Estarás de acuerdo conmigo en que no hay mejor experiencia en nuestro día a día que aquella que nos aporta algo más, aparte de generarnos placer y felicidad. Esas experiencias que aparte de hacernos sentir bien, nos dan la posibilidad de poder crecer como personas. En psicología positiva a esa sensación la llamamos disfrute es una experiencia que va más allá permitiéndonos crecer y transformándonos como personal.
Pero además todo ello se mueve en el campo de lo que denominamos experiencias óptimas, que implica el poder involucrarnos en aquello que hacemos, poniendo toda nuestra atención en la tarea, volcando todos nuestros sentidos en lo que hacemos, lo que nos permite que nuestra percepción del tiempo se transforme debido al alto grado de conexión con la misma. Una vez terminamos la tarea experimentamos el disfrute, es decir la sensación que conseguimos cuando nos concentrarnos totalmente en dicha actividad consiguiendo un altísimo grado de satisfacción al haberlo hecho. Esta experiencia nos permite transformarnos y crecer como personas crecido, ya que la experiencia nos aporta una experiencia única de maduración y aprendizaje.
Es importante saber que estas vivencias producen bienestar mientras duran, quedándonos con la experiencia del disfrute, que se manifiesta en la transformación personal que llevamos a través de todas aquellas acciones con las que conectamos y que nos permiten fluir con ella, es decir compartir la vivencia de esa experiencia óptima.
Sin duda alguna las experiencias óptimas nos permiten potenciar nuestra actitud positiva, mejorando la motivación intrínseca, ya que nos movemos en el nivel de búsqueda de soluciones lo que nos hace sentirnos que somos autoeficaces y con éxito.
Es importante saber que cada situación que nos provoca la vivencia de una experiencia que debe de provocar en nosotros cierta situación de reto o desafío, pero además que debemos de intentar focalizar toda nuestra atención en aquello que queremos desarrollar.
Para poder conseguir esta grado de implicación y vivencia en las tareas es fundamental además tener unas metas claras. Todo ello nos permite experimentar cierto grado de sentimiento de control. Si conseguimos este nivel de vivencia a la hora de desarrollar la tarea es importante que no te exijas tanto lo que te permitirá bajar el grado de preocupación y el nivel de conexión y desarrollo de la tarea te hará que al final la valores como una buena experiencia.
Debemos de aprender a disfrutar de las tareas que ponemos en nuestra vida ya que nos permitirá aumentar nuestra felicidad pues hará que nos sintamos bien a la hora de valorar la experiencia, aumentando nuestra sensación de bienestar y satisfacción, eso nos ayudará a sentir cierto grado de control, lo que a su vez nos genera tranquilidad y nos veremos como eficaces en aquello que estamos haciendo.