Lo que no han conseguido los tanques y las divisiones acorazadas, lo pueden lograr las redes sociales y no sólo en cuestiones políticas, sino, lo que es más importante, en asuntos sociales. Como ejemplo, me refiero al movimiento conocido ya a nivel mundial "Saudi women revolution for driving", por el que mujeres árabes comenzaron una campaña en Internet "Women2drive" para conducir automóviles, cogieron el volante y difundieron sus imágenes a través de la red. De nada le hubiera servido a Manal al-Sherif abanderar este salto revolucionario en su sociedad, si las acciones que promovió, no las hubiera propagado a través de Facebook, Twitter, Youtube...
La lucha por ponerse al volante viene de lejos y han sido muchas las arrestadas. Manal al-Sherif, se dio cuenta de la repercusión y la rapidez con la que se puede difundir a través de las redes sociales cualquier reivindicación en favor de la libertad y de los derechos humanos. Creó un evento en Facebook, en el que hacía un llamamiento a todas las mujeres saudíes para que el 17 de junio se pusieran al volante. Fue detenida y acusada de no respetar el orden público, conducir e inducir a las mujeres a hacerlo, así como de haber publicado imágenes y vídeos en varias páginas web y redes sociales animando a seguirla. Diez días después era puesta en libertad, tras ser obligada a retirar la campaña y firmar un escrito por el que no volvería a conducir. Pero una campaña con fines justos lanzada en Internet ya no tiene vuelta atrás, el mundo entero hace suya la causa y se solidariza en apoyo de lo que no es otra cosa que un derecho fundamental que está siendo vulnerado. A partir de ahí muchas otras mujeres han sido detenidas en Arabia Saudí y puestas en libertad bajo las mismas condiciones. Esta revolución que comienza a dejar de ser silenciosa, continúa avanzando en sus objetivos y el sábado pasado dos mujeres omaníes fueron detenidas al oeste de Arabia Saudí por conducir.
Conviene incidir en la importancia de las redes sociales porque no se descubren en este caso. Muchos analistas culparon a estas nuevas tecnologías de todos los movimientos rebeldes del norte de África, tales como Túnez, Egipto, Yemen, Libia... En España recientemente hemos asistido al "15M" o "Spanishrevolution", movimiento que supo aprovechar la capacidad de propagación que brindan los medios tecnológicos. Y esta iniciativa de las propias saudíes tiene la trascendencia suficiente como para ser un paso esencial que dinamite los cimientos de una sociedad autoritaria y machista que, a estas alturas del siglo XXI, sigue sin respetar los más esenciales derechos humanos, y fundamentalmente el de la no discriminación por razón de sexo.
La existencia de países soberanos donde se producen estas situaciones denota esa inclinación o tendencia natural del ser humano a no respetar el sistema de valores que dignifica al hombre. Aún se oye entre algún facha y machista que queda suelto en nuestra sociedad española, "el declive de Franco comenzó el día que permitió conducir a la mujer", o aquello de "mujer al volante, peligro constante". Bromas de las que todos nos reímos en un país como el nuestro en el que la libertad y la igualdad, con sus más y sus menos, son una realidad, pero no olvidemos que aún existe un país, donde la mujer no puede ponerse al volante, y más de uno donde sufre una discriminación inaceptable hoy. Ellas han dado sobradas muestras de su fortaleza para cambiar las cosas y, una vez más, con el compromiso de quienes creemos en estos principios las saudíes lo lograrán.
