzar, de estar igual de atascados que tiempo atrás.

En el momento en que entendemos que nuestro desafío es “cultural” y que es un tema adherido a toda la organización y las personas, nos atrevemos a explorarlo con mayor inteligencia.

En ese momento también es cuando muchas empresas deciden emprender el viaje que supone el cambio cultural y para ello invierten recursos, tiempo y dinero sin miedo al coste, sino pensando en la inversión que están haciendo y que cambiará definitivamente el rumbo de la organización.

Lo cierto es que de la cultura dependen tantas cosas (clima, liderazgo, motivación, innovación, rotación, absentismo, relación con el cliente…) que no puede pasar desapercibida para las empresas, hay que empezar ya a crear la cultura que deseamos.

Quizás la mejor forma de empezar a definir la cultura sea mediante una reunión en formato creativo en la cual consensuemos “cómo queremos ser”, “qué tipo de cultura queremos para nuestra empresa”. Seguidamente hay mucho trabajo que hacer como puedes imaginar.

Que tengas un gran día.

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