Dado que estamos en época de pago de impuestos municipales, recientemente me he acercado al ayuntamiento de mi ciudad, Lérida, para solicitar la información sobre trámites, calendario y recibos –IBI, basuras, etc-. Tras pedirle al funcionario si, por favor, podría facilitármelos en español, la respuesta ha sido negativa: todo disponible solo en catalán y conseguir algún documento en castellano ha sido al final misión imposible.
Esta situación me ha recordado la gran diferencia de Cataluña con los territorios bilingües del resto de Europa. Por ejemplo, en Bruselas señales de tráfico y rótulos de las calles son bilingües al igual que impresos, carteles e información de la administración, como muestra de respeto a los hablantes de las dos lenguas oficiales, francés y flamenco. En Cataluña tenemos unos políticos que siempre presumen de ser “europeos” pero están a años luz del respeto al bilingüismo y los derechos ciudadanos de Europa.
